lunes, 24 de diciembre de 1990

Los economistas del Futuro

El Presidente Gaviria y el Ministro Hommes con sus medidas económicas están dando pasos importantes para cambiar el país hacia uno más moderno y más acorde con los ideólogos de la nueva derecha.

Al terminar 1991 es justo reconocer a quienes se han destacado en el año que termina. Entre los economistas el más destacado fue sin lugar a dudas César Gaviria. Durante el año tuvo notables éxitos en el campo de la política. En la consulta popular del partido liberal logró una abrumadora mayoría que ratificó en las elecciones presidenciales de mayo. La llegada a la Presidencia de la República de César Gaviria no sólo es motivo de orgullo para los miembros de la profesión sino que indudablemente va a marcar un nuevo rumbo económico, pues ha emprendido una serie de cambios en la legislación que están abriendo las puertas al futuro. Los cambios en la legislación laboral, en el manejo cambiario, la reforma tributaria y otros sin lugar a dudas servirán para poner a funcionar un nuevo modelo de desarrollo orientado hacia afuera y en el que el Estado tendrá un papel menos intervencionista.

En segundo lugar se ha destacado en los últimos meses Rudolf Hommes el Ministro de Hacienda quien ha participado en forma intensa en el paso de las reformas del Presidente Gaviria en el Congreso. El éxito del Doctor Hommes ha sido notable. No solo ha mantenido bajo control los elementos populistas del gobierno sino que ha tratado de poner disciplina en el manejo económico.

El Ministro Hommes no tuvo  inconveniente en tomar unas medidas impopulares aun a costa de perder popularidad en el partido del gobierno. Curiosamente, las medidas del Ministro Hommes han tenido una mejor acogida en los medios del conservatismo colombiano que en los del liberalismo. En palabras del Ministro Hommes los únicos que lo felicitan por su actuación son los conservadores.

El Presidente Gaviria y el Ministro Hommes con sus medidas económicas están dando pasos importantes para cambiar el país hacia uno más moderno y más acorde con los ideólogos de la nueva derecha. Por conducir al país hacia ese futuro han recibido críticas de algunos neófitos. El destacado columnista  Carlos Apolinar Lemmos Simmonds, quien ocasionalmente asume posiciones similares a los de la Nueva Derecha, le quito el apoyo a las medidas cuando comenzó a hacer campaña política pues pensó que al asociarse con los cambios del gobierno le reportarían disminuciones de sus votos.

Por otra parte, los ortodoxos de la Nueva Derecha han criticado ocasionalmente las medidas del gobierno cuando adopta medidas ad-hoc como el establecimiento de cambios múltiples y cuando pregona políticas de pacto social reminiscentes de la época de la nueva frontera.

A pesar de las críticas, es indudable que los doctores Gaviria y Hommes han cumplido con el país en el año que termina. Su actuación en estos momentos cruciales para el país debe ser reconocida por todos. Esperamos que en el próximo año continúen dirigiendo la inserción de Colombia en el Siglo XXI

lunes, 17 de diciembre de 1990

Política Fiscal Colombiana

A pesar de los grandes avances logrados en los ochentas el sistema fiscal colombiano tiene algunos problemas que deben ser corregidos poco a poco.

El miércoles de la semana pasada se desarrolló en Bogotá un seminario sobre Política Fiscal Colombiana en donde se presentaron dos trabajos de destacados economistas colombianos. En el seminario, la mayor discusión se concentró en la relación existente entre la política fiscal y la estabilización de la economía. Para uno de los ponentes, el haber adoptado Colombia una política fiscal  anticíclica, ha sido una de las causas de la relativa estabilidad de su política macroeconómica, aún ante la presencia de un sector externo oscilante.

Los dos ponentes, Jorge Ospina y Eduardo Sarmiento a pesar de las claras diferencias en sus enfoques, estuvieron de acuerdo en que el caso colombiano se ha caracterizado por un manejo discrecional de la política fiscal. Esta discrecionalidad, la mayor parte de las veces, se ha empleado para ayudar en la estabilización. Por ejemplo, las cifras muestran que fue posible revertir las tendencias negativas imperantes en 1984, mediante una sano proceso de ajuste macroeconómico en el que la política fiscal fue un protagonista importante.

El paquete de medidas que lograron este pequeño milagro económico no solo fueron de carácter fiscal, sino que también incluyeron medidas cambiarias y monetarias que facilitaron el ajuste en los frentes externo e interno. Los estudios retrospectivos muestran la importancia de haber conseguido un nivel adecuado en la tasa de cambio real de la economía colombiana.

A diferencia de las reformas anteriores, los cambios ocurridos en los ochentas fueron puestos en marcha sin tener que acudir a misiones fiscales lideradas por expertos extranjeros. Estas reformas, "made in Colombia", tuvieron un carácter pragmático y buscaron simplificar las relaciones entre el contribuyente y la administración. Para Jorge Ospina, el buen resultado de las reformas fiscales colombianas se ha debido en buena parte a su carácter gradual. El público está dispuesto a aceptar cambios cuando estos son pequeños y frecuentes. Los grandes cambios asociados con la elaboración de estudios exaustivos liderados por reconocidos expertos extranjeros parecen entonces, ser menos efectivos que una serie de ajustes sugeridos y puestos en práctica por expertos nacionales.

A pesar de los grandes avances logrados en los ochentas el sistema fiscal colombiano tiene algunos problemas que deben ser corregidos poco a poco. En primer lugar, es necesario disminuir la participación de los tributos sobre las importaciones. Para poder tener éxito en el proceso de apertura se requiere bajar los aranceles y los recargos a las importaciones. Obviamente para lograr mantener una estabilidad macroeconómica es necesario apelar a aumentos en otros tributos.


En segundo lugar, será necesario controlar las transferencias hacia los municipios. El Impuesto al Valor Agregado que podría generar recursos adicionales está limitado por la necesidad de transferir el 50 por ciento a los municipios. Si bien, en principio, sería posible transferir responsabilidades adicionales a los municipios, en la práctivca esto es imposible. La realidad política colombiana es que la descentralización ha venido acompañada de un aumento en el déficit del nivel central. Los gastos transferidos han sido siempre menores que los recaudos transferidos. Las fórmulas utilizadas para ejecutar las transferencias no solo no han sido rígidas sino que no han incentivado un mayor esfuerzo local. Si la constituyente que elegimos el 9 de diciembre suprimiera las fórmulas específicas del situado fiscal, dandole un manejo más flexible a las relaciones fiscales intergubernamentales, habría contribuido notablemente a la mejor marcha de la nación. 

lunes, 10 de diciembre de 1990

No hay pesos

En este momento las medidas tomadas pueden tener consecuencias demasiado graves, pues pueden hacer abortar el proceso de apertura.

Durante esta semana el dólar negro ha tenido una fuerte caída, el diferencial entre el dólar negro y el oficial se ha ampliado. Hoy en día el dólar negro tiene una cotización bastante errática. Los hoteles que atienden a los turistas muestran cotizaciones muy diferentes. Un día mientras que uno estaba pagando el dolar a 512 pesos había otro que pagaba 534 pesos por dólar. Más aún, en una de las casas de cambio del Centro Internacional, no estaban recibiendo los dólares y afirmaban que se les habían acabado los pesos.

En los almuerzos de los clubes se especulaba la razón de este comportamiento tan extraño. Algunos aducían como posible excusa que habían llegado dineros calientes a financiar las campañas de la constituyente mientras otros hablaban de diversas posibilidades.

La verdadera razón de esto es que obedece a una política del gobierno. Como se sabe, con el objeto de controlar el dinero las autoridades monetarias decidieron diferir por un tiempo el pago de los dólares por concepto de servicios. Este cierre temporal de la llamada ventanilla siniestra unido a la alta restricción monetaria ha hecho que se desplace la demanda del sector oficial hacia el paralelo.

Como consecuencia de las medidas el peso ha tenido una revaluación real. Además, se ha establecido una tasa de cambio diferencial pagando menos por los dólares provenientes de los servicios. Estas medidas poco ortodoxas, de revaluar y de establecer tasas diferenciales de cambio no son nuevas. El distinguido economista Eduardo Sarmiento, cuando era Asesor de la Junta Monetaria del Gobierno de López, hizo uso de este tipo de medidas.

En esa época como ahora, el principal objetivo fué controlar la oferta monetaria. En los 70 la causa de las perturbaciones monetarias fué la bonanza cafetera y marimbera. Hoy en día el desorden monetario se debe a un aumento no contemplado en las reservas internacionales aparentemente causado por las incertidumbres asociadas al proceso de apertura.

En el pasado este tipo de medidas, si bien en el corto plazo ayudaron a un control más efectivo de la inflación, en el largo plazo tuvieron consecuencias muy graves en la situación competitiva internacional de la economía colombiana y sembraron la semilla de la crisis financiera de comienzos del 90.

En este momento las medidas tomadas pueden tener consecuencias demasiado graves, pues pueden hacer abortar el proceso de apertura. La lógica económica enseña que al disminuir las restricciones para importar y al disminuir los incentivos a la exportación se debe hacer una devaluación compensatoria. Si no se devalúa se pierde la ventaja competitiva del sector externo.

Como nos lo han recordado recientemente los Profesores Edwards y Dornbusch, todos los paises que han logrado culminar exitósamente un proceso de apertura han mantenido una tasa real de cambio alta. Las principales fallas del proceso de apertura, han estado asociadas a la revaluación del tipo de cambio. Es evidente entonces, que el incentivar una revaluación del peso en estos momentos no solo tiene efectos negativos en el proceso mismo, sino que están indicando que el gobierno ha perdido interés en el proceso de apertura. Los agentes económicos apostarán que no va a haber apertura lo que conducirá a que los opositores cobren fuerza y a que los defensores de la apertura pierdan confianza en la voluntad política del gobierno. Adicionalmente, pueden pensar que el gobierno está dispuesto a apelar a políticas heterodoxas, como el control de precios, con efectos negativos en la asignación de recursos.


Si el Ministro Hommes me hubiera pedido un consejo, le hubiera repetido el que me dió el Subgerente Financiero de la EEEB respecto al proyecto Guavio, "no atrasemos el Proyecto Guavio por que el proyecto se atrasa sólo". Yo le diría al Ministro, no revalúe pues el dólar cuando se abran los mercados de capital se revalúa sólo.

lunes, 26 de noviembre de 1990

La buena economía también funciona en el trópico

En eventos recientes como el Foro Lauchlin Currie, realizado hace pocos días en Bogotá, para celebrar el lanzamiento del Libro Vida y Política Económica de Lauchlin Currie, y en el Simposio sobre Mercado de Capitales los conferencistas con un mensaje más claro y relevante para la situación colombiana fueron dos profesores de universidades de los Estados Unidos.
  
En Colombia existe la creencia de que la economía que se estudía en los países avanzados no tiene mucha aplicación para países similares al nuestro. La realidad parece ser muy diferente. En eventos recientes como el Foro Lauchlin Currie, realizado hace pocos días en Bogotá, para celebrar el lanzamiento del Libro Vida y Política Económica de Lauchlin Currie, y en el Simposio sobre Mercado de Capitales los conferencistas con un mensaje más claro y relevante para la situación colombiana fueron dos profesores de universidades de los Estados Unidos. El profesor Rudiger Dornbusch, conferencista estrella del Foro Lauchlin Currie, es sin lugar a dudas una de las vedettes de los círculos académicos de Estados Unidos. Sus contribuciones al tratamiento teórico de las economías abiertas han sido muy importantes. Su libro sobre macroeconomía intermedia es uno de los más utilizados tanto en los Estados Unidos como en muchos países latinos.

Su amplia capacidad analítica en épocas recientes la ha dedicado al estudio de los problemas económicos latinoamericanos. Sus impresiones sobre la estabilización y el ajuste estructural de nuestros países y su relevancia para el caso Colombiano fueron los principales temas de su conferencia en el foro Lauchlin Currie.

Para Dornbusch la estabilización de la economía debe ser atacada de manera inmediata. No debe esperarse que la economía llegue a un estado crítico para tomar las medidas correctas. Estas medidas por lo general deben iniciarse con el ataque al déficit fiscal. Para el ilustre Profesor del MIT, lo primero que hay que hacer en este frente es aumentar los impuestos. No puede haber estabilidad mientras no se recauden impuestos. Dentro de su visión, cualquier impuesto es preferible a gravar la tenencia de dinero pues los únicos que no se pueden defender del impuesto inflacionario son los pobres.

Dornbusch recomienda que despúes de aumentar los recaudos se comiencen a eliminar los subsidios imperantes. Los precios políticos de los servicios públicos del combustible deben desaparecer. Para Dornbusch la venta de las Empresas del Estado es muy importante para lograr la estabilización. Recomienda seguir el ejemplo chileno de hacer la privatización al comienzo del proceso de estabilización. Si no se hace al comienzo al final es muy probable que el precio que se pueda obtener por las empresas sea menor.

Algo sorprendente en la exposición de Dornbusch fue oir su opinión sobre lo que se puede considerar como una meta de estabilización. Considerando su origen alemán y sus estudios en Chicago, se podría pensar que su propuesta de una meta de inflación para Colombia debería ser muy cercana a cero. Su apreciación personal sobre posibles costos y beneficios de una estabilización para una economía con inflación del 30% le llevo a proponer valores del orden del 20%.

El Profesor Dornbusch está muy de acuerdo con el desmonte de las licencias de importación. Considera que para la economía es terrible mantener un sistema de licencias. Sin embargo, no es muy partidario de rebajar rápidamente los aranceles pues considera que unos aranceles muy bajos pueden llegar a afectar negativamente la balanza de pagos.

Los análisis realizados por los profesores Currie y Dornbusch, el primero en el campo de la estabilización y crecimiento y el segundo en lo referente a estabilización, han demostrado que la situación de los paises latinoamericanos puede ser evaluada bajo los desarrollos teóricos efectuados en otras latitudes y no solamente bajo una visión nacionalista.


La similitud de las recomendaciones sobre la estabilización hechas por Rudy Dornbusch en el foro y las recientes políticas de Rudy Hommes podrán servir para corroborar la aplicabilidad de estas teorías en la economía colombiana. Si las medidas de política económica que están siendo tomadas por el Ministro de Hacienda logran sus objetivos, comprobaríamos una vez más la aplicabilidad de las enseñanzas que se imparten a orillas del Charles River. 

lunes, 19 de noviembre de 1990

El orden de los factores puede alterar el producto

De acuerdo con el libro de McKinnon y con la experiencia estudiada por el Profesor Edwards es importante realizar la liberación de la cuenta de capital de la balanza de pagos a lo último.

El libro Dinero y Capital en el Desarrollo Económico, escrito por el Profesor Ronald McKinnon, fue uno de los mas comentados en los primeros años de los setentas. El fundador de FEDESARROLLO, el Doctor Rodrigo Botero y algunos de los que estuvieron encargados de la política económica en los primeros años del gobierno de López, utilizaron el diagnóstico del Profesor McKinnon sobre la existencia de una represión financiera como uno de los principales problemas de ese entonces y propendieron por una liberación del sector financiero. La reforma financiera de López, inspirada un poco por McKinnon, extendió a otros papeles los cambios introducidos en el Plan de las Cuatro Estrategias para la financiación de la vivienda.

Curiosamente y después de casi veinte años el libro de McKinnon toma nueva actualidad. En su magnífica exposición en el Simpsosio sobre Mercado de Capitales, que con éxito organizó la Asociación Bancaria en los primeros días de este mes, el Profesor Edwards previno sobre las dificultades que podrían surgir en el proceso de apertura en caso de que la secuencia en que se realice la liberalización no sea la adecuada. 

De acuerdo con el libro de McKinnon y con la experiencia estudiada por el Profesor Edwards es importante realizar la liberación de la cuenta de capital de la balanza de pagos a lo último. La experiencia ha mostrado que para lograr una liberalización exitosa es necesario mantener durante todo el proceso una tasa de cambio real alta, para permitir mantener unas exportaciones competitivas y para compensar la disminución de la protección arancelaria y para-arancelaria.

La liberación de la cuenta de capital de la Balanza de pagos ha dado lugar en muchos casos a la entrada de capitales "especulativos". El influjo de capitales ha contribuido en algunos casos a una revaluación de la tasas de cambio real. Esta versión del Mal Holandés ha sido una de las causas de los problemas que sufrieron algunos países del Cono Sur en su proceso de liberalización.

Mi interpretación de la evidencia aportada por el Profesor Edwards es un poco distinta a la de tan distinguido académico. Para poder crecer, el país necesita contar con los recursos que los Colombianos tienen en el exterior. Tarde o temprano es necesario terminar con controles que son evadidos totalmente. La experiencia colombiana ha mostrado que los controles al movimiento de capitales no han servido ni para impedir la fuga de capitales, ni para impedir la entrada de esos capitales "especulativos". La existencia de 18 mil millones de dólares en el exterior son testigo de la inutilidad de los controles a la salida de capitales. La revaluación del peso a finales de los setentas y el rápido crecimiento de los precios de la finca raíz, han mostrado que los capitales "especulativos" pueden entrar a Colombia independientemente de si la ventanilla siniestra se abre o se cierra.


La apertura en que esta empeñada Colombia cuenta con un respaldo importante. Las medidas del equipo económico liderado por el Ministro Hommes tienen hoy en día el apoyo de académicos y hombres de negocios. La ocasión es propicia, las principales medidas se están tomando y deben recibir el respaldo de todo el país. Lo único que no podemos los defensores de la apertura es dejar de analizar si los argumentos de Edwards y McKinnon sobre la secuencia que se debe seguir en el proceso de liberalización son acertados. 

lunes, 12 de noviembre de 1990

El que peca y reza empata

Afortunadamente, el Alcalde Caicedo ha visto la necesidad de enfrentar el problema laboral del Distrito. Sería muy importante para la ciudadanía que se mantuviera firme en sus propósitos para lograr resolver tan difícil problema.

El tema laboral estuvo presente en las noticias de la semana que terminó. Los sufridos usuarios del solo hueco bogotano nos vimos enfrentados a considerables demoras el miércoles pasado por las protestas de los trabajadores distritales. El motivo de estas protestas fue la divulgación de un estudio a nivel distrital sobre la estructura de los salarios de la administración central y sus entidades adscritas. Además, las comunicaciones han venido padeciendo permanentes bloqueos por los trabajadores de TELECOM que han protestado por las reformas introducidas por el gobierno nacional. Más aún, los viajeros han tenido que sufrir demoras en el aeropuerto por la operación reglamento llevada a cabo por los controladores aéreos.

Estas protestas son sin lugar a dudas prácticas de calentamiento del movimiento sindical como preparación para el paro nacional anunciado para mañana. El gobierno distrital con su anuncio les ha dado una magnífica oportunidad de mostrar la fortaleza del movimiento. Inortunadamente, la protesta los sorprendió fuera de base pues no lograron neutralizar el impacto perturbador de estos movimientos de protesta.

Además de haber errado en la oportunidad del anuncio, la forma como se ha presentado el estudio, con un ánimo un poco sensacionalista citando casos aberrantes, ha desviado la discusión hacia temas un poco marginales. En primer lugar, no es importante definir si la actual administración Distrital es la primera en enfrentar el problema de los elevados salarios. La realidad es que en el pasado ha habido ocasiones en las que el manejo laboral del Distrito y sus Empresas ha sido serio y responsable. Los Gerentes han manejado las negociaciones colectivas de una manera profesional protegiendo el interés de la empresa y de la ciudadanía en general. En este proceso de negociación han contado con la colaboración de eficientes funcionarios y de asesores externos altamente calificados. El impacto de las demandas sindicales es evaluado y su efecto en las finanzas actuales y futuras de las Empresas es cuidadosamente cuantificado.

Además, no debe olvidarse que las negociaciones colectivas son tripartitas pues cuentan con la presencia de los delegados del sindicato, de la administración y del ministerio de trabajo. Aunque uno pudiera pensar que el delegado del Ministro es por naturaleza un árbitro imparcial, la realidad es que muchas veces los mejores aliados del sindicato son los delegados del Ministerio. Esto llegó a extremos aberrantes en el caso del Ministro Carrillo quien utilizó su Ministerio para promover una central obrera. En esa época, los fallos del Ministerio siempre estaban sesgados hacia los sindicatos y se conocían primero por los representantes de los trabajadores que por la administración de las empresas.

La gestión de los Ministros de Trabajo ha tenido profundos impactos en la estructura de los costos laborales de las Empresas Distritales. El actual Alcalde de Bogotá se empeño durante su corta gestión en hacer cambios en el régimen de pensiones. En la Ley Caicedo se indexaron las pensiones de los trabajadores de manera total. Si bien esto fue de indudable justicia para algunos pensionados, desafortunadamente está causando considerables costos a las Empresas del Distrito y a la Administración Central.


Afortunadamente, el Alcalde Caicedo ha visto la necesidad de enfrentar el problema laboral del Distrito. Sería muy importante para la ciudadanía que se mantuviera firme en sus propósitos para lograr resolver tan difícil problema. Es preocupante, eso si, ver que han comenzado a surgir voces muy autorizadas dentro del partido liberal que critican a los gobiernos Nacional y Distrital por las medidas de ajuste que están llevando a cabo. Ojalá, que las angustias de los candidatos a la constituyente no logren desviar el curso acertado de unas políticas. 

martes, 6 de noviembre de 1990

¿Cuántos MBA podemos contratar a 4 millones y medio por mes?

La experiencia ha mostrado que no solo se requiere una buena política económica sino que también se requiere de personal altamente calificado.
  
Colombia está buscando aumentar su grado de competencia en los mercados internacionales. El proceso de apertura, en buena hora comenzado en Colombia y que en la última semana tuvo un nuevo impulso al imponerse la opinión de los representantes de la nueva derecha, necesita para su éxito, personal con amplios conocimientos en los negocios internacionales. La experiencia ha mostrado que no solo se requiere una buena política económica sino que también se requiere de personal altamente calificado. El buen resultado del proceso de apertura depende de que los empresarios logren competir con éxito en los mercados internacionales.

Es apenas natural que los nuevos administradores de las empresas colombianas tengan una educación internacional con una experiencia que trascienda los cuatro grados de latitud en que se encuentra ubicada la capital del país. Las escuelas de negocios de los Estados Unidos son un campo en el que los futuros ejecutivos pueden experimentar de una manera relativamente sencilla sus estrategias frente a colegas de otras partes del mundo.

A diferencia de otras carreras para las que existen ayudas, los interesados en una especialización en administración usualmente deben financiar su carrera a menos que tengan la fortuna de tener progenitores ricos. El último número de la revista Business Week presenta en su tema central la evaluación de las más famosas escuelas de negocios de los estados Unidos. Quienes estén interesados en la posibilidad de estudiar administración en los Estados Unidos deben leer la publicación mencionada.

Cuando se mira la parte de los costos de la educación la primera impresión es obviamente negativa. La matrícula para los dos años en las escuelas más afamadas cuesta 34.000 dólares. Esto en pesos de hoy día es un poco más de 18 millones y medio, casi dos veces el valor de un carro intermedio. En términos de salarios mínimos, el costo de la matrícula es mas de 450 salarios mensuales. O sea que para pagar la educación de un master en administración se requieren 39 años de salario mínimo. 

Cuando se mira el lado de los beneficios, o sea el salario que devengan los nuevos administradores, la situación se vuelve bastante atractiva. Los egresados de Harvard y Stanford ganan casi ochenta mil dólares al año. Más aún, la quinta parte de los egresados de Harvard ganan salarios por encima de los cien mil dólares al año. Estos salarios de seis cifras en dólares son apabullantes. Quienes se ganan los cien mil dólares obtienen al año lo mismo que 110 colombianos de salario mínimo.

El análisis Costo-Beneficio para un estudiante en los Estados Unidos parece bastante favorable. La tasa interna de retorno  parece ser alta, los aumentos en los ingresos derivados de la educación en una buena universidad de los Estados Unidos muy probablemente compensan los costos de matrícula y el costo de oportunidad de retirarse del mercado por dos años. Para un Banco el riesgo de prestarle a un estudiante para los gastos de matrícula no es muy grande pues con lo que gana en cuatro meses puede pagar el valor del préstamo.


Para un estudiante colombiano el estudio costo-beneficio es mucho menos claro. Si decide volver a Colombia a trabajar, sus ingresos se reducen considerablemente. Con un sueldo de siete cifras requeriría trabajar año y medio para poder pagar los costos de la matrícula. El acceso al crédito es también mucho más difícil y los Bancos estarían muy poco dispuestos a prestar para este tipo de actividades. 

sábado, 3 de noviembre de 1990

Constituyente y burocracia

El contacto con la realidad burocrática es que simplemente la administración colombiana es mala, en parte, porque no cuenta con sistemas administrativos eficaces.

El contacto de la gente con el sector público es a veces muy traumático. Por lo general se siente uno impotente ante e incapaz de mover las agencias del Estado. Los reclamos ante el ISS por cobros excesivos parecen no solucionarse nunca. Los huecos permanecen destapados por períodos largos. El nombre y la dirección en los recibos de los teléfonos, continuan saliendo a nombre del antiguo propietario a pesar de haber realizado todos los trámites requeridos.

Dentro de esta serie de inconvenientes hay momentos en que uno se reconcilia con la burocracia, al fin sale el arreglo en la facturación del ISS sin tener que haber acudido a los colegas que están bien colocados. El hueco que se atravesaba todos los días en nuestro camino a la oficina, aparece tapado gracias a la campaña de un noticiero de la televisión y volvemos a hacer las vueltas en los teléfonos con la esperanza que algún día, al fin, el teléfono aparezca a nuestro nombre.

Cualquier ciudadano pensaría que esto se debe a que al fin se nombró a un buen gerente y que ahora las cosas si se van a arreglar. Sin embargo, cuando se compara con los logros en otros países donde la burocracia realmente funciona, sin tener genios que manejen las empresas, la pregunta que surge es qué se requiere para que esto suceda. En estos días se podría pensar que lo que nos diferencia de los otros países es que donde las cosas funcionan mejor es por que tienen una constitución mejor. Y que el camino a una mejor administración pública es la constituyente.

El contacto con la realidad burocrática es que simplemente la administración colombiana es mala, en parte, porque no cuenta con sistemas administrativos eficaces. Toda la administración esta concebida para que sea manejada por genios incorruptibles. El Estado interviene en demasiadas cosas, los funcionarios públicos tienen poderes discrecionales muy grandes y además no cuentan con los sistemas administrativos que los soporten. En otras partes, la administración pública está concebida para que la manejen gentes normales con una capacidad normal, tienen sistemas establecidos y hacen una efectivo control de gestión. En Colombia, por el contrario, los sistemas administrativos de la mayoría de los Institutos y Empresas del Estado dejan mucho que desear y por lo tanto los buenos resultados dependen de que en un puesto se pueda contar con un genio motivado y honesto.

Infortunadamente, cuando aparece este genio y logra mejorar la eficiencia de las empresas, comienza a sufrir la persecución de los que se benefician de la marcha del Estado.  Los ataques de los políticos y de los funcionarios incapaces, hacen que muy pronto el funcionario tenga que dedicar más tiempo a defenderse que a realizar su labor. Si esto no fuera suficiente, muy pronto se da cuenta que por la errónea creencia que los funcionario públicos tienen que ganar sueldos inferiores a los 1000 dólares mensuales, su sueldo no le está rindiendo ni para atender sus necesidades básicas.


El "Nuevo Estado" que va a surgir de la constituyente debe basarse en una mejor infraestructura administrativa. Debe buscarse la asesoría de personas y entidades que permitan diseñar y poner en práctica sistemas mejores y debe basarse en remuneraciones adecuadas. Además, es necesario limitar la excesiva injerencia de la clase política en la administración de las empresas públicas. 

lunes, 29 de octubre de 1990

¿Qué es primero la obra o el impuesto?

En Bogotá en épocas de grandes alcabaleros el proceso de la definición del presupuesto se invierte. Se hacen reformas tributarias que generan cuantiosos recursos y a partir de esto se definen las obras que se van a hacer.

A diferencia de lo que ocurre con el huevo y la gallina, en los textos de las finanzas públicas, la definición del presupuesto es en principio muy sencilla. El encargado de las decisiones debe determinar primero su programa de obras, y a partir de este los recursos con que debe contar para su ejecución. El programa se determina, obviamente después de conocer las que producen la mayor rentabilidad para la sociedad. Una vez se ha definido el programa de inversión se deben considerar las posibles limitaciones que puedan surgir. En primer lugar, se deben estudiar las limitaciones  en la capacidad de ejecución de la agencia encargada. La experiencia ha mostrado que en Colombia la capacidad de las agencias del Estado han hecho que los programas de inversión no se ejecuten en su totalidad dentro del plazo previsto. Además, en algunas ocasiones los programas de inversióin no se pueden ejecutar por circunstancias de carácter macroeconómico. Los programas acordados con los organismos multilaterales de Crédito por lo general contienen compromisos sobre el tamaño del programa de inversión para hacerlo compatible con la estabilidad económica.

Solamente cuando se ha definido un programa prioritario que tenga en cuenta las limitaciones impuestas por las restricciones internas de carácter institucional y por las que tienen que ver el programa macroeconómico debe comenzarse a pensar en la fuente de recursos para el plan.  

En Bogotá en épocas de grandes alcabaleros el proceso se invierte. Se hacen reformas tributarias que generan cuantiosos recursos y a partir de esto se definen las obras que se van a hacer. Este proceso en contra vía de lo que recomienda la teoría de las finanzas públicas ha mostrado grandes problemas pues por una parte las obras seleccionadas a posteriori no reflejan una sana política de prioridades sino que se convierten en la feria del puente sin orejas. Además, en el largo plazo, las obras son substituidas por gastos en Burocracia. Como ya lo ha dicho el ilustre Profesor Parkinson, el número de burócratas crece hasta copar el presupuesto. Al aumentar los impuestos no aumentan las obras sino que aumentan los gastos en burocracia y los salarios de los sindicatos de los empleados públicos. La idea de Reagan con la inspiración parcial de Milton Friedman fue mantener los recursos del Estado constantes para limitar de esta manera su tamaño. La idea de los alcabaleros bogotanos es, por el contrario, aumentar el tamaño de los impuestos para terminar con un Estado gigante e ineficiente.

Como ya lo han puesto de manifiesto distinguidos comentaristas como el Doctor Lemos Simmons, el bogotano que vive en los estratos malditos siente que le están confiscando sus ahorros. El beneficio potencial de las obras prometidas no tiene mucho que ver con el esfuerzo fiscal que se le exige. El tal beneficio general que se alega apenas llega al grado de coronel. El aumento en el precio de los terrenos obtenido como consecuencia de las mejoras en la accesibilidad producida por las nuevas vías indudablemente recae en unas zonas específicas. Como lo muestran los estudios de los economistas urbanos, el beneficio de las mejoras viales tiende a favorecer a las tierras ubicadas en la periferia de la ciudad. Como en un juego de suma cero, esta mejora es sufragada por propietarios cuyos terrenos pierden valor.


Los que pasamos por la carrera séptima entre la 61 y la 73 a veces dudamos que la administración inventora del solo hueco, o sea un carril dedicado solo a los huecos de las nuevas líneas teléfonicas, pueda concluir con éxito y dentro de los próximos dos años un plan de la magnitud contemplada en el Acuerdo aprobado recientemente por el Concejo. Para bien de la ciudad esperamos estar equivocados. 

lunes, 22 de octubre de 1990

¿Qué Nos Pasa?

De manera sutil hemos pasado de una situación económica digna de figurar en el Libro Guinnes de los Récords por lo buena, a una en la que se requiere un tratamiento de choque para enderezarla.

En los últimos días los medios se han vuelto a ocupar de temas económicos. Esta vez el debate se ha planteado en el Congreso de la República y ha tenido que ver con el manejo del Banco Cafetero y con el reintegro de divisas por parte de la Federación. El público comienza a tomar conciencia que la situación económica no era muy buena al comenzar este gobierno pues permanentemente han venido apareciendo problemas que se habían mantenido ocultos por mucho tiempo.

No solo ha sido necesario, incrementar el precio de la gasolina, elevar las tarifas del servicio de energía y presentar al Congreso de la República un paquete grande de reformas, sino que se han tenido que plantear cambios en una de las principales instituciones financieras del país.

El enfrentamiento entre el Gerente y la Junta Directiva del Banco, que desafortunadamente no ha podido solucionarse, no puede entenderse sino como un claro rechazo al manejo que se le había venido dando al Banco Cafetero. El deseo de realizar cambios en todas las Sub‑Gerencias estaría más en consonancia con una toma hostil como las que ocurren en los Estados Unidos que con un relevo entre gobiernos del mismo partido político.

De los últimos acontecimientos se podría pensar que el equipo económico del Gobierno anterior no tuvo muchos aciertos. Más aún, por los titulares de las publicaciones gobiernistas se podría pensar que el Gobierno Barco fue muy similar al de Alan García. De manera sutil hemos pasado de una situación económica digna de figurar en el Libro Guinnes de los Récords por lo buena, a una en la que se requiere un tratamiento de choque para enderezarla.

En esta como en muchas otras oportunidades la verdad parece estar en el justo medio. La situación no era tan buena como la pintaban los gobiernistas de hace seis meses ni tan mala como la pintan los gobiernistas de hoy, muchos de ellos también gobiernistas de ayer.  La ausencia de los principales protagonistas del gobierno pasado, no debe ser motivo para que no se defienda lo bueno que se hizo durante los últimos años.

El Ministro Alarcón realizó una gestión que aunque imperfecta merece una calificación aprobatoria. Si no se pudieron alcanzar las metas propuestas y se falló en el control de la inflación no fue solo por culpa del Ministro de Hacienda. Las dificultades del gobierno con los partidos políticos, la falta de liderazgo, los problemas de orden público no pueden olvidarse al mirar por el espejo retrovisor. El culpar implícita o explícitamente al Ministro Alarcón de una situación difícil no deja de tener sus tintes de injusticia.

No debemos olvidar que el Doctor Alarcón reemplazó como Ministro de Hacienda al Presidente Gaviria y que gran parte del equipo que colaboró con Alarcón está hoy en día al frente de la política económica. Las críticas a la gestión económica anterior, quiérase o no tienen que afectar al partido de gobierno y a los encargados actuales de conducir la economía del país y no pueden concentrarse en un funcionario que cumplió sus deberes con responsabilidad.




lunes, 15 de octubre de 1990

Premio Nobel 1990

El ganador del Premio Nobel el año pasado el econometrista noruego Trygve Haavelmo fue una gran sorpresa. Sin embargo, la mayoría de las veces los elegidos se han destacado en los medios académicos y han sido distinguidos por sus colegas.

A mediados de Octubre la Academia Sueca hará una nueva elección del Premio Nobel de Economía. Hace un año por esta fecha, en una columna de LA PRENSA se hicieron algunas cábalas sobre los candidatos con mayor opción a la más codiciada distinción entre los economistas profesionales. El ganador del Premio Nobel el año pasado el econometrista noruego Trygve Haavelmo fue una gran sorpresa. Sin embargo, la mayoría de las veces los elegidos se han destacado en los medios académicos y han sido distinguidos por sus colegas. Paul Samuelson, Milton Friedman, James Tobin, Kenneth Arrow, Lawrence Klein y Robert Solow, han sido premiados con la medalla John Bates Clark antes de haber ganado el Premio Nobel. Maurice Allais, Friedrich Hayek, John R Hicks, James Meade, Richard Stone, Jan Tinbergen y el mismo Haavelmo, han sido nombrados miembros honorarios extranjeros de la Asociación Económica Americana (AEA) con anterioridad al Premio Nobel. Arthur Lewis, Herbert Simon, Gerard Debreu y James Buchanan, fueron reconocidos como Miembros Destacados de la AEA. James Tobin, W Arthur Lewis, Robert Solow, Simon Kuznets, George Stigler, han sido encargados de dictar la Conferencia Richard T. Ely.

Entre los opcionados para 1990 se podrían mencionar dos economistas americanos que han tenido vinculación con Colombia: Richard Musgrave y Hollis Chenery. El Profesor Musgrave de 80 años, autor del clásico "La Teoría de las Finanzas Públicas", expuso, por primera vez, de una manera clara y precisa, la teoría moderna de las finanzas públicas. Su trabajo es sin duda una de las contribuciones más importantes de los años cincuentas en este campo del conocimiento económico. Su cátedra en Harvard, aunque dictada con algún desorden, formó y motivó a muchos jóvenes economistas en el campo de las finanzas públicas. Hollis Chenery de 72 años ha hecho importantes contribuciones al estudio del desarrollo económico, no sólo en el campo teórico sino que también sirvió de guía para gran parte del trabajo del Banco Mundial en la época de MacNamara. El trabajo de Chenery se ha caracterizado por su carácter cuantitativo, con un manejo cuidadoso de cifras, lo cual ha permitido llegar a generalizaciones importantes sobre los patrones de desarrollo.

Menos conocidos en Colombia, pero con mayores posibilidades de lograr el Premio Nobel en 1990, están los economistas de Chicago Don Patinkin y Gary Becker. Don Patinkin de 68 años es el autor del conocido libro "Moneda, Interés y Precios". Su trabajo, iniciado como tesis doctoral, ha sido fundamental para el desarrollo  de la moderna teoría monetaria dentro de un marco de equilibrio general. No  solamente ha  estudiado los fundamentos microeconómicos de la teoría sino que logra una síntesis de las posiciones keynesianas y monetaristas extremas. La influencia del trabajo de Gary Becker de 60 años, ha sido muy grande, especialmente para los interesados en el campo de Capital Humano, para quienes es absolutamente imprescindible la consulta de sus investigaciones. Su trabajo ha marcado la pauta para estudios posteriores en otros campos tales como la economía de la discriminación, objeto de su tesis doctoral, y la economía del crimen y castigo.  Su incursión en el área de la sociología ha dado una nueva perspectiva al estudio de la familia, en especial a las decisiones sobre matrimonio y número de hijos.

Henry Theil (66 años), Hendrik Houthakker (66 años) y Edmond Malinvaud (67 años) son economistas europeos con buena opción para el Nobel. Los dos primeros son holandeses radicados en Estados Unidos y el último es francés y director del INSEE (el DANE francés). Si bien sus contribuciones al avance de la ciencia abarcan campos relativamente diferentes, sus trabajos son bastante familiares a los econometristas. Los libros de Theil y Malinvaud han servido de texto en cursos avanzados de las universidades americanas.  Los trabajos empíricos y teóricos de Houthakker han sido fundamentales para el conocimiento de la demanda de los consumidores. Temporalmente ha interrumpido su carrera para servir en el Consejo de Asesores Económicos de los Estados Unidos.


Todos los anteriores economistas son magníficos candidatos para el Premio Nobel. Sin embargo, quien ha hecho una de las carreras académicas más brillantes ha sido Dale W. Jorgenson, Profesor de la Universidad de Harvard. Jorgenson ha sido un pionero en los campos de la teoría del crecimiento, mediante una investigación meticulosa de las fuentes de crecimiento de las principales economías. Además, ha hecho investigaciones importantes en el campo de la planeación energética, ha desarrollado sistemas de medición para el capital humano y ha construido la moderna teoría de la inversión. El trabajo de Jorgenson ha sido prolífico gracias a su gran habilidad para dirigir investigaciones de sus estudiantes y colaboradores. Si no fuera por su edad (57 años) Jorgenson sería un firme candidato para el premio Nobel de este año. La Academia Sueca tiende a nominar personas de mayor edad. 

lunes, 8 de octubre de 1990

Ahorro en Verdes

El Modelo de Desarrollo en que esta empeñado el nuevo gobierno, en donde los sectores de exportación van a desempeñar un papel protagónico, no tiene todavía un esquema financiero muy definido.

 Como se demostró con la puesta en Marcha del Plan de Desarrollo de Las Cuatro Estrategias, el éxito de un plan depende en buena parte en lograr movilizar los recursos para llevarlo a cabo. El Modelo de Desarrollo en que esta empeñado el nuevo gobierno, en donde los sectores de exportación van a desempeñar un papel protagónico, no tiene todavía un esquema financiero muy definido. Si bien se ha hablado de buscar financiación externa no se ha mencionado la importancia de lograr movilizar recursos internos para esto.

Uno de los elementos que se han contemplado es la repatriación de capitales. Para un economista es fácil pensar que mientras no cambien las condiciones que afectan la decisión de invertir en el exterior y no en Colombia no va a tener éxito la medida. La experiencia diaria muestra que algunos de los que han sacado su dinero han buscado un medio de conservar el poder adquisitivo de sus ahorros. La devaluación y las tasas de interés pagadas por los bonos del gobierno americano han hecho muy atractivo el ahorro en dólares. Aún el caso de una cuenta corriente con intereses es bastante atractivo pues paga la devaluación y algún pequeño retorno manteniendo una relativa liquidez.

Así como el haber reconocido la tasa de interés real medida en pesos para financiar bienes locales como la vivienda fue una medida buena, ahora parecería razonable establecer esquemas para financiar la apertura con base en tasas de interés en dólares. No solo la gente desearía tener sus ahorros en Colombia sino que muchas instituciones que requieren proteger sus reservas técnicas podrían hacer uso de estos instrumentos.

Las entidades de previsión social encontrarían muy atractivo colocar sus excedentes en estos bonos en dólares para contar con unas reservas que mantengan su poder adquisitivo medido en dólares. La desconfianza natural de los afiliados a las promesas del gobierno se podría evitar si el garante de estos bonos fuera el Banco de La República.

Alternativamente, se podría dar la opción al afiliado del Seguro Social para trasladar sus ahorros a fondos pensionales privados. El valor de los ahorros en los fondos privados de pensiones debería estar ligado al dólar. Las nuevas contribuciones de los trabajadores ya no se harían al Seguro Social sino al fondo de pensiones privado.

Para incentivar el uso de estos recursos por los empresarios colombianos, el gobierno debería incentivar la creación de mecanismos de protección del riesgo cambiario. En el largo plazo, el éxito del nuevo esquema financiero indudablemente dependería del logro de un crecimiento acelerado. Si nuestro ingreso percápita crece rápidamente en dólares y si  las inversiones que se hacen son rentables el sector productivo podrá pagar los préstamos.

Indudablemente, es mejor deberle a ahorradores colombianos que a bancos internacionales que muchas veces exigen cosas que el país no está en posibilidades de cumplir. Es mejor incentivar a que los colombianos financiemos nuestro déficit fiscal a seguir contribuyendo con nuestras medidas, a que a través de la fuga de capitales financiemos el déficit fiscal de los Estados Unidos.


lunes, 24 de septiembre de 1990

Acordémonos del Profesor Laffer

La Empresa de Energía para concientizar a los ciudadanos debería comenzar a publicar información periódica sobre el valor de este gigantesco programa de distribución del ingreso.

En estos días uno de los temas de discusión ha sido el alza de las tarifas de energía. Infortunadamente, los comentarios sobre el tema han ignorado aspectos muy importantes. En primer lugar, los comentaristas han desconocido aspectos importantes del esquema tarifario de la Empresa de Energía de Bogota. En segundo lugar, han ignorado los efectos que tendrán las medidas en el consumo de los bogotanos.

Aunque la presentación de la noticia sobre las tarifas de energía han resaltado el impacto en los diferentes estratos, la realidad es que las tarifas de energía están ligadas al consumo y en mínima parte al estrato. El barrio donde se vive prácticamente no afecta el cobro de la tarifa de energía eléctrica. La gran diferencia en las cuentas se debe a variaciones en los consumos.  En el caso bogotano, las grandes diferencias en la facturación se pueden explicar por el hecho de cocinar o calentar el agua con electricidad y no con gas. Una familia de un estrato alto si utiliza el gas para calentar agua y para cocinar puede tener una factura notablemente menor que otra de su mismo nivel de ingresos que utiliza la electricidad para cocinar y calentar el agua.

Por otra parte, las noticias tienden a destacar el papel de las Empresas. Curiosamente, hoy en día cuando se vive un proceso descentralista el gobierno nacional tiene más influencia en la fijación de tarifas que nunca. Anteriormente, las Juntas Directivas de las Empresas de Servicios fijaban sus propias tarifas. Anteriormente, la Junta Nacional de Tarifas tenía un poder de veto sobre las decisiones de las Empresas de Servicios Públicos y de sus Juntas Directivas. Desde mediados de los ochentas las políticas de tarifas comenzaron a ser fijadas por la Junta Nacional de Tarifas dependiente de Planeación Nacional. Las Empresas lo único que pueden hacer ahora es conseguir aplazamientos en algunas medidas que no pueden ser puestas en práctica inmediatamente.

Más aún, como se ha mencionado en esta columna, el gobierno nacional buscando proteger a los estratos bajos ha distorsionado la estructura de las tarifas de la Empresa de Energía de Bogotá. Las tarifas para los sectores productivos están muy por encima del costo de producción mientras que las tarifas para bajos consumos son muy inferiores a su costo.  Está gran distorsión de las tarifas ha convertido a las Empresa en un competidor del Instituto de Bienestar Familiar cobrando impuestos a las empresas para darle a los pequeños consumidores energía eléctrica muy barata.

La solución del problema estructural de las tarifas creada por las políticas distributivas del gobierno nacional requiere un aumento considerable a los pequeños consumidores y una rebaja sustancial a los sectores productivos. Como lo muestran las últimas medidas sobre tarifas, donde no se han tocado las tarifas de los pequeños consumidores, ni se han rebajado las tarifas del sector productivo este gigantesco programa de impuestos y subsidios no es fácil de desmontar a pesar de estar causando serias distorsiones.

Como la ciudadanía no está muy consciente de la existencia de este problema no existe ninguna presión para llegar a una estructura tarifaria más adecuada. La Empresa de Energía para concientizar a los ciudadanos debería comenzar a publicar información periódica sobre el valor de este gigantesco programa de distribución del ingreso. Como el objeto social de la Empresa no es propiamente el de quitarle a los ricos para darle a los pobres en sana lógica quien debería financiar este benemérito programa sería el gobierno nacional.

Los aumentos de tarifas no son una verdadera solución a los problemas de las Empresas. Si bien los ingresos pueden responder, en el corto plazo, a un aumento en las tarifas, en el largo plazo su impacto en las finanzas de la Empresa no es muy considerable. Como bien se sabe, cuando el precio de un bien sube el consumidor trata de economizar sus uso. Al subir el precio de la energía eléctrica el usuario tiende a disminuir su consumo. Apaga las luces, deja de usar la secadora eléctrica, lava a mano, se levanta temprano a prender el calentador, deja de ver la televisión.Si esto no es suficiente, cambia a otros energéticos y compra aparatos que utilicen más eficientemente la energía. Todo esto tiene como consecuencia que el consumo de energía disminuya y que el recaudo de la empresa no sea proporcional al aumento de las tarifas.

Estudios de famosos economistas de los Estados Unidos han encontrado que por cada diez por ciento de aumento de las tarifas de energía el consumo disminuye en el mismo diez por ciento. Como consecuencia del comportamiento de los usuarios las empresas terminan como el famoso comercial de la cruz roja con los mismos quinientos pesitos.

Esta respuesta del consumidor al aumento de las tarifas es mucho más fuerte a nivel de los grandes consumidores que tienen consumos discrecionales. Los pequeños consumidores tienen menos margen de maniobra pues sus consumos tienden a ser esenciales. Como nos lo ha enseñado Marshall la demanda de los consumidores es menos elástica cuando la fracción del ingreso gastado en el bien es menor.

No hay que olvidar que las pérdidas no son una consecuencia únicamente de una mala administración sino que también se afectan por las altas tarifas. Los hechos recientes muestran que el mantener tarifas elevadas incentiva el fraude. Así como los altos aranceles incentivan el contrabando y la expansión de los San Andresitos, las altas tarifas incentivan el fraude y la aparición de empresas paralelas que logran reducir milagrosamente las facturas de la empresas y de los altos consumidores.

Finalmente, no debemos olvidar que para las tarifas de los servicios públicos al igual que para los impuestos también se da la curva de Laffer. Para una tarifa de cero el recaudo es cero y para una tarifa muy alta el recaudo de la empresa también es cero. En un rango de la curva puede suceder que el aumento de la tarifa esté asociado con una disminución del recaudo.