lunes, 25 de febrero de 1991

Impuestos de Guerra

Los libros de texto elementales nos enseñan que, en la mayoría de los casos, el aumento  en los impuestos conlleva una disminución en la demanda agregada y por lo tanto da lugar a tendencias recesivas.

El gobierno recientemente ha incrementado los impuestos, con el fin de financiar aumentos en el presupuesto del Ministerio de Defensa, destinados a enfrentar la escalada guerrillera. Este aumento en los impuestos, no solo ha puesto sobre el tapete el manejo mismo de la Defensa Nacional, sino que ha dado pie para que algunos comentaristas vuelvan a considerar la conveniencia de un Ministro de Defensa Civil.

El efecto económico del impuesto no ha sido objeto de análisis. Sorprende que en una situación como la actual, en donde estamos bordeando la recesión, nadie haya comentado sobre los posibles efectos recesivos del aumento de los impuestos. Los libros de texto elementales nos enseñan que, en la mayoría de los casos, el aumento  en los impuestos conlleva una disminución en la demanda agregada y por lo tanto da lugar a tendencias recesivas.

A diferencia del caso colombiano, el cambio en la política fiscal de los Estados Unidos y sus posibles efectos en la estabilización de la economía es objeto de considerable debate. Además, no solo se hacen predicciones sobre los posibles efectos de los cambios en la política fiscal sino que se practica un seguimiento a esas predicciones. En algunos casos, entre los que se destaca la disminución de impuestos llevada a cabo por el Presidente Kennedy a comienzos de los sesenta, no solo había una gran corriente de opinión que consideraba que la disminución de los impuestos iba a impulsar el crecimiento económico, sino que además los resultados concordaron con las predicciones. Como bien se sabe, la economía de los Estados Unidos gracias a este impulso logró pasar por un período importante de crecimiento económico.

En otros casos, como en el del aumento de impuestos para financiar la guerra de Vietnam propuesto por el Presidente Johnson, los resultados no han sido iguales a los que habían calculado los promotores de la idea.

El caso del aumento de la guerra de Vietnam es muy interesante por varios aspectos. En primer lugar, porque la decisión se demoró mucho más de lo recomendable. El temor a incurrir en los costos políticos de un aumento de los impuestos tuvo como consecuencia que la economía operó por mucho tiempo por encima de sus posibilidades. El recalentamiento de la economía americana tuvo como consecuencia la formación de unas expectativas inflacionarias que redujeron el efecto de una política de contracción de la demanda.

En segundo lugar, las medidas cuando finalmente se adoptaron tuvieron un carácter temporal. La sobretasa del impuesto a la renta aprobada por el congreso solo tuvo una vigencia limitada. Estas dos circunstancias hicieron que el resultado final fuera muy diferente al que se había pronosticado. En lugar de estabilizarse, la economía americana continuó padeciendo sus males inflacionarios.

El debate económico sobre la sobretasa al impuesto de la renta ha dejado bien claro que el efecto de un impuesto tiene que ver con su naturaleza. Para que haya una reducción en la demanda del sector privado es necesario que se crea que el impuesto va a ser de carácter permanente. Si las familias consideran que el impuesto es de carácter temporal, en lugar de reducir el consumo disminuyen su ahorro. Si el consumo se mantiene, las presiones inflacionarias continúan y el impuesto no tiene los efectos macroeconómicos que se enseña en los cursos de principios de economía.


Esta experiencia americana nos estaría enseñando que los cambios recién anunciados no van a tener un efecto muy importante en el consumo de las familias colombianas, sino que más bien van a tener un efecto negativo en la capacidad de ahorro del sector privado colombiano. Nos queda pues el consuelo que estas medidas no van a contribuir de manera muy importante en la recesión que se nos avecina.  

lunes, 18 de febrero de 1991

Plan de Desarrollo Alternativo

 Infortunadamente, los planes de desarrollo no gozan de suficiente divulgación y discusión. La principal razón para no poder hacer un debate efectivo es que habitualmente no existe una alternativa contra la cual se pueda comparar.

El primer año de gobierno es de trabajo interno en el Departamento Nacional de Planeación. Los funcionarios del DNP en este primer año deben, además de cumplir con sus responsabilidades habituales, ocuparse en la elaboración del Plan del Gobierno que comienza.

Los documentos preparados por Planeación Nacional no solo sirven para material de lectura de los cursos de Desarrollo Económico de nuestras universidades, sino que fijan las prioridades del Gobierno Nacional en el próximo cuatrienio.

Estos planes de desarrollo por regla general tienen dos aspectos importantes. Por una parte, son documentos de diagnóstico bastante interesantes. Los  estudiosos encuentran en ellos, además de una abundante información estadística, una lista de los principales problemas sectoriales y de los deseos del gobierno para encontrarles solución. En segundo lugar, los planes de desarrollo presentan una lista de los proyectos de inversión que está considerando el gobierno.

Infortunadamente, los planes de desarrollo no gozan de suficiente divulgación y discusión. La principal razón para no poder hacer un debate efectivo es que habitualmente no existe una alternativa contra la cual se pueda comparar. La oposición, reflexiva o irreflexiva, no tiene los medios para ensamblar un documento en el que se expresen sus prioridades. En estas circunstancias, lo que ocurre es que la oposición se dedica a realizar algunas críticas, muchas veces valederas, sobre las inconsistencias que presenta el plan del gobierno.

En otros países, los centros de investigación cada año elaboran documentos en donde se presentan otras prioridades alternativas. El esfuerzo de la Brookings Institution en los Estados Unidos es algo que siempre me ha causado admiración. En 1977 bajo la dirección del ya fallecido Joseph Pechman comenzó a publicar anualmente su libro sobre alternativas presupuestales que ha contribuido notablemente a desarrollar un debate más fructífero sobre el presupuesto.

La Cámara de Comercio de Bogotá desde hace unos cuatro años bajo la dirección de su Presidente ha venido trabajando en la elaboración de planes de desarrollo. Inicialmente, el esfuerzo se concentró en la elaboración de planes de desarrollo para Bogotá. Recientemente, este esfuerzo se ha ampliado para la elaboración de planes de desarrollo a nivel nacional.

El resultado de este esfuerzo se ha resumido en dos magníficos volúmenes que en épocas recientes fueron entregados al Presidente Gaviria. Bajo el título "Una aproximación al futuro: Colombia Siglo XXI", Confecámaras ha entregado a la opinión un magnífico plan de desarrollo alternativo.


Después de leer estos dos ejemplares y apreciar la calidad de la mayoría de los documentos, el único sabor amargo que queda es encontrar que el esfuerzo se ha entendido más como una colaboración con el gobierno, que un esfuerzo para presentar una alternativa coherente que se pueda comparar con la presentada por el gobierno. Es mi sentir que las Cámaras de Comercio contribuirían más a un debate democrático si se incluyeran autores que representaran otras opiniones. Al leer la distinguida lista de ponentes inmediatamente le viene a la memoria la foto de la campaña de uno de los precandidatos liberales de 1990.

lunes, 11 de febrero de 1991

Bogotá 1992-1994

El poco éxito alcanzado por el actual Alcalde, el descontento con los partidos tradicionales, el fuerte impacto del alza en los servicios públicos, la nueva contribución de valorización y la recesión que se avecina, son razones poderosas que pueden sacar adelante una candidatura de oposición.

Si la Asamblea Constituyente no dispone lo contrario, dentro de un año y un mes, Bogotá tendrá un nuevo alcalde electo. Si la elección fuera este año y teniendo en cuenta la situación económica sería muy posible que el partido liberal perdiera la alcaldía. El poco éxito alcanzado por el actual Alcalde, el descontento con los partidos tradicionales, el fuerte impacto del alza en los servicios públicos, la nueva contribución de valorización y la recesión que se avecina, son razones poderosas que pueden sacar adelante una candidatura de oposición.

Adicionalmente, el partido liberal se encuentra dividido en su apreciación de la administración distrital. Se pueden apreciar tres tendencias dentro del partido liberal. Una encabezada por El Tiempo que respalda irrestrictamente al Alcalde, encuentra meritorio que haya terminado algunas de las obras que venía realizando la Administración anterior. Su fervor llega hasta el extremo de resaltar como un gran logro el habernos dejado sin agua durante un largo fin de semana. Otra vertiente del partido se ha alejado del burgomaestre, algunos de los aspirantes han comenzado a distanciarse. La tercera tendencia encabezada por el Doctor Carlos Lemos Simmonds, distinguido constituyente con columna en El Tiempo, ha entrado en franca oposición. Esta tendencia ha encontrado en los excesivos cobros de la administración del Alcalde de Verdad, una bandera electoral muy atractiva. Su movimiento 4:56 ha venido creciendo bajo el impulso de políticas tarifarias equivocadas que por favorecer a los pobres han llegado a alienar a las clases altas.

El ciudadano encuentra que la actual administración no ha cumplido mucho de lo que prometió. En la campaña se le creó al candidato una imagen de ejecutivo de verdad. Se hizo creer a la ciudadanía que se iba a cambiar la Administración Distrital. La realidad es bien diferente. En lugar de mejorar la gestión y de instalar su prometido tablero de control, lEo que se ha hecho es crear nuevos Departamentos y contratar una gran cantidad de asesores muchos de ellos pagados por Naciones Unidas. Además, por mirar por el espejo retrovisor ha perdido muchas veces el rumbo que había fijado en su campaña.

Sin contar como éxito el aumento desmesurado de la valorización por beneficio general, hasta el momento, lo más importante que ha hecho la Administración es la creación de los CADES. Estos centros cuyo concepto se originó en la patria chica del actual burgomaestre tienen un aparente atractivo. En principio, al ciudadano se le facilita su acceso a las instituciones del gobierno. En la práctica, la creación de los CADES no representa una gran mejora. Por el momento, lo único que se ha hecho es bautizar algo ya existente con un nombre más sonoro. Debemos recordar, que desde hace varios años los usuarios de los servicios públicos podían pagar en un mismo sitio todas sus cuentas de servicios.

Más aún, el establecer sitios especializados para el pago de servicios públicos y de impuestos es algo totalmente anacrónico. Como lo puede comprobar cualquier persona que haya vivido en los Estados Unidos, el realizar un viaje especial para hacer un pago es el colmo del absurdo. El pago por correo es infinitamente más eficiente que hacer un viaje a un sitio especializado. Los que tienen un microcomputador con un modem pueden evitarse la estampilla del correo y el viaje al buzón haciendo una transferencia electrónica de fondos. Los pocos que no tienen cuenta corriente en Estados Unidos pueden hacer sus pagos en los Supermercados y Droguerías, combinando sus compras con el pago de los servicios.

La reciente experiencia colombiana ha mostrado que el peor error que puede hacer el gobierno es recibir directamente los pagos. La Dirección de Impuestos afortunadamente acabó con las recaudaciones de impuestos. El Seguro Social ha venido reduciendo los pagos directos y ha incentivado el pago en Bancos. Esto no solo es importante porque baja los costos administrativos, sino por que además se eliminan gran parte de los fraudes. 

El Distrito está en mora de hacer lo mismo que hizo el gobierno nacional con sus recaudos. La Tesorería Distrital podría reducir drásticamente su nómina si en lugar de abrir nuevas oficinas suprime las recaudaciones existentes. De los quinientos empleados de la Tesorería se podrían eliminar por lo menos 420. Con los 80 restantes se podrían desempeñar las verdaderas funciones de una moderna tesorería. No podemos olvidar que en estas épocas modernas de transferencia electrónica de fondos, lo importante para el manejo eficiente de la liquidez es disponer de un flujo de información oportuno. El sistema financiero y los transportadores de valores pueden realizar las labores rutinarias del manejo del dinero contante y sonante. El Gobierno debería concentrarse en sus labores. La Tesorería a manejar la liquidez y la Secretaría de Hacienda, utilizando algunos de los actuales trabajadores de la Tesorería, se podría dedicar al control de los recaudos.

lunes, 4 de febrero de 1991

Argentina: De Canciller a Mago

Domingo Cavallo se ha venido preparando desde sus épocas en Harvard para dirigir la economía argentina.

En la semana que termina hubo una conmoción en la economía de la República Argentina. El Ministro de Economía Erman González presentó renuncia y en su reemplazo el Presidente Menem nombró al Canciller Domingo Cavallo. A quienes no están familiarizados con los desarrollos de Argentina les causaría mucha sorpresa esta decisión pues pensarían que ni al mismo don Germán Montoya se le hubiera ocurrido cambiar al Ministro Luis Fernando Alarcón reemplazándolo por el Canciller Londoño Paredes nuestro gran experto en fronteras.

Por el contrario, para los que hemos tenido el gusto de conocer al Canciller Cavallo el cambio se nos ha hecho lo más natural del mundo. Tuve el grato honor de iniciar el programa doctoral en el Departamento de Economía de la Universidad de Harvard con el hoy Ministro de Economía de la hermana República Argentina. Domingo, siempre se destacó por su dedicación y fue uno de los mejores estudiantes. No solo descolló como un líder entre los estudiantes latinos sino que siempre sobresalió en una promoción en la que también estaban Jeffrey Sachs y Alan Auerbach quienes han tenido un notable éxito profesional.

Domingo Cavallo se ha venido preparando desde esas épocas para llegar a dirigir la economía argentina. Siempre estuvo interesado en ver la manera como se podían aplicar los conocimientos adquiridos en la universidad para mejorar el manejo tan complejo de la economía de su país. El fruto de su análisis culminó en su tesis de doctorado. En ella formulaba un plan para la estabilización de la economía argentina. Las charlas con el hoy Ministro de Economía de la Argentina forman una parte inolvidable de mi paso por Harvard. Los comentarios de Domingo Cavallo siempre llenos de sabiduría han influido considerablemente en mi manera de ver las cosas y los de las personas que han trabajado con él. De su época de Harvard y de su asistencia a la cátedra de econometría nació una importante relación profesional con el magnífico economista Yair Mundlak. Los estudios de Cavallo y Mundlak hechos para el IFPRI sobre el sector agropecuario argentino son sin lugar a duda un ejemplo de investigación económica aplicada. Estos estudios han servido de ejemplo para mucha de la investigación realizada sobre el sector agropecuario en Latino América.

Uno de los más importantes logros profesionales del nuevo Ministro de Economía de Argentina ha sido la puesta en marcha del IEERAL el equivalente a nuestro Fedesarrollo. Este Instituto que nació en Córdoba, la segunda ciudad de la Argentina, se ha extendido a todo el territorio del país austral. Tal vez este es uno de los pocos casos en Argentina y en Latino América en el que un instituto del Interior logra expandirse por todo el país abriendo filiales en la capital y en la mayoría de las ciudades del interior. En Colombia, donde nuestros Institutos de Investigación han logrado un importante desarrollo todavía no existe uno verdaderamente nacional con sedes en varias ciudades y en los que se estudien las economías locales y regionales.


Para bien de un país que siempre hemos admirado, esperamos que el nuevo Ministro de Economía logre realizar el milagro de estabilizar su economía. Los que conocemos a Domingo Cavallo estamos seguros de que el puede ser el mago que estábamos esperando.