viernes, 28 de junio de 1991

Un Centavo para el Peso


Los eventos recientes en el manejo de la economía colombiana nos evocan esta situación en que ya casi cuando estábamos esperando cantar victoria tenemos que contentarnos con esperar a la próxima oportunidad





A los hinchas de las Medias Rojas de Boston nos ha pasado en repetidas ocasiones que el triunfo que hemos esperado con tanto anhelo se nos escapa en el último momento. La Serie Mundial de 1975 ante los Rojos y la de 1986 ante los METS se han perdido en el último out del último inning. Los colombianos seguidores de la selección nunca se olvidaran del momento en el que Robert Milla le arrebata el balón a Higuita y convierte el gol que nos elimina de Italia 90. Los comentaristas deportivos describen muy bien esta situación diciendo que tanto a las Medias Rojas de Boston como a la selección Colombia le quedó faltando el centavo para completar el peso.

Los eventos recientes en el manejo de la economía colombiana nos evocan esta situación en que ya casi cuando estábamos esperando cantar victoria tenemos que contentarnos con esperar a la próxima oportunidad. Las políticas económicas fijadas por el Presidente Gaviria y su Ministro de Hacienda nos dieron la impresión de que si bien no nos iban a conducir al futuro por lo menos nos sacarían del pasado y no ubicarían en el presente.

La apertura económica comenzada en el gobierno anterior parecía un instrumento idóneo para crecer a un ritmo suficiente para poder mejorar el nivel de vida de los colombianos. Las importantes reformas aprobadas en el anterior período legislativo parecían dar una base mucho más sólida al futuro desarrollo económico.

El equipo económico del Presidente Gaviria en sus primeros meses tuvo un desempeño bueno. Tomo muchas medidas valerosas que si bien le hicieron perder puntos con el ciudadano común contribuyeron a mejorar el panorama económico.

Infortunadamente, en el momento clave el equipo económico perdió el control de la política económica. El principal error fue sin duda demorar el proceso de apertura comercial. Las presiones de los gremios, ANDI y SAC lograron demorar el momento de la apertura. Las importaciones no crecieron como se esperaba por cuanto la gente encontró conveniente esperar a que bajaran los aranceles para hacer sus compras. El ejemplo más claro se puede ver en lo acontecido en el sector automotor. Las personas interesadas en adquirir un vehículo importado se entusiasmaron cuando supieron que el gobierno iba a bajar el arancel al módico ciento por ciento. Sin embargo, encontraron más rentable esperar a que el arancel bajara al 75%. Las importaciones demoraron en concretarse y en consecuencia contribuyeron a la acumulación de las reservas. La falta de reglamentación oportuna por parte del Ministerio de Desarrollo ha sido otro de los factores que han demorado las importaciones.

Las presiones monetarias creadas por la demora en el proceso de la apertura comercial se magnificaron al ponerse en práctica las reformas cambiarias. Al disminuirse las restricciones en el mercado cambiario se facilitó la entrada de los capitales golondrina. Bajo estas circunstancias, la elevación de las tasas de interés originada por la restricción monetaria tuvo como consecuencia una entrada masiva de capitales. El programa de estabilización se enfrentó, entonces, a una entrada de divisas de tal magnitud que neutralizó completamente el efecto contraccionista de la imposición de un encaje marginal del ciento por ciento.

La débil situación fiscal, especialmente de las empresas públicas no permitió contrarrestar las presiones monetarias mediante un aumento en el ingreso del sector público o una disminución del gasto del gobierno. Los problemas de las empresas públicas y la inflexibilidad del manejo de las finanzas del gobierno impidieron que la política fiscal se utilizara como elemento de estabilización importante.

El lograr un superávit hubiera sido muy importante pues, por un lado, se hubiera podido reducir el esfuerzo en el frente monetario y, por el otro hubiera podido el gobierno contar con los recursos para comprar los dólares que estaban regresando al país. Estos dólares hubieran servido para cancelar deuda externa y mejorar la situación de endeudamiento externo.

Los tres errores anteriores, demora en el proceso de apertura, liberalización anticipada del mercado cambiario y falta de ajuste fiscal tuvieron como consecuencia que el programa del gobierno no resultara exitoso. Ante el fracaso del programa ortodoxo de estabilización se ha resucitado un menú de medidas bastante heterodoxas. Los cambios múltiples, la revaluación de la tasa de cambio han surgido como alternativas atractivas para un gobierno que quiere cumplir unas metas. El éxito a corto plazo ha suplantado como propósito al crecimiento hacia afuera.

lunes, 24 de junio de 1991

¿Cuánto tienes, Cuánto Vales?

La medición correcta de la contribución del recurso humano debería ser un tema de investigación en Colombia. La forma como se calcula actualmente deja mucho que desear.
  
La gente es el recurso más valioso que tiene un país. La participación del trabajo es el componente mayoritaria del producto nacional. En los Estados Unidos más de las tres cuartas partes del ingreso se deben al factor trabajo. En Colombia el valor de la participación del trabajo es un poco menor. Según las cifras de las cuentas del Dane la participación del trabajo o sea la fracción del ingreso clasificada como remuneración a los asalariados es del 43% Sin embargo, esta cifra está subvalorada en las Cuentas Nacionales pues el ingreso de los trabajadores por cuenta propia así como el ingreso laboral de los dueños de las empresas se clasifica erróneamente como excedente bruto de explotación.

Algunos investigadores como el Profesor Harberger y Jorge García García han tratado de estimar la verdadera contribución del recurso humano al ingreso nacional. Los resultados obtenidos por estos distinguidos investigadores muestran que al clasificar de la manera correcta los ingresos medidos por el DANE, el panorama cambia. Al igual que en los Estados Unidos la mayor fracción del ingreso corresponde al trabajo y la menor al capital.

El medir la verdadera contribución del capital humano no solo requiere del tipo de ajustes hechos por Harberger y García sino que también exige calcular la contribución del capital humano que no aparece en las cuentas nacionales. En especial es necesario valorar la inversión en capital humano hecha por los estudiantes y la contribución de las sufridas amas de casa.

Las Cuentas Nacionales presentan un registro únicamente de las transacciones del mercado e ignoran el costo que tiene para la sociedad el hecho que un estudiante se matricule en una Universidad y deje de percibir un salario. El tiempo de los estudiantes no es tenido en cuenta en las Cuentas Nacionales. Las agencias encargadas de la Contabilidad Nacional no registran la inversión en Capital Humano realizado por los estudiantes. La verdadera formación de capital está entonces subvalorada por las agencias encargadas de llevar las Cuentas Nacionales.

La medición de la inversión en capital humano en los Estados Unidos ha sido un tema ampliamente estudiado. En mi tesis de grado de la Universidad de Harvard se desarrolla una metodología y se realizan estimativos para el período de la Postguerra. Los resultados de la tesis actualizados y revisados posteriormente por el Profesor Dale W Jorgenson y por Barbara Fraumeni muestran la gran contribución del capital humano a la economía americana.

La medición del aporte de la producción realizada en los hogares también ha sido un tema de interés para los investigadores de los Estados Unidos y de otros países. Los resultados de las investigaciones permiten tener una mejor idea de la evolución del desarrollo de un país. Las cifras de las cuentas nacionales tal como se presentan en las publicaciones oficiales tienden a sobreestimar el verdadero crecimiento del país. La actividad productiva realizada en los hogares hace treinta o veinte años era mucho mayor que la que se hace hoy en día. En consecuencia, la actividad no registrada era proporcionalmente mayor en el pasado que ahora. Esto significa que la actividad total ha crecido más lentamente que la actividad registrada en las cuentas nacionales.

La medición correcta de la contribución del recurso humano debería ser un tema de investigación en Colombia. La forma como se calcula actualmente deja mucho que desear. La manera de hacer los ajustes necesarios se ha ensayado con éxito en otros países. Desafortunadamente, para hacer los cálculos para el caso Colombiano sería necesario mejorar considerablemente la información estadística. 

lunes, 17 de junio de 1991

Seguros de Salud: Buen negocio para el sector privado pero malo para el gobierno

Infortunadamente, la alta rentabilidad de las entidades privadas que ofrecen el seguro de salud no se obtiene también en las instituciones del gobierno. Por el contrario, el Seguro Social tiene que cubrir la atención médica con los aportes de los otros riesgos.

Al sufrido usuario que recorre las calles llenas de huecos de Bogotá, le sorprende ver el surgimiento de entidades que ofrecen  seguros médicos voluntarios. Este boom del seguro médico voluntario parece estar mostrando que esta actividad debe ser atractiva para que las entidades financieras, que por lo general son muy cautas en entrar en nuevos campos decidan hacer inversiones en un nuevo negocio.

Infortunadamente, la alta rentabilidad de las entidades privadas que ofrecen el seguro de salud no se obtiene también en las instituciones del gobierno. Por el contrario, el Seguro Social tiene que cubrir la atención médica con los aportes de los otros riesgos.

Es tan grande el problema del Seguro Social que el Gobierno nos está anunciando un aumento del 100 por ciento en los riesgos de Invalidez Vejez y Muerte. La contribución va a pasar del 6.5 del salario al módico 13% Nuevamente nos consuelan a los trabajadores con el anuncio que únicamente nos va costar la tercera parte porque el patrono generosamente va a aportar las dos terceras partes.

Como nos enseñan en el primer curso de economía y como adecuadamente se registra en las cuentas nacionales, las contribuciones salariales son parte integrante de la remuneración de los asalariados. El aumento, por lo tanto va a recaer en los sufridos trabajadores que verán disminuidos sus menguados ingresos.
El aumento en la contribución al seguro social no tendrá como contraprestación ningún aumento en los beneficios pensionales. Simplemente, vienen a tapar unos huecos creados por un régimen pensional que fue aumentado generosamente en la administración Barco y a cubrir el mal manejo que se le ha dado a los administradores de los bonos de valor constante.

Los créditos baratos, las malas inversiones y las políticas generosas han ido acabando con los recursos del ISS. Más aún, el gobierno no ha hecho los aportes presupuestales para cubrir los huecos dejados por los errores en el manejo de estos fondos.

Al pensar que este aumento pueda seguir el mismo camino que el que han tomado las contribuciones anteriores, no puede uno menos que lamentar que el Congreso no hubiera aprobado la privatización del manejo de las pensiones. Muy distinto sería la actitud de los trabajadores hoy en día, si los recursos adicionales pudieran colocarse en la institución financiera de sus preferencias con la seguridad de que todo lo que se ahorra va a contribuir una vejez digna.


El camino fácil, tomado por el gobierno al aumentar las cotizaciones del Seguro Social antes que hacer los cambios y la privatización que el público esta demandando, nos ha desilusionado. Confiábamos en que tanto la directora del Seguro como el gobierno, tomarán las medidas difíciles de alta cirugía que requiere esta institución de Seguridad Social.

martes, 11 de junio de 1991

El dinero se resiste

La restricción del crédito interno ha afectado la actividad económica sin lograr un impacto importante sobre la inflación. El resultado del apretón se ha reducido a un aumento en las reservas internacionales.

Los primeros cinco meses del año han pasado sin que el crecimiento de los medios de pago haya disminuido. Los esfuerzos hechos por las autoridades han sido infructuosos. El apretón del crédito ha sido compensado por el incremento de las reservas internacionales. Este comportamiento de los medios de pago tiene bastante sorprendidos a las autoridades económicas y a los comentaristas.

La impotencia de las autoridades monetarias para controlar el dinero en buena parte se explica por el régimen de tasas de cambio imperante en Colombia. En el caso en que las autoridades monetarias fijan la tasa de cambio, deben comprar y vender todas las divisas que demandan los residentes del país. Bajo estas condiciones y cuando hay un movilidad alta de capitales, las restricciones monetarias dan lugar a ingresos de divisas que compensan las restricciones impuestas por las autoridades.

Bajo estas circunstancias en que el dinero no es controlado por la autoridad monetaria, el instrumento básico que le queda al gobierno es el control del crédito. En consecuencia, las autoridades únicamente controlan la parte del dinero que es de origen interno y el resto o sea el de origen externo, es determinado por los requerimientos de liquidez del público.

Lo descrito anteriormente es ni más ni menos lo que está pasando en Colombia. El gobierno no ha podido controlar los medios de pago, ha adoptado como su principal remedio el control del crédito interno y ha incrementado las reservas internacionales. La restricción del crédito interno ha afectado la actividad económica sin lograr un impacto importante sobre la inflación. El resultado del apretón se ha reducido a un aumento en las reservas internacionales.

Infortunadamente, el aumento en las reservas internacionales ha ocurrido en un mal momento. Este incremento ha coincidido con la contratación del famoso crédito Hércules. Esta infortunada coincidencia ha dificultado el control monetario y ha obligado a recoger dinero mediante las operaciones de mercado abierto del Banco de la República.

Si el efecto de las medidas de contracción monetaria en el aumento de las reservas internacionales se hubiera podido prever con la debida anticipación, el plan de contratación de crédito externo se hubiera podido ajustar eliminando uno de los factores de expansión en la base monetaria.

Lo grave de esta situación es que puede dificultar el programa de apertura del gobierno. La experiencia muestra que estos fenómenos de entrada de divisas muchas veces van ligados a una revaluación de la tasa real de cambio. Para lograr un control del ingreso de capitales, los gobiernos muchas veces tienen que apelar a medidas que hagan menos atractiva la entrada de capitales. No es entonces extraño observar lo que el actual gobierno está haciendo en el frente cambiario. Ha establecido tasas de cambio diferenciales para los pagos de servicios, ha fijado comisiones para la compra de divisas y recientemente, ha establecido retención a la fuente a las transacciones en moneda extranjera. Esto unido a un menor ritmo de devaluación está llevando a una revaluación real del peso colombiano.


El haber liberado el mercado cambiario antes de haber hecho la apertura comercial sin duda ha complicado el manejo de la situación. Desafortunadamente, el tema del orden de las reformas tratado en forma tan clara por el Profesor Sebastián Edwards en el Simposio sobre Mercado de Capitales de noviembre del año pasado no ha tenido un debate amplio.

lunes, 3 de junio de 1991

Transporte en Bogotá: Mucha valla y pocas obras

Lo que ya hicieron los Alcaldes y están entregando en estos días de aniversario de su mandato es casi la totalidad de lo que van a entregar durante todo su período; lo que intenten hacer en estos últimos seis meses, va a ser interpretado como una interferencia política.

El Alcalde de Bogotá, Doctor Juan Martín Caicedo Ferrer, ha tomado muy en serio la idea de que el período del Alcalde coincida con el año fiscal. La frustración de recibir un presupuesto con un estado de avance superior a las cinco doceavas partes ha influido en su gestión.

Yo encuentro muy justificable la posición del Alcalde, pues es evidente que los recursos disponibles son de vital importancia para poder llevar a cabo los planes de una administración. Sin embargo, siempre he pensado que en lugar de plantear un cambio en la fecha de la elección, sería mucho más sencillo pedirle a los constituyentes que cambien el año fiscal para hacerlo coincidir con el período del Alcalde y del Presidente. No hay una razón muy poderosa para que el año fiscal coincida con el año calendario. En otros países el año fiscal comienza en fechas diferentes al primero de enero.

Más aún, el año fiscal de los Estados Unidos ha sido cambiado por motivos políticos. Hasta los setenta el año fiscal de los Estados Unidos terminaba el 30 de junio. En esa época los padres de la patria del país del norte encontraron que era más conveniente hacer que la feria del presupuesto, que ocurre en todas partes al final del período, estuviera muy cercano a las fechas de elecciones. 

La constituyente parece que va a adoptar la propuesta actual del Alcalde Caicedo. Las próximas elecciones se están planeando para octubre. Por lo tanto, lo más probable es que el período del Alcalde coincida con el año fiscal actual. Lo que no se esperaba era que el período de los actuales alcaldes se redujera.

Ante estos acontecimientos, las esperanzas de recuperar el tiempo perdido se desvanecen. Lo que ya hicieron los Alcaldes y están entregando en estos días de aniversario de su mandato es casi la totalidad de lo que van a entregar durante todo su período; lo que intenten hacer en estos últimos seis meses, va a ser interpretado como una interferencia política. No van a poder realizar cambios en su gabinete, ni van a poder realizar contratos grandes, pues los candidatos estarán muy pendientes de todas las actuaciones de los funcionarios de turno.

Como se ha visto en algunas columnas, el balance de la gestión del Alcalde de Bogotá no es muy alentadora. En obras públicas y según se aprecia en el aviso que los Contratistas del IDU publicaron en los periódicos del viernes, casi todo se reduce al puente de la Avenida Boyacá con la Autopista del Sur y a los giros de la Autopista Norte. En el campo del transporte, además del cambio de nombre del DATT por la STT, se volvió a autorizar la utilización de las Servitecas para la revisión de los Vehículos. Unicamente alguien tan gobiernista como El Tiempo puede encontrar como una gran realización tomar una decisión tan obvia después de un año de gobierno. Ya en una columna del 16 de julio de 1990, se le pedía al Alcalde que revisara la revisión.

Las diligencias relacionadas con el transporte siguen siendo complicadas. Los intermediarios continúan haciendo su agosto en las dependencias distritales. La semana anterior, para obtener un paz y salvo de multas necesario para revalidar la licencia de conducción, tuve que hacer dos horas de cola en las dependencias de Paloquemao. Los que pagaron dos mil pesos por el paz y salvo, lo obtuvieron en 10 minutos.

El Proyecto de Transporte sometido a la consideración del Banco Mundial, continua en la misma etapa de definición en que lo recibió el Alcalde Caicedo. Los dos años que dedicó la administración anterior a la preparación de este importante proyecto no fueron aprovechados por la actual administración. Los desembolsos del préstamo van a llegar para financiar las obras de la próxima administración.

El plan de pavimentación ha sido criticado por la Asociación de Ingenieros Contratistas. Se han criticado las adjudicaciones hechas y el costo excesivo de las obras. La deficiencia de interventoría por parte de la SOP se ha constituido en uno de los mayores problemas.

La Valorización por beneficio general, en la que el gobierno Distrital había puesto todas sus esperanzas, fue suspendida por el Consejo de Estado. Las adjudicaciones hechas por el IDU en la Avenida NQS fueron objetadas por FINDETER. El querer ganar tiempo y utilizar procedimientos de licitación llave en mano tuvo como consecuencia que las propuestas de los contratistas no fueran comparables.


La Autoridad Unica de Transporte sigue todavía en el papel. Los estudios realizados por la Administración anterior se perdieron. Las perspectivas para la STT no parecen muy claras: Se cambio a uno de los ejecutivos del año, por una abogada experta en asuntos internacionales.