martes, 29 de septiembre de 1992

Las golondrinas se van para Europa

Al igual que en Colombia, los Europeos han encontrado que la entrada masiva de capitales representa serios problemas en el manejo de la política cambiaria y monetaria.

En días recientes se presentó un fenómeno importante que no ha sido comentado suficientemente en Colombia. La revista el Economist muy gráficamente presenta en su portada el ascenso de las monedas europeas y la caída del poderoso dólar en medio de una tormenta. El título escogido por la revista, "Qué semanita", resume muy bien lo ocurrido. Los eventos en el mercado cambiario de Europa que condujeron a la devaluación del dólar, posteriormente afectaron los mercados de valores de Europa y el Japón.

Lo ocurrido en Europa en la semana anterior es muy parecido a lo que ha pasado en Latinoamérica en los últimos meses. La diferencia entre las tasas de interés de Latinoamérica y los Estados Unidos existente el año anterior, tuvo como consecuencia la entrada masiva de dólares que condujo a una revaluación de las monedas latinoamericanas con relación al dólar. La semana anterior el diferencial entre las tasas de interés de Europa y de los Estados Unidos también se manifestó en los mercados europeos con una entrada masiva de dólares y una revaluación de las monedas europeas.

Como se muestra en los libros de texto, el movimiento de capitales es consecuencia de una política monetaria estimulativa realizada por el gobierno de los Estados Unidos. Al aumentar la cantidad de dinero en los Estados Unidos las tasas de interés bajan, lo que da lugar a un diferencial entre las tasas de interés de los Estados Unidos y la tasa de interés del resto del mundo. La salida de capitales de los Estados Unidos causa una depreciación del dólar, lo que a su vez tiene un efecto positivo en la posición competitiva de los Estados Unidos, que se traduce en un aumento de sus exportaciones y una disminución de sus importaciones. En el resto del mundo, por otra parte, sucede lo que nos ocurrió en Colombia: una entrada de capitales, una disminución en el precio del dólar, una disminución de las exportaciones y después de un tiempo, un aumento en las importaciones.

Es interesante observar que el efecto se dió primero en los países latinoamericanos y que solo posteriormente los capitales se desviaron hacia Europa y el Japón. Es muy probable que la preferencia por Latinoamérica se explique por la existencia de una relación comercial muy estrecha entre los Estados Unidos y los países latinoamericanos. También puede deberse a que con las reformas emprendidas por los gobiernos latinoamericanos inspiradas por los organismos internacionales, los inversionistas encuentran nuevamente atractivos nuestros países.

Al igual que en Colombia, los Europeos han encontrado que esta entrada masiva de capitales representa serios problemas en el manejo de la política cambiaria y monetaria. Para Colombia el vuelo de las golondrinas hacia Europa puede llegar a resultar atractivo. Por una parte, el manejo económico va a resultar mucho más sencillo, por cuanto la presión sobre el crecimiento de los medios de pago se va disminuir. La disminución del crecimiento monetario debe eliminar las expectativas de revaluación que por tanto tiempo han influido negativamente sobre el proceso de apertura de la economía.

Por otra parte, la devaluación del dólar y el crecimiento de la economía americana van a influir positivamente en nuestras exportaciones. La devaluación del dólar hará más competitivas nuestras exportaciones en el mercado europeo, mientras que el crecimiento de la economía americana permitirá aumentar las exportaciones a nuestro mayor socio comercial.


Nota, Este artículo se escribió para ser publicado el siete de septiembre. Infortunadamente, no se publicó en su totalidad. Dada la importancia del tema se ha considerado reproducirlo en su totalidad.

martes, 22 de septiembre de 1992

Juego Perfecto

Una mirada más cercana a los hechos nos siembra serias dudas de que en la actualidad se haya cumplido con el objetivo de mantener la competitividad externa.

En la semana anterior se reunió la XV Asamblea Anual de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras ANIF. Este importante certamen fue inaugurado por el Ministro de Desarrollo y clausurado por el Ministro de Hacienda con una cita del Evangelista  San Lucas. Además de los discursos se presentaron importantes conferencias en las que se trataron temas de reconocida actualidad.

El tono general de la Asamblea fue bastante positivo. Algo apenas natural en un sector al que le ha ido bastante bien en épocas recientes. Las ganancias del sector financiero han sido bastante buenas, por lo que aquí se cumple el famoso dicho de que cada cual habla de la feria como le fue en ella.

El equipo económico del gobierno por su parte se mostró muy orgulloso de su actuación reciente. La recordada encargada de los tintos diría que pareciera que hubieran lanzado un juego perfecto, es decir uno en el cual el equipo contrario no logró conectar ni un hit y en el que no se cometió un solo error.

De acuerdo con la presentación de un destacado miembro de la Junta Directiva del Banco de la República, la autoridad monetaria se había fijado tres objetivos de política económica durante su primer año de labores. En primer lugar, buscó mantener la tasa de cambio real en su nivel de equilibrio. En segundo lugar, buscó mantener una tasa de interés de equilibrio y finalmente, intentó mantener un crecimiento de los medios de pago que no agravara la situación inflacionaria.

El Doctor Miguel Urrutia en su exposición citó cifras que mostraban que el índice de la tasa de cambio real se había mantenido en un nivel muy similar al alcanzado en 1986. Como lo recalcó el conferencista, para muchos en ese año la situación cambiaria estuvo muy cercana al equilibrio y por lo tanto la primera meta de la autoridad monetaria se pudo cumplir exitósamente.

Si bien las cifras presentadas por el ilustre economista parecen respaldar el argumento, una mirada más cercana a los hechos nos siembra serias dudas de que en la actualidad se haya cumplido con el objetivo de mantener la competitividad externa. En efecto, no hay que olvidar que en los últimos meses las importaciones han reaccionado violentamente lo cual nos está indicando que la tasa de cambio no está brindando la protección adecuada a la producción nacional. Las cifras de exportaciones muestran una falta de dinamismo que confirma la pérdida de competitividad de la economía colombiana.

Esta realidad lo que nos está diciendo es que el índice de la tasa de cambio real no es el indicador adecuado para medir la competitividad de una economía en una época de apertura. Este índice presupone que las condiciones de protección de la economía diferentes a la tasa de cambio permanecen constantes durante el período considerado, cosa que no ocurre cuando se da la apertura. La experiencia de las aperturas exitosas nos ha enseñado que para que este proceso logre tener éxito es necesario que el índice de la tasa de cambio real aumente por encima del nivel existente antes del inicio del proceso de apertura.

Sin negar que para el Banco de la República no ha sido fácil el mantener el índice de la tasa de cambio real en los niveles vigentes en el año 86, la realidad es que considerar que ese es el nivel correcto presenta una seria amenaza para el mismo proceso de la apertura.

lunes, 14 de septiembre de 1992

Revolcón 2

Si a las políticas económicas del Presidente Gaviria y su equipo económico se les dió el odioso nombre de Revolcón, a las que van a emprender con el sol en las espaldas deberían comenzar a llamarlas Revolcón 2.

Hace muchos años, cuando una radionovela tenía éxito las emisoras trataban de capitalizarlo lanzando una segunda parte, que por lo general se refería a las aventuras del hijo del héroe. Por ejemplo, después del éxito de la radionovela "El Arabe" se lanzaba una segunda parte llamada "El hijo del Arabe"; después de "Tanané" se hacía una secuela llamada "Tangaré el hijo de Tanané". Hoy en día, las secuencias mantienen el mismo nombre de la película que tuvo éxito adicionado de un número. Esta práctica es tan generalizada que ya es difícil saber cual es la última versión en una secuencia. Hay 6 Locademias de Policía, 5 Rockies, 3 o 4 Rambos, 3 Guerras de las Galaxias, dos Tortugas Ninja, dos Duros de Matar y un número muy grande de otras secuencias.

Si a las políticas económicas del Presidente Gaviria y su equipo económico se les dió el odioso nombre de Revolcón, a las que van a emprender con el sol en las espaldas deberían comenzar a llamarlas Revolcón 2. Convendría entonces imaginarse lo que contendrían los anuncios de esta nueva superproducción.

En Revolcón 2, el Ministro Hommes emprendería nuevamente su lucha contra la inflación. Como se recuerda, en la primera parte de la serie nuestro héroe fue brutalmente castigado por el villano a pesar de haber utilizado armas tan potentes como el encaje marginal del ciento por ciento y la revaluación del peso. En la segunda parte de la serie contará con la ayuda de los directores de la Junta que aparecieron al final de la película anterior. Contará además con más impuestos que logró conseguir en negociaciones con el Congreso al final del primer episodio.

Si en la primera parte nuestro héroe logró obtener un triunfo importante en el frente laboral con la creación de los fondos privados de cesantías, en la segunda intentará obtener el premio mayor de la creación de los fondos privados de pensiones. Los trabajadores, aliados con la administración del ISS, tratarán de evitar la puesta en marcha de estos fondos y perpetuar la caótica situación existente.

En el frente fiscal, el Revolcón 2 nos presentará nuevos intentos de aumentos en los ingresos del gobierno. Se tratará de elevar a niveles internacionales el precio de la gasolina. Las tarifas de las empresas de servicio público crecerán más rápido que el índice de precios. Las contribuciones al Seguro Social, a pesar de reiteradas promesas, crecerán sin ofrecer ningún beneficio a los pobres afiliados. Se intentará, vanamente, reducir el déficit del Fondo Nacional del Café. En lugar de bajar los precios se apelará a medidas ingeniosas como el pagar por erradicar nuestro cultivo bandera. El Metro de Medellín se continuará construyendo a pesar de su rentabilidad negativa. Los gastos originados en la Nueva Constitución aprobada en el primer episodio se desbordarán, acabando con los ingresos producidos en la reforma tributaria que se alcanzó a aprobar al final del episodio anterior.

Ante las graves consecuencias en el frente exportador causadas por la revaluación que se hizo en el Revolcón, las autoridades apoyarán su programa de apertura con una aceleración de la devaluación. Esta devaluación será necesaria para frenar la avalancha de importaciones que se desató al final del primer episodio. Los Industriales y trabajadores que se sentían amenazados por la competencia externa lograrán defenderse gracias a la aceleración de la devaluación.

lunes, 7 de septiembre de 1992

Compartir la producción

Si bien los empresarios muchas veces se oponen a la apertura de las economías, algunos pensadores sobre la administración de empresas se muestran partidarios de una mayor apertura.

En Latinoamérica están soplando vientos de renovación.  Colombia, México y otros países grandes y pequeños están cambiando su modelo de desarrollo.  En estos países se contempla un cambio importante en la participación del sector público en las actividades productivas.  Las economías en proceso de aggiornamiento buscan en la apertura económica una manera de lograr una mayor competitividad externa a través de un aumento de la eficiencia.  Realmente los países latinoamericanos están tratando de buscar un nuevo modelo de desarrollo en el que el sector privado vuelva a jugar el papel protagónico.

En Colombia y en otros países el estado llegó a comandar más del sesenta por ciento de las inversiones.  Los sindicatos del gobierno fueron en gran parte los beneficiarios de este intervencionismo.  Las grandes compañías, tanto nacionales como multinacionales, se lucraron de la excesiva participación del estado y de la excesiva protección a la producción nacional.  Los sectores como el agrario sufrieron los rigores del proteccionismo. El sector industrial no pudo despegar debido al desvío de la inversión hacia sectores intensivos en capital manejados por el sector público.

Los cambios del esquema de desarrollo deben recibir un fuerte apoyo del sector privado para que puedan tener éxito.  Si bien los empresarios muchas veces se oponen a la apertura de las economías algunos pensadores sobre la administración de empresas se muestran partidarios de una mayor apertura.  Peter Drucker, quizás el más influyente de los escritores sobre administración, destaca la importancia de la integración en los procesos productivos.  Según el economista alemán radicado en Estados Unidos, hoy en día, la participación de la producción se comparte entre diferentes países.  Los zapatos que se venden en Estados Unidos se han ensamblado en Puerto Rico con componentes hechos en el Caribe, con cuero curtido en el Brasil proveniente de vacas levantadas en Estados Unidos.

Según Drucker, la producción compartida es la forma predominante de la integración económica en el mundo no comunista.  La importancia de la inversión directa del capital extranjero, actualmente es muchísimo menor pues los factores claves en una producción compartida son el diseño, el mercadeo y el control de calidad y las habilidades para planear, organizar, integrar y coordinar.[1]

Para poder compartir la producción en forma eficiente se requiere desarrollar verdaderas empresas transnacionales.  Estas transnacionales a diferencia de las multinacionales actuales en donde predomina el componente de producción, serán primordialmente compañías comercializadoras.  El éxito de las exportaciones colombianas ha estado asociado al desarrollo de compañías transnacionales que han logrado penetrar los mercados externos.  Los floricultores y los bananeros han mostrado que para competir en el exterior es necesario tener una presencia real en la comercialización de las exportaciones.


[1] Peter Drucker, Managing In Turbulent Times.  New York: Harper & Row -, 1980
¿Lunes 20 de abril de 1992?