lunes, 7 de junio de 1993

La educación en Colombia.

La grave situación que vive la educación en Colombia ha sido el fruto de errores de política.

Hace unos treinta y cinco años los mejores estudiantes aspiraban a entrar a la Universidad Nacional. En esa época en la que no existían las pruebas del ICFES la calidad de los colegios se medía por el número de estudiantes que podían entrar a la Nacional. Los estudiantes que eran admitidos a la Nacional y a otra universidad privada de prestigio como los Andes o la Javeriana, usualmente preferían matricularse en el campus de la 45. Hoy en día, los buenos estudiantes piensan primero en las universidades privadas. Los Andes, la Javeriana, el Rosario y el Externado son las principales opciones consideradas.

La Nacional recibía en sus buenas épocas magníficos estudiantes de todas las clases sociales, con una alta participación de la clase media y media alta. Los estudiantes de la nacional, con el correr del tiempo se convertían en la clase dirigente. La educación universitaria era en esa época la principal causa de movilidad social. Los estudiantes de los buenos colegios oficiales como el Camilo Torres o el Colegio Mayor de San Bartolomé ascendían social y económicamente gracias a un buen sistema educativo público.

Hoy en día, por el contrario, la posibilidad de llegar a puestos directivos a través del sistema oficial es muy baja. La calidad de la educación oficial no es muy apreciada por los estudiantes y sus familias y más bien prefieren incurrir en costos elevados para gozar de una mejor educación en el sistema privado. La segregación social en el sistema educativo existente hoy en día es bastante grave pues las grandes diferencias existentes a nivel familiar se magnifican a través de sistemas educativos segregados. En el pasado, la Universidad Nacional era un crisol en el que se nivelaban todas las clases sociales y en las que todos aprendíamos de nuestros compañeros fueran ricos o pobres.

La grave situación que vive la educación en Colombia ha sido el fruto de errores de política. El considerar que la única manera de ayudar a los estudiantes pobres era mediante la creación de instituciones oficiales ha sido un gravísimo error. Las Universidades públicas se convirtieron en instituciones en las que lo que menos importaba era la excelencia académica. Lo más importante era, por una parte, concientizar a los alumnos de los graves problemas del país y por otra lograr que profesores y empleados gozaran de grandes beneficios salariales independientemente de su desempeño. Los colegios oficiales se contagiaron de estas enfermedades. Los estudiantes preocupados por los problemas del país y aprendiendo las consignas revolucionarias y los profesores y empleados buscando mejoras salariales.

Para poder resolver el problema de la educación en Colombia es necesario reducir la participación del sector público en la provisión de la educación. Esto no implica que los estudiantes pobres no vayan a tener acceso a la Educación. Por el contrario es probable que la ayuda a los estudiantes más necesitados se pueda ampliar. El estado tiene que dejar de financiar a las instituciones y comenzar a financiar a los estudiantes pobres independientemente del sitio en donde decidan estudiar.

Las instituciones oficiales tienen que volverse más eficientes y reducir sus costos. Para ello el gobierno tiene que cambiar la manera como financia la educación pública. En lugar de cubrir los costos incurridos, debe más bien reconocer los servicios prestados por las instituciones públicas a tarifas similares a las del sector privado. El ahorro puede llegar a ser considerable. Estimativos hechos para el Distrito muestran que con la mitad del dinero es posible atender en el sector privado a los estudiantes que van a la Universidad Francisco José de Caldas. 

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