lunes, 17 de noviembre de 2014

El canal de Panamá con aroma de café

El 15 de agosto de este año (2014) se celebró el centenario de la entrada en funcionamiento del canal de Panamá[1]. William McGreevey, profesor asociado de la Universidad de Georgetown, en su libro “Historia Económica de Colombia 1845-1930” resalta algunos efectos del canal de Panamá en el desarrollo de Colombia. Según este reconocido historiador, como consecuencia de la apertura del canal, los flujos relacionados con el comercio exterior, y en especial el de las exportaciones de café tomaron la ruta del Pacífico.

El ferrocarril del Pacífico se convirtió en la empresa con ingresos brutos más altos de Colombia y el Puerto de Buenaventura se convirtió en el de mayor movimiento de Colombia. La participación de Buenaventura en el movimiento portuario se multiplicó por cinco entre 1918-1919 y 1943-1947. En ese período el porcentaje de las exportaciones cafeteras que se movían a través de Buenaventura pasó de una cifra insignificante a un 60%  del total.




Este cambio en la orientación del movimiento de carga es impresionante y muestra que cambios en la infraestructura de transporte pueden tener consecuencias importantes en el uso de la red de transporte. Sin embargo, el efecto del canal de Panamá, va más allá de cambios en el uso de la red de transporte. En efecto, la reducción en los costos de transporte derivados de la apertura del canal y del desarrollo de la red férrea del occidente del país indujo un crecimiento rápido de la producción de café. Entre 1913 y 1932 la producción cafetera se multiplica por tres. Pasa de un 1,085 millones de sacos de 60 kilos en 1913 a 3,485 millones de sacos en 1932. La producción crece a una tasa anual del 6% impulsando el crecimiento económico del país.

Sin embargo, el crecimiento de la producción cafetera no es uniforme en todo el país pues en este período la producción se desplaza hacia el occidente. Los departamentos con las mayores tasas de crecimiento están ubicados en la cordillera central. Tolima, Valle y el viejo Caldas crecen a tasas del 10,6%, 10,3% y  8,5% respectivamente. Norte de Santander que al abrirse el canal de Panamá era el primer productor de café cae al sexto lugar 19 años después.[2]

Es interesante observar que los tres departamentos con las tasas de crecimiento más altas tienen una clara presencia de la cultura antioqueña. No solo el viejo Caldas sino las zonas cafeteras del Tolima y del Valle del Cauca una marcada se puede apreciar en su comida, y gustos musicales. Las cantinas y la música de carrilera traen recuerdos del desarrollo del transporte del occidente colombiano.

Si aceptamos que la apertura del canal del Panamá y la construcción del ferrocarril del Pacífico y su extensión hasta empalmar con el ferrocarril de Antioquia, permitieron el rápido crecimiento del cultivo del café en el occidente colombiano, podemos descartar otras hipótesis que han pretendido explicar el desplazamiento del cultivo del café hacia el occidente y su estancamiento en el oriente. Entre las hipótesis perdedoras estaría la de Jesús Antonio Bejarano que sostiene que el desplazamiento  paulatino de la producción cafetera de Cundinamarca y Santander a la región occidental debió a la destrucción ocasionada por la guerra de los Mil Días en esos departamentos.[3]
Por la misma razón se puede poner en duda la hipótesis de McGreevey de que la demora en la construcción de la red férrea colombiana, retrasó el desarrollo de la producción cafetera 40 años. (W. McGreevey, 1971, p.279). Pues, para que el auge cafetero se hubiera presentado se habría  que haber adelantado la construcción del canal de Panamá los mismos cuarenta años.

El tema del canal de Panamá,  la construcción del ferrocarril del Pacífico y el cultivo del café abre una línea de investigación interesante que bien puede llamarse “La Conquista del Oeste Colombiano”. Para los interesados en estos temas de carácter histórico les recomiendo leer dos trabajos que presenté en la Academia de Historia de la Ingeniería y las Obras Públicas.






[2] Estos datos preparados por McGreevey se toman de Miguel Urrutia y Mario Arrubla (1970) Compendio de estadísticas históricas, p 210.
[3] Ver Bejarano, Jesús Antonio, “El despegue cafetero (1900-1928) en Ocampo, José Antonio, (compilador) Historia económica de Colombia 4ª Edición, Bogotá: Tercer Mundo p. 174)

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