lunes, 25 de septiembre de 1995

El café toco fondo

El problema con la aplicación de la fórmula de reajuste del precio interno del café surgió, como era de esperarse, cuando el precio internacional comenzó a bajar.


Desde el momento en que fue nombrado el actual Ministro de Hacienda comenzó a plantear una solución para la determinación del precio interno del café. Haciendo gala de su gran habilidad para los números, el Doctor Perry se craneó una fórmula para evitar los problemas de las negociaciones habituales entre gobierno gremio para fijar el precio interno del café. Según las promesas hechas en ese momento, la fórmula evitaría los problemas en el futuro, pues el ajuste automático tendría en cuenta la evolución de los precios externos y de manera salomónica dividiría los aumentos de los precios internacionales ente el Fondo del Café y los cafeteros.

Infortunadamente, la experiencia con el uso de la fórmula de ajuste ha mostrado que esta idea, no resultó como se esperaba. En efecto, los cafeteros respaldaron inicialmente la utilización de la fórmula de ajuste automático pues la puesta en marcha de la fórmula coincidió con una época de vacas gordas, lo que tuvo como consecuencia un aumento en el ingreso de los cafeteros a costa de un deterioro relativo de las finanzas del Fondo del Café. El problema con la aplicación de la fórmula surgió, como era de esperarse, cuando el precio internacional del café comenzó a bajar. Los cafeteros se resistieron a aceptar la baja de sus ingresos y el Ministro Perry comenzó a hacer ajustes matemáticos a la fórmula para que el precio se mantuviera en niveles aceptables para el gremio.

La credibilidad de la política automática para el ajuste en el precio del café se perdió en el mismo momento en que el gobierno cedió a la presión del gremio por conservar su nivel de ingresos. De ahí en adelante el proceso de fijar el precio interno del café volvió a su estado natural, o sea un proceso de negociación entre el gobierno y el gremio cafetero.

El fracaso del proceso ideado por el Doctor Perry debe dejarnos una serie de lecciones. La primera lección que hemos aprendido es que para ser buen economista no basta con ser hábil para las matemáticas. Una decisión tan importante como la fijación del precio interno del café es eminentemente política. El gremio cafetero aceptará con gusto que se le aumente sus ingresos en épocas de bonanza pero hará todo lo posible para mantener sus ingresos en épocas de crisis. Diseñar una fórmula que elimine la negociación en épocas de bonanza, de ninguna manera va a evitar que se apele al sagrado derecho al pataleo en épocas de crisis. Lo único que se logra con adoptar una fórmula es llegar a la época de vacas flacas con menores recursos para afrontar la destorcida del precio internacional del café.

La segunda lección que nos deja esta amarga experiencia es que los esquemas de estabilización como el del Fondo del Café introducen comportamientos inadecuados. Todos los que tenemos ingresos fluctuantes hemos aprendido las sabias enseñanzas que le dio José al Faraón. Ahorrar en las épocas de vacas gordas para sobrevivir en las épocas de vacas flacas. Los cafeteros y en general, todos  a los que los obligan a ahorrar en épocas de bonanza tienden a gastarse su parte pues están seguros de que papá gobierno les ayudará en las épocas de crisis. Los fondos de estabilización, a la larga llevan a la privatización de las ganancias y a la socialización de las pérdidas y parten de la equivocada noción de que el Estado puede tomar mejores decisiones que el sector privado. Además, estos esquemas tienden a perpetuarse más allá de la época para la que fueron creados. Si el Fondo del café fue importante cuando dependíamos de este cultivo como fuente de divisas y cuando no existía un mercado de capitales ahora es menos justificable en una economía diversificada y en el que el sector financiero podría muy bien servir para invertir bien los excedentes en épocas de bonanza.

La tercera lección que podemos sacar de esta experiencias que no se puede confiar demasiado en el excedente del sector descentralizado para financiar el gasto del gobierno central. Tal como lo mencionábamos en una columna anterior, el sector descentralizado se ha especializado en gastar y se las ingenia para consumir todos los recursos que le entran. La tremenda equivocación del Doctor Perry en el manejo del precio interno del café nos llevó más rápido a una situación insostenible e indudablemente hizo más urgente un ajuste fiscal. Lo más triste de estos es que el pobre contribuyente debe, ahora, asumir los costos de una reforma más severa para tapar el hueco dejado por una equivocación del Ministro de Hacienda.


Finalmente, debemos aprender que el ceder en su deber de controlar el gasto público no vuelve al gobierno más popular ni aún entre los que se benefician de esta generosidad. Tal como lo muestran las protestas de los campesinos de los departamentos cafeteros, el gremio no quedó contento con lo que el gobierno les concedió.

lunes, 11 de septiembre de 1995

Productividad y competitividad

El tratamiento de tan importante tema estuvo enmarcado en el nuevo paradigma de la competitividad en el e se pone especial énfasis en la dinámica del crecimiento

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE patrocinó la semana pasada el foro internacional "Productividad, Competitividad e Internacionalización Económica".  El tema del seminario de especial interés en este momento el que el país esta atravesando por u etapa de transición de un modelo sustitución de importaciones a uno orientado hacia un Mercado externo.

Como se mostró en la primera sesión hoy en día, todo el mundo está acuerdo en que para poder crecer es necesario orientar el crecimiento ha afuera.  Los países no sólo deben abrir su comercio a la competencia externa sino que también requieren de aumentos tos considerables en su productividad para poder capturar los mercados externos.  El tratamiento del tema estuvo marcado en el paradigma de competitividad en el que se pone especial énfasis en la dinámica del crecimiento.

A diferencia del modelo ricardiano sus variantes más modernas como teoría del comercio internacional neoclásico en el que se hace énfasis en ventaja comparativa, los nuevos modelos se basan en la idea clásica de la ve taja absoluta.  Para poder tener éxito la competencia es necesario hacer I cosas mejor que nuestros rivales y para 'tener un éxito continuado es necesario hacer las cosas cada vez mejor.

Los conferencistas del seminario nos han tratado de mostrar sus secretos de cómo se hacen las cosas mejor y cómo se mantiene un ambiente de permanente mejoramiento.  Para unos el éxito es un centro de productividad que tan pronto se crea comienza a impulsar el desarrollo de Taiwan.  La aplicación de la ingeniería industrial para lograr la racionalización de la producción acompañada de un fuerte proceso de  automatización y un empeño en hacer las cosas cada vez mejor pueden convertir un país subdesarrollado y pobre en recursos naturales en pocos años en un país subdesarrollado.

Para otro destacado conferencista el factor clave del éxito es una intervención inspirada del gobierno orientada por una política industrial, apoyada la formación de capital humano y soportada por una adaptación de la tecnología apropiada que se complemente

Otro de los invitados nos propone adoptar el método de gestión japonesa con sus círculos de calidad, sistemas de inventarios justo a tiempo,  y con relaciones especiales con los proveedores y a lo que permite eliminar los defectos,  mejorar la calidad y competir mis eficientemente en el nuevo entorno internacional

Aunque cada conferencista expresa  sus puntos de vista de forma convincente, el seminario deja al participante algunas dudas.  Si lo que nos dicen  es cierto y existen recetas fáciles, como es que no todos los países crecen al mismo ritmo. Pareciera que el desarrollo es una cuestión de actitud y de perseverancia y que si no todos crecen al mismo ritmo es porque algunos o no conocen las recetas o si las conocen no  están dispuestos a seguirlas.

Sin pretender demeritar las sabias enseñanzas de los ilustres participantes   hay algo que hace falta.  La reiteración  de fórmulas mágicas no es suficiente Los métodos japoneses son conocidos desde hace mucho tiempo y como lo ha recordado algún conferencista estas fueron desarrollados en Estados Unidos.  El control de calidad estadístico, el control de inventarios fueron desarrollados en Norteamérica y son ampliamente conocidos en muchos países. La ingeniería industrial es enseñada en Colombia desde hace algún tiempo sin que e haya  logrado causar un impacto de la magnitud experimentada en Taiwan

Si en Colombia no nos esforzáramos por progresar es porque probablemente hemos encontrado más ventajoso, en el corto plazo, utilizar otros atajos.  Si toleramos el rápido enriquecimiento y si consideramos que el vivo es el modelo a imitar, en lugar del que laboriosamente trabaja con dedicación, lo más probable es que el penoso camino del esfuerzo continuado no tenga seguidores.  Mientras no se cambie el facilísimo colombiano por una visión de más largo plazo que valore el esfuerzo productivo, perspectivas  tan interesantes como las vistas en el foro seguirán siendo oportunidades para el lucimiento de distinguidos conferencistas.