lunes, 31 de mayo de 1993

Gradualismo monetario

La disminución brusca del encaje tiene serios problemas y lo que se requiere es hacer un ajuste gradual en el que se minimice su impacto monetario.

Hace poco con ocasión de la reunión de la Asociación Bancaria se estuvo debatiendo la posibilidad de reducir el encaje bancario. Los miembros de la Asociación alegaban con mucha justicia que les era muy difícil competir con los bancos extranjeros cuando se les obligaba a tener congelado gran parte de los recursos mientras que en el extranjero los requerimientos de reserva bancaria eran muy inferiores. En Colombia los bancos deben depositar en el Banco de la República casi la mitad de los recursos que captan en cuentas corrientes mientras que en los países industrializados solamente se requiere depositar el 10 por ciento de los recursos en el Banco Central.

Los altos encajes colombianos ponen en desventaja a los Bancos colombianos porque estos tienen que operar con márgenes más elevados que sus contrapartes de los países industrializados. Adicionalmente, los altos márgenes de intermediación dificultan el control monetario. El Banco de la República no solo debe mantener un equilibrio entre la rentabilidad de los depósitos en Colombia y en el exterior sino que además tiene que mantener una igualdad entre el costo del crédito en Colombia y en el exterior. Cuando los márgenes de intermediación de Colombia son más altos en Colombia que en el exterior no es posible lograr simultáneamente equilibrio para los depósitos y para los créditos y por lo tanto el Banco de la República se ve enfrentado a un cruel dilema.

Aunque una reducción del encaje puede ser conveniente tanto a los bancos como a la Autoridad monetaria ya que los intermediarios financieros pueden obtener una mayor rentabilidad y el Banco de la República puede lograr un mayor control monetario los beneficios netos de la medida no son igualmente atractivos para ambos. El Banco Central colombiano en las circunstancias actuales no puede permitir un crecimiento muy alto en los medios de pago si quiere mantener un control sobre la inflación y por lo tanto debería tomar medidas que contrarresten el efecto expansionario de la reducción del encaje.

La disminución brusca del encaje tiene, entonces, serios problemas y por lo tanto lo que se requiere es hacer un ajuste gradual en el que se minimice su impacto monetario. La mejor manera de hacer un ajuste gradual es hacer una distinción entre el encaje sobre los depósitos ya existentes y los que ocurran posteriormente. El encaje sobre los depósitos ya existentes debe mantenerse en su nivel actual y el encaje en los nuevos depósitos debe reducirse a niveles cercanos al 10 por ciento. Aunque en el papel esta medida puede parecer un poco artificial y difícil de aplicar, en la práctica no es muy complicada. Cuando la Autoridad Monetaria ha creído conveniente realizar un control drástico de los medios de pago ha apelado a poner en funcionamiento un mecanismo en el que hay dos tipos de encajes uno para los depósitos existentes y otro más alto para los nuevos depósitos.

La medida propuesta no tiene por qué ser definitiva. Con el tiempo y a medida que los nuevos recursos vayan creciendo comparados con los ya existentes los encajes se pueden unificar sin crear graves problemas monetarios. La medida propuesta de imponer un encaje bajo únicamente sobre las nuevas captaciones puede llevarnos de manera gradual hacia lo que queremos un sector financiero que pueda competir con el resto del mundo.


martes, 25 de mayo de 1993

Todo tiempo pasado no fue mejor

El control de cambios nunca pudo contener el flujo de capitales hacia el exterior.
   
Algunos críticos de la política económica del actual gobierno insisten en que esta ha sido un fracaso total y que por lo tanto debemos volver a lo existente hace quince años. Para estos analistas de la situación económica el ideal es volver a las épocas de una intervención excesiva del gobierno. Como nos pasa a muchos con el transcurso del tiempo nos acordamos únicamente de lo bueno y olvidamos los graves inconvenientes causados por esta excesiva intervención del gobierno.

Los excesivos controles a la tenencia de divisas afortunadamente eliminados por el actual gobierno son un ejemplo claro de que todo tiempo pasado no fue mejor. El control de cambios que prohibía la tenencia de divisas y que consagraba el monopolio del manejo de la moneda extranjera en el Banco de la República realmente nunca funcionó. Los grandes grupos económicos y las multinacionales muy pronto encontraron la manera de evadir estos controles.

Cuando fue atractivo desde el punto de vista económico comprar dólares los grandes intereses económicos encontraron la manera de hacerlo. Desde 1983 a 1985 la fuga de capitales en Colombia fue espectacular. Los controles instaurados fueron incapaces de contener el flujo de capitales hacia el exterior. El efecto real de medidas tan extremas como revisar a los viajeros que salían al exterior para ver si llevaban dólares no autorizados fue mínimo. La obligación de incluir en el pasaporte el monto de los dólares comprados durante el año no impidió que se llegará al borde de una crisis cambiaria en 1985.

De la misma manera, cuando el diferencial de la tasa de interés incentivaba las inversiones en Colombia los dueños de las grandes fortunas trajeron sus dólares a Colombia. El boom de la construcción, la elevación de los precios de los inmuebles y la revaluación de la moneda no fue algo ocurrió por primera vez en este gobierno. La economía colombiana durante las administraciones López y Turbay sufrió del mal holandés a pesar de tener control de cambios. La existencia de los controles a la tenencia extranjera nunca fue realmente efectiva ni para evitar la fuga de capitales ni para impedir que el peso se revaluara ante la entrada masiva de capitales.

Aunque los resultados para el país no son muy diferentes con o sin control de cambios, la situación para el común de la gente es muy distinta. El ciudadano común y corriente está mucho mejor ahora. Cuestiones tan sencillas como suscribirse a una revista extranjera, pedir un libro o un programa de computador se puede hacer sin mayor problema pues basta indicar el número de la tarjeta de crédito en la orden de pedido. En los viajes no es necesario comprar con varios días de anticipación los dólares o cheques viajeros sino que ahora si se puede pagar con las tarjetas de crédito expedidas en Colombia.


El volver al antiguo sistema de cambios que proponen algunos de los críticos del gobierno no va impedir que los errores de política afecten la economía. Por el contrario, nos va a dar una falsa sensación de seguridad que a lo mejor lo que va a hacer es incitar a un mal manejo económico. 

lunes, 17 de mayo de 1993

El costo de uso del capital en el análisis económico

Un gran investigador de la Universidad de Harvard cumple 60 años.

Para celebrar los sesenta años de vida del profesor Dale W Jorgenson se realizó el sábado 8 de mayo una reunión de carácter académico en la Universidad de Harvard.  A ella asistimos algunos de los alumnos que tuvimos la magnifica oportunidad de hacer la tesis doctoral con tan afamado profesor.  A esta cita se hicieron presentes alumnos de todas partes del mundo.  Destacados profesionales de Nueva Zelandia, Corea, Japón, Canadá, Estados Unidos acudieron a este evento académico que contó también con la presencia de los más renombrados economistas de los Estados Unidos.

Buena parte de la conferencia estuvo dedicada a resaltar la importante contribución del profesor Jorgenson en lo que se refiere al concepto del costo de uso del capital.  Este concepto de suma importancia en el análisis económico fue desarrollado hace 30 años en un famoso articulo publicado en mayo de 1963 en la Revista Americana de Economía.  Este articulo titulado 'La teoría del capital y el comportamiento de la inversión' constituye la base de la llamada teoría neoclásica de la inversión, que ha servido para entender los principales determinantes de la decisión de invertir por parte de las empresas.

Como consecuencia de la investigación sobre los determinantes de la inversión ha quedado claro que una buena política económica puede ayudar a incrementar la inversión.  El impacto de la política tributaria en la inversión, hoy en día, se analiza a través del efecto que tienen las disposiciones tributarias en el costo de uso del capital. El profesor Jorgenson y sus alumnos continuamente son citados al Congreso de los Estados Unidos cuando se discuten los cambios en la legislación tributaria.  Una importante contribución hecha en este campo es la de la tasa efectiva de tributación que permite medir el verdadero impacto del tratamiento de la depreciación.

La medición adecuada del costo de uso de capital también tiene que ver con los temas de la productividad total de los factores y el crecimiento económico. Jorgenson y sus colaboradores han hecho importante contribuciones a una mejor medición de la productividad.  Gracias al trabajo de este grupo de investigadores se ha podido establecer que gran parte del crecimiento se explica por el crecimiento de los factores de producción.  Para otros investigadores menos cuidadosos, el crecimiento económico sigue siendo un misterio.  La metodología desarrollada por Jorgenson ha sido puesta en práctica en Estados Unidos, Japón y la República Alemana con resultados muy satisfactorios.
La medición del capital humano en las cuentas nacionales, las decisiones del consumidor, v la manera correcta de medir los cambios en el bienestar de las familias fueron otras de las Area, importantes de investigación que se revisaron en el fin de semana en Cambridge, Massachusetts.

Las contribuciones de Jorgenson también han sido importantes en el campo teórico y econométrico. El trabajo sobre la función de producción y  demanda de forma translog hecho con Larry Lau y Laurits Christensen avanzó considerablemente la práctica econométrica y permitió desarrollar modelos de equilibrio general mucho más realistas.
El retorno del pasado realizado el fin de semana anterior sirvió para poder apreciar la magnitud de la contribución del profesor Jorgenson en el campo de la economía. Al finalizar la conferencia todos los asistentes nos sentimos muy contentos por habernos reunido con una persona realmente extraordinaria, que siempre se ha preocupado por mantener vivos los vínculos con sus antiguos alumnos y colaboradores.

lunes, 10 de mayo de 1993

Los problemas del Profesor Hommes

El control de la inflación que parecía estar a tiro de as se torna dudoso.

La Administración Gaviria le está pasando lo mismo que a nuestro representante en la Copa Libertadores de América. En los últimos minutos del partido está perdiendo toda la ventaja que había acumulado en un buen primer tiempo. Con los últimos acontecimientos económicos, los hinchas del Ministro de Hacienda estamos sufriendo lo mismo que los seguidores del Profesor Maturana.

El caso de la caída de los Rudi bonos es un ejemplo que ilustra lo anterior. Las reformas tributarias generaron abundantes recursos para tapar el hueco fiscal. Con una situación relativamente holgada en el campo de los ingresos, el gobierno pudo mantener una dura posición de labios para afuera pero en el fondo bastante generosa.  Los recursos permitieron aumentarles el precio interno a los sufridos cafeteros, aumentar el gasto militar y financiar la liquidación de Colpuertos y el retiro de algunos funcionarios del Senado. El Ministro de Hacienda siempre se oponía a los aumentos pero muchas veces terminaba aceptando las demandas de los gremios y grupos de presión.

En lugar de aumentar la ventaja lograda en el frente fiscal abocando problemas como las bajas tarifas residenciales de las empresas de servicios públicos y un bajo precio a la gasolina, el gobierno se confió. La situación se complicó cuando al equipo del profesor Hommes le anularon dos golecitos por fuera de lugar. El primero fue el de la aplicación inmediata del IVA y el segundo el de los bonos de guerra. Pareciera entonces que en política económica también se aplica el famoso dicho futbolero: "el que no hace los goles los ve hacer".

Al igual que al Profesor Maturana le ha tocado afrontar la indisciplina del Palomo y el Checho al Ministro de Hacienda le ha tocado retirar a los Doctores Piza y Zarama por esta misma causa, pues como muy bien lo dijo en donde manda capitán no manda marinero. La angustia de los defensores de la política económica es muy grande pues a medida que se acercan las elecciones el gobierno se va quedando solo.

Con el transcurrir del tiempo se ve cada vez más difícil lograr las metas económicas. El control de la inflación que parecía estar a tiro de as se torna dudoso. Como lo han mostrado las recientes estadísticas la cifra nacional está a un solo punto de la meta fijada y ya hay seis ciudades en donde ya se ha alcanzado la meta del gobierno. El incremento del déficit fiscal puede ahora hacer imposible obtener un control duradero de la inflación.

El respaldo político del partido de gobierno es cada vez más precario. Es muy probable que en julio el actual gobierno haya perdido todo su respaldo de su gobierno. El precandidato que va punteando las encuestas actual embajador en España tratará de distanciarse cada vez más del gobierno. El Ministro de Agricultura continuará con su política de oposición desde el edificio Pedro A López. Los otros candidatos liberales sin cuota ministerial arreciarán sus críticas a la política económica y criticarán lo realizado hasta ahora.
  

Los próximos meses prometen ser de infarto no solo por los partidos de nuestros representantes en la Copa Libertadores, Copa América y selección al mundial sino para los hinchas del Ministro de Hacienda. 

lunes, 3 de mayo de 1993

La modernización del Estado

La obtención del certificado de movilización en Colombia ilustra perfectamente la manera como las reformas complican procesos ya de por si bastante complejos.
  
En estos días se ha vuelto a poner sobre el tapete el tema de la modernización del Estado. Los famosos decretos elaborados hace cuatro meses se han comenzado a caer. El ciudadano común y corriente no logra asimilar los cambios efectuados en la manera como funciona el Estado. La dura realidad cotidiana nos confirma que el avance hacia la modernización es lento y penoso. El Estado a todos sus niveles sigue siendo tan ineficiente como siempre.

El proceso de modernización del Estado en Colombia es tortuoso por nuestra costumbre de incorporar las reformas en un esquema obsoleto. Aquí traemos ideas de otros países que adoptamos sin eliminar los tortuosos procedimientos existentes. El resultado obvio es que el Estado es más lento y corrupto. En lugar de simplificar terminamos complicando los procesos existentes.

La obtención del certificado de movilización en Colombia ilustra perfectamente la manera como las reformas complican procesos ya de por si bastante complejos. Ante el deplorable estado de algunos vehículos en circulación y para reducir el riesgo al público a alguno de nuestros genios se les ocurrió adoptar el procedimiento utilizado en algunos sitios de los Estados Unidos. Para poder circular en algunos Estados es necesario obtener una calcomanía que muestre que el vehículo se ha revisado. A diferencia de lo que ocurre en Colombia en Estados Unidos el proceso es relativamente sencillo. Basta ir a una estación de servicio cercana  para hacer la revisión. Los carros son revisados rápidamente y en caso en que esté en perfecto estado la calcomanía es colocada inmediatamente.

En Colombia, para poder conseguir el certificado de movilización es necesario pagar impuestos, pagar las multas, sacar un paz y salvo y llevarlo a un CADE a que le pongan un sello. El poder cumplir con todos estos requisitos no es muy fácil pues muchos días en el CADE no hay sistema y para poder conseguir que le pongan el Sello es necesario antes ir a hacer colas interminables en la sede del Automóvil Club, en Paloquemao o en Alamos para obtener el bendito paz y salvo. Pero si esto fuera poco, antes de poder ir a la revisión es necesario consignar en una oficina de un banco el valor de los trámites ante la tesorería distrital y el Intra y además comprar un seguro obligatorio.

Esta innumerable serie de requisitos que en los Estados Unidos ni se contemplan tornan imposible algo que en un país civilizado es sencillo. No es de extrañar que se diga que en Bogotá hay ciento cincuenta mil vehículos que circulan sin certificados de movilización o con certificados falsos. Para el pobre ciudadano que hace todo lo mandado por la ley lo que le extraña es como es posible que haya trescientos cincuenta mil ciudadanos que cumplan la ley y obtengan su calcomanía legalmente.

La verdadera modernización del Estado se logra reduciendo los trámites innecesarios. Por tanto en un Estado moderno para obtener el certificado de movilización no se debe requerir pagar los impuestos. El Distrito debe tener mecanismos idóneos para cobrar los impuestos y para imponerle multas al que no cumple con esta obligación. También se debe acabar con la obligación de pagar multas como requisito para obtener el certificado de movilización. En Colombia las infracciones de tránsito, por ley, se les imponen a los conductores y no a los dueños de los vehículos por tanto el obligar a pagar estas multas a quien no es responsable es abiertamente ilegal.


El ciudadano tiene que participar en el proceso de modernización, tiene que involucrarse en el debate y exponer sus opiniones. No puede ser el sujeto pasivo de reformas concebidas a sus espaldas. Las reformas a la seguridad social, al SENA, al ICA y a las demás entidades tendrían una mayor aceptabilidad si son sometidas a un amplio debate antes de ser aprobadas.