jueves, 1 de agosto de 1985

Memorias de un economista

Indudablemente una de las personalidades más atractivas dentro del campo de la economía es el Profesor John Kenneth Galbraith. Es uno de los pocos casos de un académico que ha tenido éxito en el campo de la política y de la diplomacia.
En sus memorias tituladas A Life in our Times el Profesor Galbraith  nos relata, en su característico estilo, los principales eventos de su época.
Un estilo con personalidad.
A lo largo de las memorias se pueden observar dos características que distinguen al autor. Su punzante estilo y su arrolladora personalidad. Como él  mismo reconoce, buena parte de su éxito se ha debido a su habilidad para escribir con claridad sobre temas técnicos. En repetidas ocasiones su habilidad le abrió las puertas de nuevos campos. Su vinculación a la política del partido Demócrata como escritor fantasma en la primera campaña de Adlai Stevenson se debió en buena parte a sus dotes de escritor. 

La arrolladora personalidad del Profesor Galbraith combinada con su elevada estatura lo convierten en el centro de toda reunión. Quien haya tenido la oportunidad de conocerlo personalmente gozará mucho con el relato de algunas de las experiencias en las que gracias a su personalidad logra salirse con la suya. Una anécdota de su libro ilustra la manera como Galbraith puede apabullar al ciudadano común. En una ocasión Galbraith debía visitar a uno de sus conocidos en un hospital. Cuando llegó, la hora de las visitas ya había pasado. Sin arredrarse, Galbraith continuó su  marcha y cuando la enfermera le preguntó quien era, inmediatamente contestó "el Doctor Galbraith".  Conociendo la imponencia del Profesor Galbraith me puedo imaginar el estado en que quedó la pobre enfermera.

La Crítica de la Teoría Neoclásica.
A lo largo de su vida Galbraith ha sido uno de los críticos más caracterizados del modelo neoclásico. Permanentemente ha atacado lo que él bautizó como la sabiduría convencional. Especialmente, ha cuestionado la validez del modelo de competencia perfecta, argumentando que el mundo está caracterizado por la existencia de monopolios y empresas dominadas por tecnócratas que muchas veces no responden a los dueños sino que buscan su propio beneficio sin tener en cuenta objetivos de maximización de utilidades. 
En sus memorias la lucha entre Galbraith y los economistas neoclásicos es permanente. Gran parte del relato de su vida gira alrededor de este tema y de su lucha por plasmar sus ideas en dos de sus libros: La Sociedad Opulenta y el Nuevo Estado Industrial. Estos dos libros, sin lugar a dudas, se  convierten en protagonistas principales en estas memorias. El difícil proceso de su creación muchas veces interrumpido por eventos de la política y la diplomacia muestra la angustia del escritor por ver concluida su obra. El éxito abrumador de estos dos libros corona las angustias del autor y además le abre nuevas oportunidades y le permite financiar su entrada al Jet‑set.
Si bien un lector desprevenido de las memorias del Profesor Galbraith pueda concluir que la ortodoxia neoclásica ha sido reemplazada por la visión galbraithiana, la realidad es que los académicos americanos han considerado que la contribución de estos dos libros al avance de la ciencia ha sido muy limitada. Por el contrario, nadie puede dudar de la gran influencia que han tenido los escritos del Profesor Galbraith en las decisiones de política. Como lo recuerda el autor en sus memorias buena parte de la concepción de los programas de La Gran Sociedad se basan en La Sociedad Opulenta. También es notable la influencia del Profesor Galbraith en la introducción de consideraciones sobre la calidad de la vida para complementar el objetivo de crecimiento de la producción.
El Hombre Público
Se pueden distinguir dos fases en la carrera pública de Galbraith. En la primera de ellas se vincula de tiempo completo mientras que en la segunda y una vez ha sido contratado por la Universidad de Harvard mezcla  sus labores docentes con sus intervenciones públicas.
La primera fase burocrática de Galbraith está íntimamente relacionada con el manejo de la economía de los Estados Unidos durante la segunda guerra mundial. Después de haber desempeñado algunos puestos secundarios Galbraith se convierte en  Zar de Precios de los Estados Unidos y allí comienza a tener destacadas figuraciones. Tanto su poder como el número de subordinados crece considerablemente al intensificarse la participación de los Estados Unidos en el conflicto bélico. 
En la segunda fase  Galbraith comienza como un experto en temas económicos que asesora a algunos de los políticos demócratas. Más tarde y gracias a sus habilidades de escritor entra a formar parte del grupo de escritores fantasmas en la campaña de Stevenson y de allí se convierte en uno de sus principales asesores económicos.
El triunfo de los demócratas a comienzos de los sesentas le permite a Galbraith el volver a brillar en el firmamento político. Durante el gobierno de Kennedy es nombrado como Embajador en la India donde se ve envuelto en la guerra entre China y la India. En el gobierno de Johnson su influencia es muy notoria en cuanto se refiere a la política doméstica. La influencia de Galbraith comienza a evaporarse al convertirse en uno de los principales críticos de la participación de los Estados Unidos en el Vietnam.
Con la llegada de Nixon a la Casa Blanca comienza un período en el que la influencia del político es muy limitada y en la que comienza a crecer su importancia como crítico del sistema. 

Al concluir la lectura de estas largas memorias no puede uno menos que agradecer el gran esfuerzo hecho por el autor para mostrarse como una de las personalidades más atractivas de los últimos cuarenta años.

jueves, 30 de mayo de 1985

El manual del burócrata

Una de las experiencias más frustrantes para el público interesa­do en los temas económicos es ojear las páginas de las revistas especializadas. Los artículos tratan temas muy abstractos y, por lo general, adolecen de una superabundancia de expresiones matemáticas. La situación ha llegado a tales extremos que muchas personas, que alguna vez pregonaban su entusiasmo por la  utilización de las matemáticas en la economía, tienen que ser obligadas a leer uno de estos artículos. Algunos de estos economistas arrepentidos han prometido no volver a comprar libros en los que aparezcan fórmulas matemáticas.

En medio de esta avalancha de artículos intensivos en el uso de las herramientas matemáticas, ocasionalmente se publican trabajos de economistas famosos, realmente interesantes y muy bien escritos que presentan en un lenguaje al alcance de la inmensa mayoría, enunciados económicos muy profun­dos. Si además el autor logra condimentar sus artículos con sentido del humor, convierte la lectura de temas económicos en una experiencia tan agradable como leer una buena novela.

Si alguien duda de la existencia de escritos económicos que puedan deparar un rato agradable y dice, como Santo Tomás, hasta no ver no creer, debe leer algunos de los artículos del Profesor George Stigler publicados en su libro "The Intellectuals and the Market Place"

El Manual del Académico

Uno de los artículos publicados en este libro se titula The Conference Handbook y busca facilitar la labor de los partici­pantes en las conferencias académicas. Para ayudar a los académicos Stigler presenta una codificación de los comentarios más frecuentes. Con muy fino humor propone que  estos comentarios sean adoptados por todos, para  simplificar la tarea, a veces penosa, de criticar un trabajo académico; de esta manera, sería suficiente  indicar los números de los comentarios.

Algunos de los comentarios codificados son realmente graciosos, como puede apreciarse por la muestra que se presenta a continuación:
Para la introducción:
A.El trabajo es una espléndida revisión de la literatura que, infortunadamente no abre derroteros nuevos.
B.El autor ha resuelto brillantemente el problema planteado, infortunadamente escogió el problema equivocado.
C.Es una lástima que la erudición y el ingenio del autor estén tan mal orientados.
D.Reconozco que soy solo un aficionado a estos temas y por lo tanto mis comentarios deben ser considerados como tentativos. Sin embargo, hasta un novicio encuentra material suficiente para sus críticas.
Algunos comentarios:

1.Adam Smith ya lo había dicho.
2.Desafortunadamente, hay un problema de identificación, que no ha sido suficientemente analizado en el documento.
3.Obviamente, los residuos no son mormales y la especificación del modelo es incorrecta.
4.El desarrollo de una teoría no es útil en este momento: se necesita realizar una serie de estudios de caso.
5.Si bien los estudios de caso nos pueden ilustrar, es imposible avanzar hasta que no se desarrolle un modelo del proceso.

El Anti‑Stigler a la colombiana.

Aunque a Stigler nunca se le pasó por la mente facilitar al burócrata la defensa de sus actividades, uno podría desarrollar unas ayudas para los funcionarios colombianos, ahora que han tenido que defender sus presupuestos contra los que intentan reducir el déficit fiscal:

1.Este es el programa favorito del Ex‑Presidente .....

2.El proyecto esta definido de antemano : son .... y se trata de financiarlo.

3.Porque dicho proyecto tiene adscrito un determinado nivel de beneficios sociales y porque no se le compara  en este respecto con otros proyectos posibles, la cuestión de rentabilidad se reduce a la de costos.

4.Los másteres de Chicago propusieron lo mismo en el Cono Sur.

5. Es una propuesta digna de Hood Robin pues le quita a los pobres para dárselo a los ricos.

6.Si la reforma pasa, se habrá perdido la principal conquista del último siglo.

7.La propuesta es muy buena en teoría, pero infortunadamente no opera en la práctica.

8.Una solución perfecta para los países avanzados, pero que no funciona en el trópico.

9.La alternativa planteada no ha sido ensayada hasta el momento.

10.Nuestra Institución ha sido pionera en este campo. Ayer recibimos la visita de una delegación de parlamentarios extranjeros interesados en estudiar la manera como estamos llevando a cabo nuestras labores.

Unos consejos finales para el burócrata: busque un nombre para su instituto que despierte los más hondos sentimientos y trate de conseguirse el patrocinio de Hefestos.

jueves, 9 de mayo de 1985

El Déficit Fiscal de los Estados Unidos

El Presidente Ronald Reagan  se dirigió recientemente a todos sus gobernados por las cadenas de televi­sión norteamericana con el objeto de buscar el apoyo de los norteamericanos para su plan de control del déficit fiscal. Sin lugar a dudas para un observador imparcial lo más notable de la charla televisada fue la manera impecable como el presidente de los Estados Unidos hizo su presentación. El "Gran Comunicador" en su mensaje ante las cámaras convincentemen­te mostró la necesidad de controlar el déficit. Según Reagan el problema más grave que afronta la economía americana lo constituye el exceso de gastos sobre el ingreso fiscal de los Estados Unidos. Dicho problema puede poner en peligro el bienestar de todos los norteamericanos, haciendo nulos los esfuerzos hechos en el pasado reciente para lograr un rápido crecimiento. 

La forma

El mensaje tuvo un alto contenido cuatrijuliero con invocaciones a la grandeza de los Estados Unidos y con  exaltaciones a las bondades del mercado. Además  para motivar a su audiencia, llegó a  utilizar palabras de John F. Kennedy; citó lo dicho por Kennedy en su posesión: "No preguntemos qué puede hacer el país por nosotros sino más bien  qué podemos hacer por el país". 

El presidente norteamericano  dejó muy en claro en su mensaje que el tamaño del estado había llegado a ser excesivo y que para controlar el déficit fiscal era necesario comenzar a reducirlo. ­Según Reagan, la estrategia para disminuir el tamaño del estado debe realizarse en dos etapas. Primero, disminuir los impuestos y luego, disminuir el presupuesto. En su discurso enfatizó la necesidad de continuar con la política de reducción de impuestos y renovó su promesa de no aumentar los impuestos federales.

En su alocución, Reagan aprovechó para mofarse de sus críticos. ­Les recordó que cuando inicialmente propuso su política de reduccio­nes en los impuestos, ésta se bautizó con el nombre de  Rea­ganomics pero cuando comenzó a tener éxito, dejó de conocérse­le con este nombre.

El fondo.

Las propuestas de Reagan para acabar el déficit fiscal de los Estados Unidos se centran en la reducción de algunos gastos que están causando serias ineficiencias en la asignación de recursos. En su mensaje, el presidente mostró una sensibilidad hacia las clases menos favorecidas no reconocida por sus críticos norteamericanos y de otros países.

De una manera muy gráfica, el presidente norteamericano mostró la necesidad de acabar con los ferrocarriles. Señaló que por cada pasajero los ferrocarriles estaban perdiendo 35 dólares y que, por lo tanto en muchas circunstancias, resultaría más conveniente darles pasajes de avión gratis a los usuarios del ferrocarril.

También señaló el absurdo al que se ha llegado con la política de créditos subsidiados, pues hoy en día  el gobierno federal tiene un programa de créditos que supera con creces el del Chase Manhattan y el Banco de América. El Presidente Reagan propuso acabar con este tipo de crédito para las grandes corporaciones. ­Recomendó acabar con el crédito del EXIMBANK, Banco de Exporta­ciones  e Importaciones el equivalente norteamericano de PROEXPO.­ También  recomendó acabar con el crédito subsidiado de la Small Business Administration, equivalente a nuestra Corporación Financiera Popular  y  con los préstamos subsidiados a los estudiantes universitarios.

En la línea de gastos que pueden suprimirse, y a la vez contribuir a una mejor asignación de recursos, el Presidente Reagan mencionó el apoyo a las compañías de buses urbanos. Señaló que cada vez que un pasajero aborda un bus el gobierno federal tiene que aportar diez centavos de dólar. 

Para lograr el apoyo de los demócratas ofreció controlar los gastos en defensa manteniéndolos  a un nivel relativo constante.­ Prometió que los gastos de defensa se mantendrían a un nivel tal que representaran una fracción constante del PIB. Recordó que dicha fracción sería inferior a la alcanzada en las administraciones  de Kennedy y Johnson.

Las consecuencias

Aunque es difícil de pronosticar la probabilidad de que el presidente Reagan pueda convencer al congreso y logre disminuir el déficit fiscal, sí se puede prever la importancia de su control.
En primer lugar, si los Estados Unidos logran un control efectivo de los gastos del gobierno darán un ejemplo a otras naciones con el mismo problema. En estos momentos es muy difícil predicar una política de austeridad cuando la casa está un poco desarreglada.

En segundo lugar, la reducción del déficit fiscal de los Estados Unidos permitirá una reducción de las tasas de interés internacionales, lo que traerá como consecuencia una disminución de los pagos por servicio de la deuda en los países latinoamericanos. Al disminuirse el nivel de las tasas de interés en los Estados Unidos, se creará una situación en la cual la inversión en activos domésticos sea más favorables.

El ajuste en el frente fiscal contribuirá a un ajuste en el sector externo norteamericano y contribuirá a la reducción del déficit comercial de los Estados Unidos. Al aumentar la competitividad de los productos norteamericanos  aumentará la competitividad de economías como la colombiana cuyo patrón monetario es el dólar. Es conveniente anotar que gran parte de los problemas del sector externo colombiano se hallan relacionados con la sobre­valuación de la divisa norteamericana y por lo tanto su solución se logrará en la medida en que el dólar llegue a su nivel de equilibrio.

Finalmente, puede decirse que al aceptar el gobierno norteamericano la necesidad del ajuste se están enterrando las teorías de algunos profesores de la escuela de Chicago que prometieron mantener en equilibrio la economía con el uso de instrumentos de política fiscal y monetaria. Al igual que en el Cono  Sur, el empleo de las recomendaciones del profesor Mundell ha tenido que enfrentarse a la realidad de una moneda sobrevalorada la cual ha acabado con la competitividad de una economía.

jueves, 28 de marzo de 1985

El guante de la mano invisible

La intervención del gobierno en la regulación del mercado usualmente se ha realizado por medio de reglamentaciones orientadas a fijar condiciones que deben cumplir los productores de bienes y servicios. Dichas reglamentaciones se traducen en una serie de trámites que deben cumplir los administradores de las empresas y que, por lo general, contribuyen a encarecer el producto final y a distorsionar el buen uso de los recursos productivos. El caso colombiano es un buen ejemplo de un proceso en el que la buenas intenciones de los gobernantes, poco a poco, han sido anuladas por las distorsiones causadas por un exceso de reglamentaciones. Es tal el descontento de los colombianos con los resultados de las políticas de reglamentación de la actividad económica que, como ha sucedido en otros paises, estarán dispuestos a respaldar al candidato que ofrezca una tregua entre el regulador y el regulado.

Cambios recientes en la regulación de la actividad económica.

La tendencia moderna en la regulación de la actividad económica es tratar de intervenir de una manera indirecta sin fijar restricciones, cambiando el esquema de incentivos para que el productor ajuste sus decisiones en la dirección que sea más conveniente para la sociedad. Se reconoce que si los incentivos no cambian, el agente económico, productor o consumidor, va a buscar eludir los controles diseñados por el gobierno, utilizando todos los medios legales a su alcance. Más aún, y lo que es más grave para el propio sistema, en último caso puede decidir evadir los controles impuestos apelando a procedimientos por fuera de la ley.

El cambio en el proceso de regulación ha sido ampliamente debatido en los países industrializados y ha contado con el apoyo de una gran mayoría de los economistas, sobrepasando muchas veces sus aficiones partidistas. Charles Schultze quien fuera el asesor económico del presidente Carter ha dado su apoyo a un cambio en el proceso de regulación. Según Schultze, el gobernante debe buscar "utilizar incentivos privados para obtener el bienestar público" y para ello debe intervenir el sistema de precios, más bien que a través de reglamentaciones sobre el mismo proceso productivo.

200 años después de la Riqueza de las Naciones, los economistas han redescubierto un papel para la mano invisible. Cuando el esquema de incentivos es correcto, los productores y consumidores pueden, a través del mercado, reemplazar la mano invisible del regulador.

¿Quién da más?

Algunos ejemplos de la utilización de los incentivos privados para lograr el bienestar de la comunidad, y que pueden ser adaptados al caso colombiano, tienen que ver con la asignación de recursos escasos por medio de licitación. Para nadie es un secreto que hoy en día hay una escasez de divisas y que, por lo tanto, el poseer licencias de importación es un activo que tiene un valor monetario muchas veces superior a otros más tangibles como el dinero en el banco. En la actualidad, el mayor precio pagado por los consumidores de los bienes extranjeros está llegando al importador, y en ocasiones, a funcionarios inescrupulosos encargados de tramitar las licencias de importación. Si se cambiara el sistema vigente por uno en el cual se subastaran las licencias de importación, no sólo se aumentarían los ingresos del fisco, sino que se mejoraría la asignación de recursos, pues quien mayor necesidad tuviera de bienes importados, ofrecería más por las divisas, logrando así una asignación de divisas a quien más las necesita.

Otro caso en donde el proceso de licitación contribuiría a una mejor asignación de recursos es el de la televisión. En la situación actual, un espacio es asignado a la programadora que hace la "mejor" propuesta. Por este espacio la programadora debe cancelar un canon preestablecido. En un verdadero proceso de licitación, el proponente debe indicar hasta cuánto está dispuesto a pagar por el espacio que está licitando y la adjudicación se hace al proponente que ofrece más por el espacio. Una verdadera licitación no solo facilita el proceso de selección, sino que elimina los subsidios implícitos concedidos a programadoras favorecidas con espacios en tiempos cuyo potencial supera el canon de arrendamiento fijado.

Un tercer ejemplo en donde un cambio en la regulación tendría efectos favorables se relaciona con la asignación de cupos a los vehículos de servicio público. Tradicionalmente, el cupo de buses, busetas y camiones ha sido fijado por las autoridades del transporte. Dadas las dificultades inherentes a las proyecciones del parque automotor, los cupos asignados muchas veces no coinciden con las necesidades reales del sector y, por lo tanto, han ocasionado algunos problemas. Algunas veces el cupo asignado ha sido inferior a las necesidades reales del sector, lo que ha dado lugar a inmoralidades en el proceso de adjudicación, mientras que en otras oportunidades, el número de cupos asignados ha sido superior a las necesidades, generando dificultades a los transportadores como consecuencia de un exceso de oferta. Si los cupos se asignaran mediante un proceso de licitación, indudablemente se lograría un equilibrio mayor entre oferta y demanda; si por otras razones, se juzgara necesario mantener unas restricciones en la oferta, los sobreprecios llegarían a las arcas del Estado y no se quedarían en las de los intermediarios.

En circunstancias como las actuales, en donde hay un exceso de demanda por carros de servicio particular, un proceso de adjudicación de cupos, para ensamble o para importación, por medio de una licitación, contribuiría a mejorar la asignación de los recursos escasos del país.

jueves, 14 de marzo de 1985

En el transporte el precio no es correcto

El transporte es uno de los campos en donde el sistema de precios no cumple bien su función indicadora. Como generalmente, el precio que paga el usuario por los recursos utilizados es cercano a cero no es posible señalar mediante un precio alto el caso en el que hay insuficiencia de recursos, ni mediante un precio bajo el caso en el que hay abundancia de ellos. Más aún, en ocasiones no solo no se cobra por el uso de ciertos recursos, sino que se deja de cobrar por el perjuicio a que se somete la comunidad.


La Congestión Urbana


Un ejemplo puede aclarar el problema que se presenta en la asignación de recursos en el transporte. El conductor que entra en una vía urbana congestionada, no solo está utilizando el espacio vial sin tener que pagar, sino que no  paga por el perjuicio que le está infringiendo a los otros conductores que están compartiendo la vía y que tienen que disminuir su velocidad como consecuencia del ingreso de un nuevo vehículo en la vía. La carencia de señales de precios hace que las vías se utilicen más de la cuenta causando una mala asignación de recursos.

La recomendación de un economista puro, o sea diseñar un sistema de precios, tiene claras desventajas de tipo político y solo ha sido aceptada en Singapur. En el resto de las ciudades, el problema de la congestión trata de resolverse por métodos indirectos. En ocasiones se adoptan una serie de medidas de ingeniería de tráfico. Por ejemplo, se da preferencia a la utilización del vehículo de transporte colectivo, limitando el uso del vehículo particular en ciertas areas de la ciudad y creando carriles exclusivos para buses. Este tipo de medidas, aunque un poco extremas, suelen mejorar las condiciones del tráfico en las zonas congestionadas de la ciudad. Dado la mayor eficiencia del transporte colectivo en el uso del espacio vial las preferencias a este medio contribuyen a una mejor asignación de recursos.


El Impuesto a la Gasolina


Una manera indirecta de restringir el uso del carro particular sugerida por algunos analistas, es el gravar un bien o  servicio complementario con su uso. Entre los bienes que han sido sugeridos más frecuentemente se encuentran algunos insumos como la gasolina y las llantas. Se ha pensado que si un aumento en el precio de la gasolina tiene como consecuencia un menor uso del vehículo particular, el gravar la gasolina puede no solo generar recursos para el fisco sino que además puede contribuir a  aliviar el problema de la congestión.

Si el anterior razonamiento es válido, nos estaría indicando que otro precio  del transporte que no es correcto es el de la gasolina. El precio que paga actualmente el consumidor  de gasolina en Colombia es muy cercano al precio internacional de la gasolina y por lo tanto el impuesto que realmente está pagándose por galón de gasolina es muy bajo. Si consideramos el porcentaje fijado por la ley (alrededor de 120%)  como un indicador del posible impuesto,  y si tomamos como base el precio internacional del galón de gasolina, podemos establecer que el precio de venta al público puede estar muy cercano a los 200 pesos por galón.


Si bien un aumento de esta magnitud (cercano a un dólar por galón) tendría consecuencias muy desfavorables desde el punto de vista social, indudablemente contribuiría de manera muy favorable a disminuir la congestión en nuestras ciudades. La disminución de la congestión ha sido notable en países como Uruguay y Paraguay, en donde el Fondo Monetario Internacional ha logrado convencer a las autoridades de dichos países para que adopten precios del combustible más realistas.  Además, el aumento en el precio de la gasolina a una cifra de tres dígitos sería una buena oportunidad para adoptar el sistema métrico decimal.  Al no poderse indicar en los surtidores  un precio unitario de tres dígitos  se puede cambiar la unidad por una menor. Se puede entonces optar la solución que adoptaron algunas estaciones de servicio en los Estados Unidos en el año 79, consistente en medir en litros. Así, en lugar de cobrar 198 pesos por galón se podría cobrar 53 pesos por litro.



Las Tarifas de los Parqueaderos


Las tarifas de los parqueaderos por lo general son fijadas sin buscar una mejor asignación de recursos y en consecuencia, muchas veces terminan siendo fijadas incorrectamente. Desde el punto de vista de la asignación óptima de recursos, la política adecuada de tarifas de estacionamiento debe tender a disminuir la congestión y por lo tanto debe fijar un precio alto en los períodos pico  y en las zonas donde exista congestión y uno muy bajo o cercano a cero en los períodos y zonas donde no la haya. Por lo tanto deberá cobrarse una tarifa alta en las zonas de los distritos comerciales y en los períodos pico. Al aumentar las  tarifas de estacionamiento en los períodos pico se tenderá a reducir la congestión en dichos períodos, desplazando demanda por viajes hacia vehículos de transporte colectivo que utilizan más eficientemente el espacio vial.

Como se ha podido comprobar recientemente con ocasión del cambio de las tarifas de los parqueaderos de la capital del país, la política vigente produce un efecto contrario al deseado, pues la tarifa es más alta en las horas  de la noche y en los días festivos cuando la congestión  es relativamente baja. Por otra parte, las tarifas más bajas por hora corresponden a los usuarios por mensualidades que por lo general utilizan las vías en las horas de mayor congestión. Estos costos promedios menores están contribuyendo a aumentar la congestión en los distritos comerciales. Más aún, para aquellos conductores con contrato mensual que miran únicamente el costo incremental de un viaje, el efecto de la  tarifa es cercano a cero, pues una vez cancelada la mensualidad, cesa el incentivo de no utilizar el vehículo particular para el viaje al trabajo.


Cambios en las Políticas de Precios


Si bien el cambiar una política de precios en el transporte urbano presenta serias dificultades por cuanto los más afectados tienden a ser las familias de menores ingresos, cada día se vuelve más urgente. El nivel de motorización de las ciudades colombianas es tal que sin un uso más racional del espacio vial sería necesario emprender cuantiosas inversiones en infraestructura de transporte. La presencia de un nuevo equipo de trabajo en el Ministerio de Obras Públicas con amplia experiencia en el tema puede servir para comenzar a fijar políticas mas realistas en este campo. El actual Ministro viene de cumplir una magnífica labor en ECOPETROL y por lo tanto conoce muy bien los efectos benéficos de una política de precios de la gasolina que refleje el costo real del combustible. La Vice‑Ministra en su actividad profesional ha tenido la oportunidad de analizar el campo del transporte urbano y conoce muy bien la mayoría de los estudios sobre el tema.


Si tenemos en cuenta que organismos como el Banco Mundial han sido pioneros en el campo de fijación de precios de transporte y que por lo tanto estarían muy interesados en colaborar con el gobierno en un proyecto que busque mejorar la utilización de la infraestructura existente, fácilmente podríamos concluir que este es un momento preciso para intentar un cambio en las políticas de precios.


    

jueves, 28 de febrero de 1985

La vivienda en 1985

Un análisis desapasionado de lo realizado por el actual gobierno en el período agosto de 1982 a diciembre de 1984, muestra que la vivienda ha sido un campo en donde se ha podido cumplir las promesas hechas durante la pasada campaña electoral. En efecto, tanto las entidades gubernamentales especializadas en el campo de la vivienda, especialmente el ICT y el BCH, como el sector privado a través del sistema UPAC, han cumplido con las metas asignadas en el plan Cambio con Equidad.

Este resultado es de admirar pues se ha logrado en circunstancias bastante desfavorables. En primer lugar, ha sido necesario superar la desconfianza del público en el sector financiero. Al respecto es bueno recordar que el presente gobierno comenzó su período un par de meses después del comienzo de la crisis del sector financiero. En segundo lugar, hemos atravesado un período de recesión agravado por el desequilibrio del sector externo. Finalmente, el gobierno ha tenido que enfrentar situaciones heredadas de gobiernos anteriores, como el control de arrendamientos, que distorsionaron radicalmente el mercado de la vivienda.

Los problemas de la vivienda en 1985.

Con el fin de analizar las perspectivas del sector vivienda en 1985, es necesario pasar primero una revista a sus principales problemas.

Sin lugar a dudas, el mayor problema del sector de la vivienda se relaciona con la demanda. Como es el caso se todos los bienes de consumo durable, la demanda por vivienda depende primordialmente del ingreso de las familias, del precio y de la tasa de interés. A pesar del discreto aumento en el PIB ocurrido en 1984, las perspectivas de mejoras sustanciales en el ingreso familiar durante el presente año no parecen muy factibles. Más aún, es muy probable que para poder cumplir con el programa de ajuste actualmente en negociación con el FMI, se requiera controlar la demanda agregada a niveles que afecten la demanda por vivienda.

La evolución de las tasas de interés durante el presente año va a ser otro de los problemas que enfrentará la demanda por vivienda. Hoy en día, para nadie es un secreto que el nivel de tasas de interés está íntimamente ligado con el ritmo de devaluación. En la medida en que el ajuste cambiario se continúe haciendo mediante el proceso de las minidevaluaciones, el nivel de las tasas de interés se mantendrá alto. Mientras las tasas de interés se mantengan elevadas, la demanda por vivienda se mantendrá deprimida.

El problema causado por el desfase cambiario y que ha dado lugar a las altas tasas de interés, también ha influido negativamente en el sistema de valor constante. Al aumentarse el ritmo de devaluación, el UPAC perdió competitividad frente a otros activos financieros, pues el rendimiento del sistema de valor constante se rezagó con relación al de sus alternativas, como consecuencia de la desaceleración en la inflación que acompaña una disminución rápida en las reservas internacionales. Para compensar la disminución de las captaciones ocasionada por el fenómeno descrito anteriormente, fue necesario incrementar la correción monetaria por encima de la inflación. Si bien esta reforma permitió recuperar la competitividad del sistema de valor constante, encareció el crédito a los constructores y a los usuarios. El aumento del costo del crédito, tuvo como consecuencia una disminución en la demanda por vivienda, que en parte se compensó por el aumento en los fondos prestables del sistema.

El control de arriendos establecido por el gobierno en 1976, cuando era ministro de Hacienda el doctor Abdón Espinosa Valderrama, prácticamente acabó con la demanda por vivienda para arrendamiento. Poco a poco, se ha notado un resurgir de la demanda para arriendo como consecuencia de las medidas tomadas por el actual gobierno. La liberación de los arriendos para las viviendas financiadas por el sistema UPAC y la vinculación del canon al avalúo catastral, han permitido la solución del problema para los usuarios del sistema UPAC y para los propietarios que han reavaluado. Los efectos positivos de estas medidas se han visto reducidos por la confusión creada por las reformas propuestas por algunos políticos que se presentan con falsas "soluciones a la mano".

Perspectivas para 1985.

El reto para el gobierno en el presente año es encontrar soluciones a los problemas mencionados anteriormente. El resultado de los programas de vivienda para el presente año va a depender en buena parte de la solución de los problemas que afectan al sector. Para que se construyan las viviendas que el país requiere es necesario incentivar la demanda. Para ellos es importante ante todo solucionar lo más pronto posible, el problema del sector externo colombiano. Mientras no se vuelva a la paridad cambiaria, es muy difícil mantener una demanda alta.

Es probable que en el presente año se requiera realizar ajustes en los sistemas de financiación de vivienda. La experiencia ha mostrado que el sistema de valor constante es muy sensible a las variaciones en la rentabilidad de otros activos denominados en moneda nacional o extranjera y, por lo tanto, las perturbaciones en el sector externo se trasladan rápidamente al sector de la construcción. El sector oficial, bajo condiciones de un déficit alto, pierde su empuje. La posibilidad de utilizar fuentes externas se cierra cuando existe un retraso cambiario, por la dificultad política de trasladar al usuario el costo de una devaluación acelerada. En la medida en que existan entidades internacionales interesadas en financiar vivienda, parece razonable que el Banco de la República entre a compartir el riesgo cambiario, por cuanto los nuevos préstamos van a tener un impacto positivo en la reservas internacionales.

Si el gobierno desea mantener el impulso al plan de vivienda debe tratar de contrarestar las fuerzas que están frenando la demanda. Un campo importante podrá ser relacionado con la vivienda usada. Para lograr una reactivación de la demanda por vivienda usada se requeriría, además de definir lo referente al régimen de arriendos, reforzar los mecanismos de financiación de este tipo de vivienda.

jueves, 21 de febrero de 1985

La visita del FMI: y el computador ¿para qué?

Tan pronto como los periódicos informaron de la llegada de la misión del Fondo Monetario Internacional comenzaron las discusiones de los comentaristas económicos, cada uno desde su propio punto de vista, sobre el posible impacto que va a tener dicha mision.

Para el cínico, son evidentes dos hechos: En primer lugar, que los funcionarios del Fondo no confían mucho ni en la infraestructura de sistemas de nuestro país ni en la habilidad de las aerolíneas para transportar el equipaje; de ahí que trajeron sus microcomputadores como "equipaje de mano". En segundo lugar, que lo único que se va a lograr es que , al mismo tiempo que escampan un poco del crudo invierno de Washington, obtienen unos puntos para el plan de "Viajeros Frecuentes" al que pertenecen todos los funcionarios internacionales. (Si se tiene en cuenta que los viajeros del FMI se desplazan en primera clase, el recorrido Washington‑Bogotá‑Washington les representa un total de 10000 puntos). En el otro extremo estaría el nacionalista furibundo que piensa que la visita tendría repercusiones catastróficas, pues puede implicar el primer paso en la pérdida de la soberanía nacional.

Sin embargo, el verdadero efecto de la misión estaría entre las dos posiciones extremas: contabilizará unos puntos para los "Viajeros Frecuentes" y va a generar un cambio en la política económica del Gobierno. Analicemos un poco lo que hará el equipo del FMI durante la visita.


Actualización de Cifras.‑

El objetivo primordial de la visita es preparar el informe sobre la situación actual de Colombia y, por lo tanto, es una actualización del realizado el año pasado. En este aspecto es muy poco lo que se va a adelantar. Los cambios no han sido muy grandes y además, dada la ausencia de cifras trimestrales de cuentas nacionales, los indicadores mostrarán únicamente aspectos parciales de la coyuntura económica. El trabajo de la misión en este campo, aunque dispendioso, no aportará mucho a la solución de los verdaderos problemas. Desde este punto de vista, la visita no se justificaría pues sería mucho más eficiente contar con suscripciones a revistas como Guión, (y otras más), que tratan oportunamente los temas económicos. O aún más simple sería cruzar la calle 19 en Washington, para hablar con los funcionarios de la División de Colombia en el Banco Mundial, los cuales, por lo general, se mantienen muy bien informados de la situación económica colombiana.
  
Elaboración de un diagnóstico


Además de la recopilación de información la misión del Fondo busca analizar las posibles causas de la situación, aunque para esto es muy probable que no hubiera tenido que venir a Colombia ni menos traer equipos de computación, pues probablemente hubiera bastado asistir a la reunión anual de la Asociación de Economistas Norteamericanos donde se discutieron  ampliamente los orígenes de los problemas de las economías latinoamericanas. Según la posición de un alto funcionario del Fondo, (que entre paréntesis es el Jefe de la División de los  integrantes de la misión), los problemas se han originado por errores en las políticas de los gobiernos,  más que por condiciones externas. De acuerdo a esta interpretación, que compartimos en parte, las causas de los problemas colombianos se deben a errores de políticas en el período 1978‑1982 que condujeron a un alto endeudamiento externo, a un retraso cambiario y a un déficit fiscal.      
  

Formulación de recomendaciones
  
Si bien las fases de actualización de cifras y de elaboración del diagnóstico algo van a ganar con la venida de la misión del Fondo probablemente la misión va a discutir con el gobierno algunas modificaciones en la política económica. Algunas medidas son tan obvias que no se requiere de un computador para analizarlas. Por ejemplo, es necesario llegar a la paridad cambiaria lo antes posible pues de otra manera no solo se perderán las reservas internacionales sino que se abortará cualquier intento de reactivación al mantenerse las altas tasas de interés reales. Realmente, no se necesita tener un microcomputador para sumar a la tasa de interés internacional, el monto de la devaluación y para restarle la tasa de inflación doméstica. Tampoco se necesita del computador para comprender que una política de flotación del dólar permitiría aliviar estos problemas. Si se tiene en cuenta que en este momento el dólar negro está muy cerca del dólar oficial se podría concluir que la flotación no tendría los efectos perjudiciales asociados con cambios muy bruscos. Más aún, una flotación unida a una disminución de las restricciones a las importaciones permitiría que la asignación de las divisas se hiciera a través del mercado y no de acuerdo al criterio de los funcionarios del INCOMEX.
  
Tampoco se necesita de un computador para darnos cuenta que en una situación como la actual, se requiere cuidar muy bien las divisas. Es claro que proyectos que tienen un alto contenido importado y que no generan divisas, deben ser pospuestos. En este sentido, es de alabar la decisión del gobierno distrital de posponer la realización de la construcción del Tren Metropolitano. Si no se hubiera hecho esto, en lugar de tener en 1985 una disminución en las reservas internacionales de mil millones de dólares se tendría una de dos mil millones.
   
Otras medidas como fijar un precio más alto a la gasolina y mejorar la administración de impuestos tampoco requieren de computadores. Probablemente lo que si necesita de un computador y específicamente de sus habilidades como procesador de palabra, es la reiteración de estas recomendaciones. En esta labor los microcomputadores son muy útiles pues un documento básico se puede actualizar muy rápidamente cambiando algunas frases y reubicando algunos párrafos. Probablemente para esta labor fue para la que los funcionarios del fondo trajeron sus microcomputadores y la razón por la cual no se apartaron  de ellos durante todo el viaje.¿Será que traen un informe y lo único que tienen que hacer ahora es reemplazar la palabra Brasil o Méjico por la palabra Colombia?.