martes, 30 de mayo de 1995

Mejoremos la información económica

La trimestralización de las cuentas nacionales debe venir acompañada de mejoras considerables en la medición de la actividad económica

Los titulares de los medios de comunicación presentan dos versiones contradictorias del acontecer económico.  Cuando se registran las declaraciones del Gobierno, la situación económica siempre se muestra como bastante positiva.  Los representantes de los gremios y la mayoría de analistas, por el contrario, advierten de los peligros de una recesión, cada bando esgrime cifras aparentemente válidas.  El Gobierno presenta los indicadores positivos como la disminución del desempleo, mientras que los medios tan gobiernistas como Semana y El Tiempo apelan a la baja de la construcción, el deterioro de la cartera bancaria que suelen ser señales altamente peligrosas.

Esta falta de consenso en cuanto a lo que verdaderamente está pasando no solo muestra una situación que debe ser objeto de atención por parte de las autoridades económicas, que se muestran más preocupadas por castigar a los altos funcionarios de la administración Gaviria que por tomar las medidas más aconsejables, sino que revela una seria deficiencia en la información producida por las mismas instituciones del Estado.  Como ya lo he anotado en esta misma columna en ocasiones anteriores, es necesario que el Dane comience a producir resultados trimestrales de las cuentas nacionales.  Mientras esto no suceda, no sólo seguiremos hablando de la economía como los ciegos de la fábula hindú sino que las autoridades económicas con su característico sesgo optimista esperarán hasta muy tarde para adoptar medidas que enderecen el rumbo de la economía.

Los que conocemos y admiramos la labor del Dane estamos convencidos que el trimestralizar las cuentas nacionales no es muy fácil.  El Departamento de Estadística cuenta con un equipo directivo que conoce muy bien la importancia de contar con buenas estadísticas.  Mis aún, el proyecto de trimestralización de las cuentas nacionales está dentro de los propósitos de la actual administración.  Lo que se necesita ahora es llevar a cabo este proyecto de manera prioritaria.

La trimestralización de las cuentas nacionales debe venir acompañada de mejoras considerables en la medición de la actividad económica.  El grave problema que atraviesa el campesino colombiano se ha originado en buena parte en la carencia de buena información sobre el sector agropecuario.  Es inconcebible que el último censo agropecuario, bien hecho, fuera en 1960.  La carencia de información sobre el sector agropecuario ha hecho que el Gobierno de turno no tenga elementos para definir las políticas.  Ante la ausencia de información seria sobre el sector agropecuario las discusiones entre el Gobierno y los gremios se reducen a un pliego de peticiones imposibles de cumplir.  Un Gobierno como el actual, tan inclinado a dejar contento a todo el mundo, termina haciendo demasiadas concesiones.  La pérdida de competitividad del sector cafetero por problemas de la broca debe ser cubierto por el Fondo del Café, causando de paso serios problemas de carácter fiscal sin contribuir a una mejora en la eficiencia económica.  Por el contrario, el Gobierno está de hecho premiando el comportamiento de los Miguel Tejeiros que no han hecho todo lo posible por mantener la rentabilidad del negocio cafetero.  El mensaje no puede ser más claro: es más rentable protestar que mejorar la productividad.  El resultado ya se está viendo con la escalada de los conflictos económicos.  La solución más probable será la creación de un alto comisionado para la paz económica.

Los otros sectores productivos, con la excepción del industrial, también padecen de falta de información.  La información sobre el comercio y los servicios es bastante escasa. El Dane se ha conformado con hacer los llamados Censos Económicos sobre industria, comercio y servicios cada diez años cuando las agencias encargadas de las estadísticas de otros países, siguiendo recomendaciones internacionales, lo hacen cada cinco años.  La importancia de un censo económico más frecuente, no sólo se debe al hecho obvio de producir una información actualizada cada cinco años sino que además permite que el sector público y el sector privado monte un sistema de encuestas periódicas para recabar la información económica en el período intercensal.  El poder contar con información sobre los sectores productivos facilita enormemente el manejo de nuestras grandes ciudades.  La planeación de los servicios públicos y el transporte requiere de información a nivel bastante desagregado.  Los estudios de los temas urbanos tienen que ejercitar su imaginación para poder inferir a partir de los resultados del Censo Económico de 1990 la posible evolución de la actividad productiva en nuestras grandes ciudades.

El necesario refuerzo del sistema estadístico nacional debe venir acompañado de una mejora considerable en la manera como se presentan las estadísticas.  Hoy en día, el costo de la información producida por el Dane es muy alto y la manera como se entregan las estadísticas limita innecesariamente su acceso.  Las políticas del Dane en materia de precios son incomprensibles.  Como gran novedad ofrece al usuario la información en medios magnéticos pero para poderla entregar el usuario tiene que llevar sus propios medios magnéticos.  Las instrucciones para su utilización son prácticamente inexistentes y cuando uno logra tener acceso a ellas tiene que contratar a un ingeniero de sistemas para que le explique que puede hacer con ellas.  En otras ocasiones la información no es más que una imagen de las publicaciones en las que aparecen hasta las rayitas que separan las columnas y las filas de un cuadro.  Y, cosa de volverse locos, el precio de la información en medio magnético es considerablemente más costoso que el de la publicación.  La cartografía de una ciudad en pianos vale casi cuatrocientos mil pesos, mientras que en medio magnético puede costar diez veces más.  La utilización eficiente de los recursos dedicados por el país a producir información estadística de fácil acceso es imposible mientras persista esta economía de la exclusividad.  El Gobierno debe apoyar al Dane en los proyectos que buscan mejorar el sistema estadístico nacional, como contraprestación el Dane tiene que ofrecer mis y mejor información a un precio razonable y debe también mejorar las posibilidades de acceso al público en general.

lunes, 22 de mayo de 1995

La reelección de Domingo Cavallo

La gestión económica del Gobierno Menem no sólo se ha destacado en el campo de la estabilización sino que ha logrado importantes logros en el campo de las reformas estructurales

E1 14 de mayo el pueblo  argentino reconoció que la gestión del presidente Menem y su Ministro de Economía Domingo Cavallo, habían sido exitosas y que valía la pena prorrogar su mandato por cuatro años más.  La gestión realizada por este binomio de oro ha sido enormemente exitosa.  La economía que estaba pasando por una tremenda hiperinflación logró estabilizarse y llegar a cifras que usualmente eran encontradas en las economías avanzadas.  Lograr bajar la perenne inflación argentina a niveles de un sólo dígito en tan corto tiempo es, sin lugar a dudas una proeza digna de ser reconocida.

Si el programa de estabilización basado en la introducción del llamado plan de convertibilidad se puede considerar como un gran logro, el manejo de la crisis originada por la devaluación del peso mejicano en diciembre del año pasado ha sido un ejemplo de una intervención a tiempo para lograr evitar un serio problema.  El Ministro de Economía argentino estuvo atento a respaldar su moneda y obtuvo el aval de los organismos internacionales para su plan de emergencia.  Sus anuncios y las medidas adoptadas lograron calmar la angustia de los inversionistas extranjeros y evitaron el pánico financiero que ocurrió en México.

La gestión económica del Gobierno Menem no sólo se ha destacado en el campo de la estabilización sino que ha logrado importantes logros en el campo de las reformas estructurales.  El proceso de privatización ha avanzado notablemente permitiendo de esta manera eliminar una de las principales causas del déficit fiscal.  La desregulación de la actividad económica y la apertura han vuelto más competitiva la economía argentina.  La inversión extranjera ha participado en el proceso de privatización. En un medio mis abierto los empresarios chilenos han entrado a participar de manera importante lo que ha permitido transferir a la Argentina las experiencias del Milagro Chileno.

La Argentina bajo la Administración Menem ha logrado tal vez su deseo más sentido.  El 'Volver a Crecer' de que hablaba Domingo Cavallo en uno de sus libros se ha logrado.  El estancamiento crónico de la argentina que uno sentía al pasear por la linda Buenos Aires ya es una cosa del pasado.  Los indicadores de crecimiento de los últimos años han vuelto a ser respetables.

Los avances logrados aunque notables son apenas el inicio.  Los problemas siguen siendo graves.  El peso está sobrevalorado y muchos sectores de la economía argentino no son competitivos.  Las alternativas para solucionar este problema no son fáciles.  El continuar con la ley de convertibilidad implicaría probablemente tener que afrontar una recesión que reduzca la demanda agregada y que de lugar a un ajuste fuerte de los sectores no competitivos.  El renunciar a la convertibilidad podría acabar con una credibilidad de la política económica que ha sido ganada con gran esfuerzo.

Conociendo la gran capacidad del Ministro Cavallo, creo sinceramente que el gobierno argentino en su segundo período puede completar con éxito la obra que ha comenzado.  Al registrar complacido el respaldo que le ha dado el pueblo argentino a su gobierno, sea la ocasión de augurarles un segundo periodo pleno de realizaciones.

lunes, 15 de mayo de 1995

¿La economía? Regular, gracias.

Los comentarios más frecuentes en las reuniones sociales tienen que ver con las posibilidades de la recesión.

Si las cosas fueran como nos las presentan los allegados al gobierno, no existiría motivo alguno de preocupación.  Después de nueve mese tenemos un Plan de Desarrollo aprobado por el Congreso que en teoría debería servir de guía para las inversiones de los sectores público y privado.  Si le creyéramos a las proyecciones del Plan, los próximos años serian probablemente los mejores de toda la historia económica reciente.  Si se dieran lo resultados previstos en el famoso Salto Social, Colombia estaría en magnificas condiciones para enfrentarse al nuevo milenio.

Lamentablemente, el común de la gente ve el futuro de manera diferente Los comentarios más frecuentes en las reuniones sociales tienen que ver con las posibilidades de una recesión.  L constructores se preparan para un largo período de crisis.  Los gremios del sector que siempre se han caracterizado por su optimismo están previendo un disminución del diez por ciento en la actividad edificadora.  Los ejecutivos d .las Corporaciones de Ahorro y Vivienda se han convertido en los más entusiastas admiradores del Ministro de Comunicaciones, pues ahora se puede divertir con los chistes de la Nena Jiménez durante sus largas vigilias ocasionadas por el incremento desmesurado de la cartera vencida.

Los agricultores, en especial aquellos que se han aventurado a invertir en negocios de exportación, continúan pasando por una situación critica.  En lugar tratar de mejorar su productividad han encontrado más atractivo acudir a papá gobierno para que les ayude a salir de la crisis.  Los cafeteros que antes se contentaban con un buen precio del café y una aceleración de la devaluación están tratando de convencer al gobierno que les ayude a pagar las deudas.  Los bananeros buscan financiación para pagar nómina por cuanto los ingresos no les está alcanzando para cubrir todos los costos de producción. 

Colombia que en los últimos tiempos se había destacado por la calidad del manejo económico y por su fútbol ha perdido su prestigio en los dos campos. Los que han reemplazado a Hommes a Maturana, ambos trabajando en el extranjero, no han resultado tan hábiles como los líderes del pasado.  Los indicadores de la economía colombiana igual que nuestros equipos a duras penas se imponen a los de la economía venezolana.

Los ensayos en la economía colombiana siguen a la orden del día.  El Salto Social continúa siendo apenas un mal ejemplo de una plataforma presidencial. El gobierno no abandona su actitud promesera, ni acepta que el sector privado ha llegado al limite máximo de su capacidad de contribuir a la financiación del gasto público.  Un gobierno que en nueve meses ha agotado su credibilidad se somete a un proceso de reforma tributaria en el preciso momento en el que el partido del gobierno se ve enfrentado a una de sus peores crisis políticas.

El peligro de entrar en una recesión debe llevarnos a reflexionar si no sería el momento de entrar a discutir la posibilidad de reelección del Presidente la República.  La experiencia de nuestros vecinos peruanos y argentinos está mostrando, por una parte,  que cuando hay reelección los presidentes continúan mandando hasta el último momento y no se dedican a buscar chanfaina internacional y que además el país gana notablemente si no tenemos que estar descubriendo cada cuatro años un equipo de genios para que se enfrente a los graves problemas que nos agobian. No le tengamos miedo a reelegir a los buenos ni a darle un castigo a los malos gobernantes.

lunes, 8 de mayo de 1995

Bienvenida la disminución del encaje

Aunque el verdadero impacto de la medidas solo se podrá apreciar con el paso del tiempo es posible prever que esta medida va a tener un efecto positivo en la economía.

El cambio en los encajes del sistema financiero ha sido motivo de comentarios por parte de destacados analistas económicos. En sus columnas del fin de semana los economistas de corte neoestructuralistas han criticado la medida tomada por la Junta Directiva del Banco de la República. Estos economistas han encontrado insuficiente la rebaja en los niveles de encaje, considerando que el alivio concedido por la Junta no ayudará a bajar los altos niveles de las tasas de interés. Este punto de vista de los más destacados defensores de la política económica de la Administración Samper parece mostrar un deseo por parte del gobierno de un fuerte estímulo monetario para contrarrestar  los síntomas de recesión que se han comenzado a ver en estos días.

Aunque el verdadero impacto de la medidas solo se podrá apreciar con el paso del tiempo es posible prever que esta medida va a tener un efecto positivo en la economía. En primer lugar, el imponer la disminución de los encajes sobre las nuevas captaciones disminuye el posible impacto inflacionario de la medida y permite controlar la expansión monetaria que se hubiera dado si se hubiera aplicado el cálculo del encaje sobre el total de las captaciones. Esta moderación del impacto expansivo de una disminución del encaje es absolutamente necesaria cuando se está  empeñado en una lucha contra la inflación. El mensaje antiinflacionario contenido en la medida es mucho más claro cuando se tiene en cuenta que la reducción del encaje en las cuentas corrientes ha venido acompañado de un aumento en los encajes en otros pasivos del sector financiero. la Junta Directiva del Banco de la República ha mostrado a la opinión que la lucha contra la inflación sigue siendo de alta prioridad que no piensa abandonar mientras que los indicadores del crecimiento del IPC no mejoren.

La medida de reducción de encajes en las cuentas corrientes abre la oportunidad para cambios importantes en el sector financiero. Las autoridades monetarias y crediticias están indicando que los bancos tienen que intensificar la competencia en la captación de liquidez a través de la cuenta corriente. La intensificación de la competencia en la captación a través de la cuenta corriente indudablemente ha de beneficiar a los titulares de las cuentas. Los mayores beneficios obtenidos por los bancos se podrán compartir entre bancos y depositante. El pago de intereses en cuenta corriente podrá al fin darse con lo cual las diferencias entre cuentas corrientes y depósitos de ahorro en UPAC tenderán a desaparecer en la medida en la que las corporaciones de ahorro y vivienda se inventen métodos para que  sus usuarios puedan girar algunos cheques al mes.


Una mayor competencia en el sector financiero, sin lugar a dudas, dará origen a la rápida adopción de importantes mejoras  tecnológicas en el sistema de pagos. Los clientes de los bancos podrán esperar contar con servicios que se disfrutan en países donde impera una verdadera competencia en el sector financiero. En resumen, la medida adoptada por la Junta Directiva puede resultar en un sector más competitivo sin afectar adversamente el manejo monetario y muestra una preocupación para seguir luchando contra la inflación. 

martes, 2 de mayo de 1995

El plan de desempleo

Las metas sectoriales del plan de empleo no sólo son poco creíbles a la luz de la historia reciente sino que además resultan indeseables desde el punto de vista de una estrategia de desarrollo

En la semana anterior se dio a conocer el plan de empleo de la Administración Samper.  Dentro de una serie de generalidades más apropiadas para un discurso de campaña que para un programa de gobierno se le anuncia al país las intenciones del gobierno relacionadas con la generación de empleo.  Extraña que el plan prioritario del gobierno tenga después de nueve meses una estructura tan débil.  Las estrategias y programas de empleo siguen siendo enunciadas a un nivel demasiado agregado.  El esfuerzo de desagregar las cifras de generación de empleo al nivel sectorial no ha resultado útil pues las cifras anotadas en el plan de empleo no parecen creíbles ni mucho menos deseables.

Para ilustrar la credibilidad de las cifras podríamos mirar las correspondientes a los sectores industrial y agropecuario.  Las cifras sobre empleo industrial muestran que el sector ha generado muy pocos empleos en los últimos años.  El número de empleos en la industria se ha mantenido desde 1978 en alrededor de quinientos mil.  Más aún, la crisis del sector ocasionada por la revaluación a una reducción del empleo en más del 10 por ciento llegando a un mínimo de 440 mil empleos en 1985.  Fueron necesarios casi diez años para lograr recuperar el nivel de quinientos mil empleos logrado al final del Mandato Claro.  Pensar generar doscientos mil empleos en los próximos tres años y tres meses parece, a la luz de la experiencia colombiana, una tarea bastante difícil de cumplir.

El análisis de las pocas cifras sobre empleo rural muestra que durante los últimos años el número de personas trabajando en el campo se ha mantenido constante.  Las cifras censales disponibles muestran que el número de personas viviendo en el campo se ha mantenido constante, alrededor de los nueve millones, en los últimos años, lo que confirma la estabilidad tanto del empleo como de la población en el campo. Generar doscientos veinte mil empleos agropecuarios cuando lo más probable es que el número de habitantes de nuestros campos se vea reducido en el futuro es bastante improbable.

Las metas sectoriales analizadas anteriormente no solo son poco creíbles a la luz de la historia reciente sino que además resultan indeseables desde el punto de vista de una estrategia de desarrollo.  El desarrollo colombiano tiene que basarse en una transformación hacia estructuras modernas.  Tal como nos lo enseñó el profesor Currie, la participación sectorial del empleo en el sector agrícola debe disminuir drásticamente si queremos de verdad tener una economía eficiente.  Un país moderno no puede mantener más de la cuarta parte de su fuerza de trabajo en el campo.  La productividad del campo debe aumentar de tal manera que con menos del cinco por ciento del empleo en el campo se pueda no sólo alimentar a la población sino que además se puedan generar mediante las exportaciones agropecuarias las divisas necesarias que aseguren un rápido crecimiento.

La nueva competencia en el ámbito mundial en el sector industrial tiene que estar basada en una mayor productividad.  Los países que han logrado adaptarse al nuevo esquema competitivo han experimentado una reducción absoluta en el número de los trabajadores del sector industrial.  Procesos como la reingeniería requieren de cambios radicales que llevan a una mayor producción con un menor número de empleos.  El reto para la industria colombiana en el futuro cercano será aumentar considerablemente las exportaciones industriales con una fuerza de trabajo inferior a la existente actualmente.

Si las metas sectoriales de empleo no resisten el más mínimo análisis de consistencia y deseabilidad, las políticas enunciadas para alcanzar las metas si que son contrarias a la más elemental lógica económica.  El querer aumentar el empleo mediante la creación de un subsidio de desempleo es, sin lugar a dudas, la manifestación más grave de populismo salvaje.  La reciente experiencia europea ha mostrado que los grandes problemas en el mercado laboral se originan, en buena parte, en los elevados niveles de pagos a los desempleados.  Las distorsiones creadas por los subsidies al desempleo son de tal naturaleza que buena parte de la fuerza de trabajo encuentra más rentable seguir de desempleado que trabajar pues sus ingresos después de impuestos son mayores si no trabaja que si trabaja.

La triste conclusión de lo anterior es que si el equipo económico de Samper ha perdido el año y que su plan de empleo deja mucho que desear.  La poca credibilidad en tan importante materia sin lugar a dudas va a tener efectos negativos en el proyecto de reforma tributaria.  Nadie podrá entender para qué se está buscando aumentar los recursos cuando los programas prioritarios están tan pobremente definidos.