El día lunes 15 de septiembre se dio el primer paso para la privatización de los servicios públicos de Bogotá. El resultado de esta operación puede considerarse como un gran éxito. En primer lugar, se ha logrado mostrar la bondad de un esquema de subastas. El resultado para la empresa superó con creces los estimativos realizados por los consultores. En efecto, por la participación en la Empresa generadora se obtuvo más del cincuenta por ciento de la base estimada para la subasta, mientras que por el sistema de distribución se hizo una oferta cuatro veces superior a la fijada en los estudios previos. Se recibieron mas de dos mil cien millones de dólares cuando se esperaba recibir 900 millones de dólares. Los mil doscientos millones de dólares adicionales van a servir para poder sanear definitivamente las finanzas del Distrito.
En segundo lugar, se ha mostrado la gran importancia de la Empresa de Energía. La mala prensa había convertido a la segunda empresa pública en el blanco de todos los interesados en mojar prensa. El Procurador, el Contralor General de la República, el Contralor Distrital y hasta el mismo Senado de la República pusieron en el banquillo de los acusados a todos los gerentes que dirigieron la empresa entre 1981 y 1992. Los gerentes y sus colaboradores tuvieron que desfilar ante las cámaras de los noticieros de televisión que trataban de encontrar culpables del apagón. El mercado de capitales finalmente falló a favor de la gestión de unos funcionarios que afrontaron en su momento grandes retos para poder sacar adelante un proyecto tan ambicioso como el Guavio.
En tercer lugar, se mostró claramente lo difícil que es hacer estimativos de lo que puede valer una Empresa. Los estudios de los consultores no siempre han acertado. En el caso de la EEB quedó claramente establecido que los consultores subestimaron el valor de la Empresa especialmente en lo referente a la Distribución. Curiosamente, el valor de la Empresa distribuidora y comercializadora resultó mucho más elevado que el de la generadora. Este resultado es sorprendente pues los activos utilizados por la generadora tuvieron un costo muy superior a los activos de la distribuidora. El mercado, tal como lo enseña la teoría económica, no está muy interesado en compensar los costos incurridos en el pasado sino que por el contrario valora los activos por la capacidad de producir ingresos en el futuro. En consecuencia el elevado valor pagado por la distribuidora muestra la importancia del mercado de la capital del país para una empresa que comercialice la energía eléctrica.
En cuarto lugar, se ha confirmado la importancia de contar con el capital necesario para poder refinanciar la empresa. Con los nuevos recursos financieros la Empresa de Energía se ha convertido en una empresa viable que tiene un porvenir muy interesante. Los problemas que ha vivido la empresa en los últimos quince años se originaron en la imposibilidad de obtener la financiación necesaria para emprender su plan de expansión. Ni el gobierno nacional, ni los organismos internacionales estuvieron interesados en apoyar en forma decidida a la empresa de Energía. Nunca se metieron la mano al dril para aportar los recursos necesarios. Siempre buscaron lograr una mejora en la gestión como requisito para apoyar a la Empresa, cuando lo que se requería era aportar los recursos necesarios para sacar a la empresa de la encrucijada financiera en la que se encontraba.
En quinto lugar, se ha podido apreciar el alto costo impuesto por un exceso de regulación en una empresa de esta importancia. El mercado ha mostrado que cuando se puede manejar una empresa pública sin tener que estar sometida a una camisa de fuerza su valor aumenta considerablemente. La gran diferencia entre el valor estimado por los consultores y el realmente pagado parece estar mostrando que una empresa del tamaño de la EEB bien manejada puede valer casi mil doscientos millones de dólares más cuando se deja participar al sector privado.
Finalmente, debe quedar claro que el Distrito debe aprovechar la coyuntura actual para hacer la transformación de sus otras empresas de servicios públicos. De especial importancia es lograr la transformación de la ETB en una sociedad por acciones para que pueda entrar a participar en el mercado de larga distancia. El Distrito debe aprovechar el papayazo dado por el gobierno nacional en la apertura de la larga distancia para adquirir por 150 millones de dólares el derecho a competir en un mercado como el de las telecomunicaciones que tiene un brillante porvenir.
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