John Maynard Keynes ha sido
considerado como el padre de la macroeconomía moderna. Su libro sobre “la Teoría
General de la Ocupación, el Interés y el Dinero”, publicado en febrero de 1936,
sentó las bases para la formulación de las políticas económicas por casi
cuarenta años.
Hasta su muerte en 1946, Keynes tuvo
un papel protagónico en las discusiones de política económica. Fue el
representante por el Reino Unido en la conferencia de Bretton Woods celebrada
en el estado de New Hampshire del 1 al 22 de Julio de 1944, donde se fijaron
los lineamientos para las Instituciones que se establecerían posteriormente al
término de la Segunda Guerra Mundial.
En la página principal del sitio en
Internet sobre Keynes[1]
Se puede leer lo siguiente: “En vida, John Maynard Keynes conquisto fama como
el economista más importante del mundo, sus notables éxitos como inversionista,
sin embargo, no son tan conocidos.” A continuación se hace un pequeño esbozo de
sus logros como inversionista.
Su buena suerte no le dura mucho. En
mayo de 1920 tiene grandes pérdidas y en consecuencia sus corredores le exigen
que cubra con 7.000 libras su perdidas para seguir operando. Estas 7.000 libras
de 1920 equivalen a 1.856.000 libras de hoy[2].
Un financista amigo le ofrece 5.000 libras
y obtiene un avance de 1.500 libras del editor de su libro Las Consecuencias
Económicas de la Paz. Dos meses más tarde, Keynes vuelve al mercado de divisas
buscando lograr una independencia financiera pues su libro le cerró
oportunidades con el establecimiento.
Con el fin de incrementar su riqueza,
Keynes en 1921 se une a una serie de sindicatos de inversionistas y continua
con sus actividades de especulación. En Londres, trabaja como consejero económico
y financiero haciendo un seguimiento
metódico de los acontecimientos para lo que dedica una hora todas las mañanas. En 1924
Keynes puede cumplir su propósito de ser rico con un patrimonio de 57.797
libras que equivalen a 20.970.000 libras de hoy.
Mientras su fortuna crecía
considerablemente, se vincula en 1920 al King´s College de la Universidad de
Cambridge, inicialmente como el segundo al mando de las inversiones y luego, en
1924, como el número 1. Keynes abandonó la tradición de concentrar las inversiones
en tierra cambiándola por inversiones en el mercado de valores y bonos del
gobierno cuyos valores se conocían día a día con mayor liquidez. También, en vez de capitalizar los
dividendos para aumentar el valor del portafolio los utilizó para mejorar la
calidad de la educación del King´s College.
Cuando Keynes inició su gestión en
1924, el fondo conocido como el “Chest Fund” tenía un valor de £30.000, cuando el ilustre
economista falleció en 1946, el valor del fondo manejado era de £380.000. A
precios de hoy el Chest Fund pasó de £10.493.000 a £60.350.000 en 1946, lo que
significa un rentabilidad real (descontada la inflación) de casi el ocho por ciento anual.
Durante el período 1927-1946 el fondo
creció a una tasa compuesta del 9,1%, mientras que el índice de la bolsa del
Reino Unido disminuyó al uno por ciento anual[3].
En el gráfico siguiente se puede apreciar el comportamiento del Fondo durante
estos años.
Rendimiento
del Chest Fund del King’s College 1927-1946
Aunque a algunas personas les puede
parecer baja una tasa de retorno del 9 por ciento anual, debe tenerse en cuenta
que durante este período ocurrió la Gran Depresión (1929) y fue el preámbulo de
la Segunda Guerra Mundial. Acontecimientos que tuvieron un importante efecto
negativo en la rentabilidad de la Bolsa de Valores del Reino Unido.
Las estrategias de inversión de
Keynes han sido comparadas con las utilizadas con gran éxito por Warren Buffett
que lo ha llevado a convertirse en el
tercer hombre más rico del mundo con una fortuna de sesenta y siete mil
doscientos millones de dólares.
El gráfico permite comparar el
resultado de la gestión de Keynes con los que se hubieran obtenido siguiendo la
política recomendada por los proponentes de la teoría del mercado de valores
eficiente. Ellos postulan que en la bolsa es imposible hacer ganancias
extraordinarias. La recomendación de Samuelson y otros ganadores del premio
Nobel es, entonces, apostarle a un
portafolio que se comporte como el índice de la Bolsa de Valores. Como se puede
ver mientras que las inversiones de Keynes obtuvieron un retorno de casi cinco libras
por cada libra invertida, los que siguieron los consejos de Samuelson terminaron
con menos de su inversión inicial. En términos futbolísticos el marcador
hubiera sido Cambridge, Inglaterra 5 Cambridge, Massachusetts 1.
[1] http://www.maynardkeynes.org/
[2] Para calcular el equivalente en libras de 2014 se ha utilizado el
aplicativo http://www.measuringworth.com/ppoweruk/
y se ha seleccionado la opción del cálculo de ingreso y riqueza utilizando el
concepto de poder económico. Esta opción calcula la fracción que la cifra del
pasado en el PIB de ese añio y lo multiplica por el PIB del presente.
[3] Ver Keynes the money manager http://www.maynardkeynes.org/keynes-the-investor.html
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