El sector de las
telecomunicaciones ha experimentado importantes cambios tecnológicos. Al mismo
tiempo que se sucedían los cambios en la tecnología de comunicaciones el
entorno regulatorio experimentó profundas transformaciones. Los monopolios públicos
y privados en el curso de pocos años dieron paso a una serie de operadores que
ofrecen una variedad de opciones a los consumidores.
La revista The Economist del 30
de septiembre de 1995 dedico su historia principal al estado de las
telecomunicaciones en el Mundo. Frances Cairncross autora del artículo encontró
un título que describía muy bien una característica importante del sector. Manifestó,
que de pronto ya la distancia no importaba para comunicarse y que era probable
que la distancia hubiera muerto.[1]
Pero no solo la distancia parece
no importar en el mundo de las telecomunicaciones sino que tampoco ya no
importa la duración de la llamada. El reloj de agua también
conocido como la Clepsidra utilizado por los griegos desde 325 a. C. para
controlar el tiempo utilizado por los oradores, ya no se necesita pues la
factura de muchos servicios de comunicaciones no depende del número de llamadas realizadas durante un
período de facturación. Por eso podría hablarse de que para efecto de las
comunicaciones también la clepsidra ha muerto.
La muerte de la distancia se
puede ilustrar con el servicio de larga distancia en los Estados Unidos. Cuando
ATT tenía el monopolio del servicio de larga distancia el costo de la llamada
dependía de la distancia que separaba a los participantes en la llamada. En
general, entre más larga la distancia mayor ere el costo por minuto. Hoy en día
el costo de comunicarse a larga distancia nacional en los Estados Unidos es el
mismo entre cualquier par de ciudades de los Estados Unidos.
Para los nuevos servicios es más
evidente la poca influencia que tiene la distancia en las decisiones
relacionadas con las comunicaciones. Por ejemplo, Hoy en día, la distancia no
afecta mucho las decisiones de las comunicaciones. Por ejemplo, un mensaje de
texto es tan eficiente para comunicarse con alguien que se encuentra al otro
lado de la mesa o con alguien que está al otro lado del mundo, en Bangkok la
ciudad antípoda de Bogotá.[2]
Comenzando con los Blackberry en
1995 los teléfonos celulares permitieron el envío de mensajes de texto sin costo
adicional entre los propietarios de estos aparatos. Con la aparición del iPhone
en 2007 esta tendencia se ha reforzado pues ahora es posible que los usuarios
de Apple se puedan comunicar entre sí sin tener en cuenta su ubicación. El
Facetime de voz y de video ha permitido acabar con la separación entre miembros
de una familia que viven en distintas ubicaciones.
La reducción en los costos de
comunicación ha tenido efectos importantes en la economía. Por ejemplo, ahora
es posible ubicar algunas dependencias de una compañía en sitios alejados de la
sede principal. Un ejemplo interesante es la ubicación de los call centers en
la India o Medellín para atender clientes de compañías ubicadas en los Estados
Unidos. El auge del Silicon Valley y de
Bangalore en la India se debe en buena parte a la reducción de los costos de
comunicación y a una estructura de costos independiente de la distancia.
Como toda regla tiene su
excepción todavía existen servicios de comunicación con tarifas que reflejan la
situación del pasado en las que el costo de las comunicaciones dependía de la
distancia. Un ejemplo interesante es el servicio de larga distancia nacional en
Colombia. Por ejemplo, si una persona residente en Bogotá hace una llamada a Medellín por el servicio
de ETB, tiene que pagar un poco más de 800 pesos por minuto. Si la llamada se
hace desde Bogotá a Riosucio Caldas el costo por minuto es de apenas 550
pesos. Mientras tanto si acepta una
llamada por cobrar y no tiene un plan ilimitado tiene que pagar solo 179 pesos
el minuto.
Para la mayoría de los
colombianos que exista una compañía que cobre el minuto dependiendo de la
distancia no presenta mayor problema pues el costo de las llamadas por celular
no depende de la distancia y por lo tanto en lugar de utilizar el servicio de
larga distancia en su teléfono fijo puede utilizar su celular y le resulta más
barato.[3]
En los últimos años la fusión
entre las telecomunicaciones y la informática han llevado a un desarrollo
interesante. Las grandes compañías del sector de la informática como Apple,
Google, Microsoft y Facebook se han convertido en gigantes de las
telecomunicaciones. Apple tiene una red privada en la que circulan, los
iMessages, los Facetimes, entre cualquier par de dispositivos sin importar su
ubicación. Google tiene aplicaciones como el Hangouts que provee servicios de
comunicación de voz y de video para los que tienen una cuenta de Google.
Microsoft tiene a Skype como una plataforma con millones de usuarios a lo largo
y ancho del planeta. Facebook ha comprado WhatsApp con una base importante de
clientes ubicados en todo el planeta.
Debido a la competencia, hoy en
día, el consumidor disfruta de planes que no dependen ni de la distancia ni de
la cantidad de llamadas realizadas en un ciclo de facturación. Ahora existen
los planes ilimitados en los que el cobro mensual no depende del número de
minutos utilizados en las llamadas sino que se cobra una suma fija mensual por
el servicio.
El cobro de una suma fija mensual
independientemente del consumo no es un concepto nuevo pues es el normalmente
utilizado en la televisión por suscripción en donde se cobra lo mismo al que
mantiene encendido todo el día el televisor o para aquel que solo lo utiliza
para inducir el sueño.
Lo mismo sucede con el cobro del
Internet fijo en donde los cobros no dependen del uso de este servicio. El
cobro es el mismo para la persona que vive pendiente de lo que pase en las
redes sociales y está pegado al chat que para una persona que solo lo usa para
leer el correo electrónico.
No es de extrañar que los que han
liderado el cambio hacia los planes ilimitados hayan sido los que ofrecen
servicios de televisión por suscripción o internet fijo. La propaganda de los
proveedores de servicios ha utilizado el término de doble o triple play o de
combos para los paquetes en los que se ofrecen planes ilimitados de telefonía
fija, internet fija y televisión por suscripción.
Un reto importante para los
encargados del sector es lograr que todos estos cambios importantes en la
tecnología tengan la mayor difusión posible y que las tarifas de los servicios
de las telecomunicaciones reflejen los costos de proveer los servicios. En
entradas posteriores en este Blog se expondrán algunas propuestas de cambios en
la regulación que ya han comenzado a circular en informes de la OCDE sobre
Colombia y basados en los conceptos de la Nueva Organización Industrial (NOI)
expuestos por Jean Tirole, premio Nobel de Economía 2014.
[1] "'The Death of Distance,' The
Economist 336, no. 7934 (30 September 1995)
[3] Skype y Google
ofrecen tarifas desde Estados Unidos a Colombia que son inferiores a los cobros
de las llamadas por celular, Es más
barato utilizar estos servicios para hacer llamadas entre destinos nacionales
en Colombia que pagar un minuto adicional de un plan de celular.
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