El Profesor Ronald
Coase en un artículo pionero ha llegado a la conclusión de que la razón
primordial para la existencia de las firmas es el costo que existe en la
coordinación a través del mercado.
Las empresas son una
parte tan importante de la vida diaria que casi nadie se preocupa por pensar en
la razón de su existencia. Para aquellos economistas que encuentran fascinante
el funcionamiento del mercado la existencia de las firmas puede resultar
inexplicable. Estos economistas no alcanzan a entender la verdadera razón por
la que existen las firmas cuando el mercado puede servir como el mecanismo por
excelencia de coordinación social. El mercado, decide que se produce, cómo se
produce y para quién se produce sin tener que inventarse un ente encargado de
realizar la coordinación de la actividad económica.
Las empresas aparecen
por la puerta de atrás de los libros de texto como un reconocimiento de su
importancia pero sin entrarse a preguntar cuál es la verdadera razón de su
existencia. Cuando se comienzan a estudiar las decisiones del productor se dan
algunas explicaciones que al analizarlas detenidamente no resultan
verdaderamente convincentes. Razones como la existencia de economías de escala
o la necesidad de conseguir capital son más apropiadas para explicar la
existencia de grandes compañías como la General Motors, la IBM, a nivel mundial
o la de ECOPETROL o las grandes empresas de servicio público en Colombia. Estas
razones no son suficientes para explicar la presencia de los pequeños negocios
en los que no se logran grandes economías de escala ni requieren de grandes
capitales.
Cuando uno analiza las
firmas lo primero que queda claro es que el mecanismos de precios tiene muy
poco que ver en las decisiones internas de la firma. Si bien la firma debe
reaccionar al precio de los bienes y de los factores de producción dentro de la
firma las decisiones no se basan en la mecánica del mercado. Lo que han buscado
muchos estudiosos como el profesor Coase quien recibió el premio Nobel por su
estudio de la naturaleza de la firma y otros trabajos pioneros es distinguir
porque en un caso el mecanismo de coordinación por excelencia es el del mercado
y porque en el otro es mejor la coordinación por medio del administrador o
gerente.
Al analizar el problema
el Profesor Coase llega a la conclusión de que la razón primordial para la
existencia de las firmas es el costo que existe en la coordinación a través del
mercado. No solo existe el costo de averiguar el precio del mercado sino que
también existe el costo de negociar y definir contratos. Aunque para minimizar
el costo de la elaboración de contratos es posible definir un contrato básico
en los que se especifiquen las líneas de acción generales y dejar para una
posterior ocasión la especificación detallado de los servicios que se requieran
del proveedor, de todas maneras resulta costoso resolver todos los problemas de
coordinación a través del mercado.
En lugar de definir
contratos con proveedores de bienes, muchas veces resulta más práctico realizar
contratos con los empleados de la firma. Los contratos laborales eliminan la
necesidad de definir precisamente las tareas que se deben realizar todos los
días y permiten desarrollar las labores propias de la firma de una manera más
eficiente.
Como consecuencia de lo
anterior, es presumible suponer que para muchas tareas las firmas son más
eficientes que el mercado pues sus costos de transacción son menores. Sin
embargo, la realidad es un poco diferente. En algunos casos es mejor contratar
con proveedores que hacer las tareas internamente. Un buen manejo de
proveedores permite mejorar la eficiencia como lo ha demostrado la experiencia
de Toyota y otros productores de vehículos. Las firmas exitosas han aprendido a
combinar de manera óptima los dos mecanismos el del mercado y el
administrativo. Permanentemente están explorando las posibilidades de utilizar
el mercado como alternativa a la producción propia. Las palabras de moda en la
administración como outsourcing (aprovisionamiento externo), downsizing
(reducción de la firma), benchmarking (comparación con pares) no son otra cosa
que la descripción del proceso de balancear las ventajas y desventajas del
mercado como alternativa a la producción interna.
El ejemplo dado por
estas firmas líderes a nivel mundial debe ser seguido por las empresas públicas
colombianas y el gobierno mismo. El tamaño de las instituciones públicas es
demasiado grande llevando a altos grados de ineficiencia. Las instituciones
gubernamentales no se han adoptado a un medio ambiente en el que la razón dada
por los teóricos como justificación a su existencia ya no son válidas. Si las
entidades gubernamentales no se adaptan a las nuevas circunstancias les puede
pasar lo mismo que a los dinosaurios.
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