La obtención del
certificado de movilización en Colombia ilustra perfectamente la manera como
las reformas complican procesos ya de por si bastante complejos.
En estos días se ha
vuelto a poner sobre el tapete el tema de la modernización del Estado. Los
famosos decretos elaborados hace cuatro meses se han comenzado a caer. El
ciudadano común y corriente no logra asimilar los cambios efectuados en la manera
como funciona el Estado. La dura realidad cotidiana nos confirma que el avance
hacia la modernización es lento y penoso. El Estado a todos sus niveles sigue
siendo tan ineficiente como siempre.
El proceso de
modernización del Estado en Colombia es tortuoso por nuestra costumbre de
incorporar las reformas en un esquema obsoleto. Aquí traemos ideas de otros
países que adoptamos sin eliminar los tortuosos procedimientos existentes. El
resultado obvio es que el Estado es más lento y corrupto. En lugar de simplificar
terminamos complicando los procesos existentes.
La obtención del
certificado de movilización en Colombia ilustra perfectamente la manera como
las reformas complican procesos ya de por si bastante complejos. Ante el
deplorable estado de algunos vehículos en circulación y para reducir el riesgo
al público a alguno de nuestros genios se les ocurrió adoptar el procedimiento
utilizado en algunos sitios de los Estados Unidos. Para poder circular en
algunos Estados es necesario obtener una calcomanía que muestre que el vehículo
se ha revisado. A diferencia de lo que ocurre en Colombia en Estados Unidos el
proceso es relativamente sencillo. Basta ir a una estación de servicio
cercana para hacer la revisión. Los carros
son revisados rápidamente y en caso en que esté en perfecto estado la
calcomanía es colocada inmediatamente.
En Colombia, para poder
conseguir el certificado de movilización es necesario pagar impuestos, pagar
las multas, sacar un paz y salvo y llevarlo a un CADE a que le pongan un sello.
El poder cumplir con todos estos requisitos no es muy fácil pues muchos días en
el CADE no hay sistema y para poder conseguir que le pongan el Sello es
necesario antes ir a hacer colas interminables en la sede del Automóvil Club,
en Paloquemao o en Alamos para obtener el bendito paz y salvo. Pero si esto
fuera poco, antes de poder ir a la revisión es necesario consignar en una
oficina de un banco el valor de los trámites ante la tesorería distrital y el
Intra y además comprar un seguro obligatorio.
Esta innumerable serie
de requisitos que en los Estados Unidos ni se contemplan tornan imposible algo
que en un país civilizado es sencillo. No es de extrañar que se diga que en
Bogotá hay ciento cincuenta mil vehículos que circulan sin certificados de
movilización o con certificados falsos. Para el pobre ciudadano que hace todo
lo mandado por la ley lo que le extraña es como es posible que haya trescientos
cincuenta mil ciudadanos que cumplan la ley y obtengan su calcomanía
legalmente.
La verdadera modernización
del Estado se logra reduciendo los trámites innecesarios. Por tanto en un
Estado moderno para obtener el certificado de movilización no se debe requerir
pagar los impuestos. El Distrito debe tener mecanismos idóneos para cobrar los
impuestos y para imponerle multas al que no cumple con esta obligación. También
se debe acabar con la obligación de pagar multas como requisito para obtener el
certificado de movilización. En Colombia las infracciones de tránsito, por ley,
se les imponen a los conductores y no a los dueños de los vehículos por tanto
el obligar a pagar estas multas a quien no es responsable es abiertamente
ilegal.
El ciudadano tiene que
participar en el proceso de modernización, tiene que involucrarse en el debate
y exponer sus opiniones. No puede ser el sujeto pasivo de reformas concebidas a
sus espaldas. Las reformas a la seguridad social, al SENA, al ICA y a las demás
entidades tendrían una mayor aceptabilidad si son sometidas a un amplio debate
antes de ser aprobadas.
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