lunes, 3 de mayo de 1993

La modernización del Estado

La obtención del certificado de movilización en Colombia ilustra perfectamente la manera como las reformas complican procesos ya de por si bastante complejos.
  
En estos días se ha vuelto a poner sobre el tapete el tema de la modernización del Estado. Los famosos decretos elaborados hace cuatro meses se han comenzado a caer. El ciudadano común y corriente no logra asimilar los cambios efectuados en la manera como funciona el Estado. La dura realidad cotidiana nos confirma que el avance hacia la modernización es lento y penoso. El Estado a todos sus niveles sigue siendo tan ineficiente como siempre.

El proceso de modernización del Estado en Colombia es tortuoso por nuestra costumbre de incorporar las reformas en un esquema obsoleto. Aquí traemos ideas de otros países que adoptamos sin eliminar los tortuosos procedimientos existentes. El resultado obvio es que el Estado es más lento y corrupto. En lugar de simplificar terminamos complicando los procesos existentes.

La obtención del certificado de movilización en Colombia ilustra perfectamente la manera como las reformas complican procesos ya de por si bastante complejos. Ante el deplorable estado de algunos vehículos en circulación y para reducir el riesgo al público a alguno de nuestros genios se les ocurrió adoptar el procedimiento utilizado en algunos sitios de los Estados Unidos. Para poder circular en algunos Estados es necesario obtener una calcomanía que muestre que el vehículo se ha revisado. A diferencia de lo que ocurre en Colombia en Estados Unidos el proceso es relativamente sencillo. Basta ir a una estación de servicio cercana  para hacer la revisión. Los carros son revisados rápidamente y en caso en que esté en perfecto estado la calcomanía es colocada inmediatamente.

En Colombia, para poder conseguir el certificado de movilización es necesario pagar impuestos, pagar las multas, sacar un paz y salvo y llevarlo a un CADE a que le pongan un sello. El poder cumplir con todos estos requisitos no es muy fácil pues muchos días en el CADE no hay sistema y para poder conseguir que le pongan el Sello es necesario antes ir a hacer colas interminables en la sede del Automóvil Club, en Paloquemao o en Alamos para obtener el bendito paz y salvo. Pero si esto fuera poco, antes de poder ir a la revisión es necesario consignar en una oficina de un banco el valor de los trámites ante la tesorería distrital y el Intra y además comprar un seguro obligatorio.

Esta innumerable serie de requisitos que en los Estados Unidos ni se contemplan tornan imposible algo que en un país civilizado es sencillo. No es de extrañar que se diga que en Bogotá hay ciento cincuenta mil vehículos que circulan sin certificados de movilización o con certificados falsos. Para el pobre ciudadano que hace todo lo mandado por la ley lo que le extraña es como es posible que haya trescientos cincuenta mil ciudadanos que cumplan la ley y obtengan su calcomanía legalmente.

La verdadera modernización del Estado se logra reduciendo los trámites innecesarios. Por tanto en un Estado moderno para obtener el certificado de movilización no se debe requerir pagar los impuestos. El Distrito debe tener mecanismos idóneos para cobrar los impuestos y para imponerle multas al que no cumple con esta obligación. También se debe acabar con la obligación de pagar multas como requisito para obtener el certificado de movilización. En Colombia las infracciones de tránsito, por ley, se les imponen a los conductores y no a los dueños de los vehículos por tanto el obligar a pagar estas multas a quien no es responsable es abiertamente ilegal.


El ciudadano tiene que participar en el proceso de modernización, tiene que involucrarse en el debate y exponer sus opiniones. No puede ser el sujeto pasivo de reformas concebidas a sus espaldas. Las reformas a la seguridad social, al SENA, al ICA y a las demás entidades tendrían una mayor aceptabilidad si son sometidas a un amplio debate antes de ser aprobadas. 

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