El jueves 10 de marzo de 2016 el Departamento
Administrativo Nacional de Estadística (Dane) dio a conocer al público la cifra
del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2015. Posteriormente el
Presidente Juan Manuel Santos y el Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas comenzaron
a trinar elogios sosteniendo que un crecimiento de 3,1% era un excelente resultado
económico para el país. En menos de 140 caracteres manifestaron que era el
mejor resultado de los grandes países de la región y que por lo tanto Colombia
debía sentirse orgulloso de las políticas públicas que se han venido siguiendo durante
el segundo período del Presidente Santos.
Como siempre es interesante contrastar la veracidad
de tan grandiosas afirmaciones, lo primero que se me ocurrió fue comprobar si
era verdad lo manifestado tanto por el Presidente como por el Ministro de
Hacienda. Una búsqueda en Google no pudo identificar una página en la que
apareciera el resultado de las diferentes economías de Latinoamérica. A continuación
mire si había alguna publicación reciente de la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (Cepal), entidad que hace un seguimiento juicioso de las
economías de la región de Latinoamérica y el Caribe.
Como no encontré un estudio reciente decidí realizar
una consulta a la base de datos de la Cepal sobre el crecimiento del PIB de los
33 países de la región incluidos en la base de datos de esta entidad. Descubrí
que en 2015 Colombia se encontraba en la mitad de la tabla de Latinoamérica y el
Caribe ocupado el puesto número 11 en tasas de crecimiento del PIB. Me sorprendió
que habíamos sido superados por República Dominicana, Panamá, Saint Kitts y
Nevis, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Guatemala, Granada, Honduras y Antigua y Barbuda.
El líder, República Dominicana, ocupó el primer
lugar con un sólido crecimiento del 6,6%. Panamá que ocupó el segundo lugar, mantuvo su
trayectoria de rápido crecimiento con un destacado crecimiento de 5,9% casi dos
veces de la tasa de crecimiento de la economía colombiana. Bolivia, completó
este podio, siendo el país que más creció en Suramérica con un crecimiento de
4,5% casi un cincuenta por ciento mayor del crecimiento colombiano.
Estar de décimo primero en una lista regional NO
debería dejar contento a un Ministro de Hacienda sobre todo cuando es superado
por países como Nicaragua, Cuba y países del Caribe que han sobrevivido gracias
al apoyo y regalos que han recibido de Venezuela, país que tuvo el peor desempeño en toda la
región con una reducción de su PIB del 7,1% en
2015.
De esta manera se descarta fulminantemente el
argumento del gobierno que Colombia tiene la mejor política económica porque
crecimos más que los vecinos. Si esto no fuera suficiente debemos profundizar revisando
otros indicadores de la economía que nos permita evaluar objetivamente la
política económica de Santos II.
Miremos por ejemplo la inflación, o sea la tasa de
crecimiento del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Según el Dane en 2015 tuvimos
una tasa de inflación de 6,7%. Una cifra que supera en más de 100% la meta de
inflación del 3% que se fijo el Banco de la República incluso superior al techo
de 4% fijado por esta institución para esta variable tan sensible y además
considerablemente más alta a la inflación registrada en 2014 (3,66%).
El Banco de la República al permitir que la inflación
superara el techo fijado para 2015 le dio un empujoncito a la economía y por lo
tanto el resultado que tanto se ufana el gobierno en buena parte se le debe
gracias a que el Banco Central se apartó de su objetivo primario que es la
estabilidad de precios de la economía.
El Banco de la República terminó el año 2015 con
una tasa de intervención del 6,0% por ciento por debajo de la inflación del 6,7%,
es decir el BanRep termino el año con una tasa de intervención real negativa
poco aconsejable para controlar un espiral inflacionario.
Pero la ayudita del Banco de la República resultó insuficiente para lograr que el
desempleo disminuyera en esta coyuntura. Es importante resaltar que para lograr
que el desempleo se reduzca en una economía es necesario crecer por encima de
la tasa de crecimiento del producto potencial. El Fondo Monetario Internacional
(FMI) considera que la tasa de crecimiento de largo plazo de la economía
colombiana es de 4,49% por lo tanto un crecimiento como el observado en 2015 (3,099%)
tiene como nefasta consecuencia un aumentó en el desempleo de la economía que
ya fue por registrado por el Dane en sus más recientes mediciones.
Recordemos que durante Santos I, la economía sufrió
una severa Enfermedad
Colombo-Holandesa. Al caer el precio de los más importantes commodities el precio del dólar se
disparó y la respuesta del gobierno ha sido infortunada pues está dolencia holandesa se está transformando
en un mal mucho peor; Colombia está caminando muy cerca de un mal que se conoce
con el nombre de estanflación. Es decir el paciente está próximo a sufrir de
estancamiento económico e inflación. Algunos economistas dirán que ya estamos
viviendo está estanflación pues en 2015 crecimos por debajo de nuestro PIB
potencial y tuvimos un aumento descontrolado de la inflación.
Pero esto sorprendentemente no es lo más grave de
la coyuntura actual. La economía colombiana no solo está empezando a padecer de
estanflación sino que tiene un déficit en cuenta corriente de la balanza de
pagos de 7,5%
del PIB. No sobra advertir que la existencia de este tipo de déficit tiene como
consecuencia lógica que para poder atender los gastos con un ingreso menor es
necesario endeudarse.
En este caso si en Colombia tenemos un déficit en
dólares es necesario conseguir préstamos externos en esta moneda para cubrir
este faltante. Por lo tanto si no solucionamos este grave problema rápidamente,
la deuda externa continuará creciendo de manera permanente.
Un país que sostiene un déficit de esta magnitud por
varios años, bien pronto comienza a ser mirado con recelo por las agencias calificadoras
de riesgo y si tiene grado de inversión muy pronto lo perderá. Sin grado de
inversión el costo de los préstamos aumenta y la situación de endeudamiento tanto
público como privado se torna extremadamente crítica.
Si no se observa un ajuste serio en las políticas
económicas que busquen reducir el déficit externo, en algún momento los
prestamistas cierran el chorro y comienzan a exigir el pago de la deuda. Sin
acceso al crédito externo los ajustes necesarios en un país son mucho más traumáticos
por lo que siempre es aconsejable hacer este ajuste lo más pronto posible.
Un déficit
externo también señala que el país está gastando por encima de su ingreso. Un
déficit de tal magnitud está indicando claramente que el gobierno ha sido
negligente en su manejo económico pues no ha tomado las medidas serias que
aseguren que los colombianos deben acostumbrarse a vivir dentro de sus
posibilidades económicas y financieras.
El presidente Santos y su Ministro de Hacienda en
esta ambiente de estanflación, done el país se encuentra con un alto déficit
externo, deberían estar cambiando su mensaje de la “Prosperidad para Todos” por
el que en su momento anuncio Juan Manuel
Santos cuando se posesionó como Ministerio de Hacienda de Andrés Pastrana: “Sangre,
Sudor y Lágrimas para Todos.”
PARA DON ALVARO Y SUS LECTORES:Que decepción que estemos en "ranking" de Iberoamérica por debajo de Cuba y Nicaragua, Panamá... en % anual del crecimiento del PIB en el año 2015-- Muy interesante ilustrativas las opiniones de don Alvaro- y nos explica cómo el gobierno o los dirigentes está aplicando al teoría del avestruz-- En todos los noticieros los ministros explican y adjudican toda la improductividad del campo (sector agrícola) al fenómeno del Niño--que se venía venir hace años--pues es un fenómeno climático recurrente-- me gustaría saber por su conducto cómo es o cómo se ve afectado el "ingreso per capita"--en Colombia y en la región en el año-- 2015-???- Aumentó algo??--
ResponderEliminarRene muchas gracias por el comentario. Tanto en Colombia como en américa latina la población creció a una tasa del 1 por ciento en 2015. Por tanto el Pib per cápita en Colombia creció 2,1 por ciento. En América Latina la Cepal calculó una disminución del 0,4% en 2015 por lo tanto el pib per cápita se redujo en América Latina y el Caribe un 1,4%
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