domingo, 13 de marzo de 2016

Santos II de mal en peor: Rumbo a la estanflación

El jueves 10 de marzo de 2016 el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) dio a conocer al público la cifra del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2015. Posteriormente el Presidente Juan Manuel Santos y el Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas comenzaron a trinar elogios sosteniendo que un crecimiento de 3,1% era un excelente resultado económico para el país. En menos de 140 caracteres manifestaron que era el mejor resultado de los grandes países de la región y que por lo tanto Colombia debía sentirse orgulloso de las políticas públicas que se han venido siguiendo durante el segundo período del Presidente Santos.

Como siempre es interesante contrastar la veracidad de tan grandiosas afirmaciones, lo primero que se me ocurrió fue comprobar si era verdad lo manifestado tanto por el Presidente como por el Ministro de Hacienda. Una búsqueda en Google no pudo identificar una página en la que apareciera el resultado de las diferentes economías de Latinoamérica. A continuación mire si había alguna publicación reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), entidad que hace un seguimiento juicioso de las economías de la región de Latinoamérica y el Caribe.





Como no encontré un estudio reciente decidí realizar una consulta a la base de datos de la Cepal sobre el crecimiento del PIB de los 33 países de la región incluidos en la base de datos de esta entidad. Descubrí que en 2015 Colombia se encontraba en la mitad de la tabla de Latinoamérica y el Caribe ocupado el puesto número 11 en tasas de crecimiento del PIB. Me sorprendió que habíamos sido superados por República Dominicana, Panamá, Saint Kitts y Nevis, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Guatemala, Granada, Honduras y  Antigua y Barbuda.



El líder, República Dominicana, ocupó el primer lugar con un sólido crecimiento del 6,6%. Panamá  que ocupó el segundo lugar, mantuvo su trayectoria de rápido crecimiento con un destacado crecimiento de 5,9% casi dos veces de la tasa de crecimiento de la economía colombiana. Bolivia, completó este podio, siendo el país que más creció en Suramérica con un crecimiento de 4,5% casi un cincuenta por ciento mayor del crecimiento colombiano.

Estar de décimo primero en una lista regional NO debería dejar contento a un Ministro de Hacienda sobre todo cuando es superado por países como Nicaragua, Cuba y países del Caribe que han sobrevivido gracias al apoyo y regalos que han recibido de Venezuela,  país que tuvo el peor desempeño en toda la región con una reducción de su PIB del 7,1% en 2015.

De esta manera se descarta fulminantemente el argumento del gobierno que Colombia tiene la mejor política económica porque crecimos más que los vecinos. Si esto no fuera suficiente debemos profundizar revisando otros indicadores de la economía que nos permita evaluar objetivamente la política económica de Santos II.

Miremos por ejemplo la inflación, o sea la tasa de crecimiento del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Según el Dane en 2015 tuvimos una tasa de inflación  de 6,7%.  Una cifra que supera en más de 100% la meta de inflación del 3% que se fijo el Banco de la República incluso superior al techo de 4% fijado por esta institución para esta variable tan sensible y además considerablemente más alta a la inflación registrada en 2014 (3,66%).

El Banco de la República al permitir que la inflación superara el techo fijado para 2015 le dio un empujoncito a la economía y por lo tanto el resultado que tanto se ufana el gobierno en buena parte se le debe gracias a que el Banco Central se apartó de su objetivo primario que es la estabilidad de precios de la economía.

El Banco de la República terminó el año 2015 con una tasa de intervención del 6,0% por ciento por debajo de la inflación del 6,7%, es decir el BanRep termino el año con una tasa de intervención real negativa poco aconsejable para controlar un espiral inflacionario.

Pero la ayudita del Banco de la República resultó insuficiente para lograr que el desempleo disminuyera en esta coyuntura. Es importante resaltar que para lograr que el desempleo se reduzca en una economía es necesario crecer por encima de la tasa de crecimiento del producto potencial. El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que la tasa de crecimiento de largo plazo de la economía colombiana es de 4,49% por lo tanto un crecimiento como el observado en 2015 (3,099%) tiene como nefasta consecuencia un aumentó en el desempleo de la economía que ya fue por registrado por el Dane en sus más recientes mediciones.

Recordemos que durante Santos I, la economía sufrió una severa Enfermedad Colombo-Holandesa. Al caer el precio de los más importantes commodities el precio del dólar se disparó y la respuesta del gobierno ha sido infortunada pues está dolencia holandesa se está transformando en un mal mucho peor; Colombia está caminando muy cerca de un mal que se conoce con el nombre de estanflación. Es decir el paciente está próximo a sufrir de estancamiento económico e inflación. Algunos economistas dirán que ya estamos viviendo está estanflación pues en 2015 crecimos por debajo de nuestro PIB potencial y tuvimos un aumento descontrolado de la inflación.

Pero esto sorprendentemente no es lo más grave de la coyuntura actual. La economía colombiana no solo está empezando a padecer de estanflación sino que tiene un déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos de 7,5% del PIB. No sobra advertir que la existencia de este tipo de déficit tiene como consecuencia lógica que para poder atender los gastos con un ingreso menor es necesario endeudarse.
En este caso si en Colombia tenemos un déficit en dólares es necesario conseguir préstamos externos en esta moneda para cubrir este faltante. Por lo tanto si no solucionamos este grave problema rápidamente, la deuda externa continuará creciendo de manera permanente.

Un país que sostiene un déficit de esta magnitud por varios años, bien pronto comienza a ser mirado con recelo por las agencias calificadoras de riesgo y si tiene grado de inversión muy pronto lo perderá. Sin grado de inversión el costo de los préstamos aumenta y la situación de endeudamiento tanto público como privado se torna extremadamente crítica.

Si no se observa un ajuste serio en las políticas económicas que busquen reducir el déficit externo, en algún momento los prestamistas cierran el chorro y comienzan a exigir el pago de la deuda. Sin acceso al crédito externo los ajustes necesarios en un país son mucho más traumáticos por lo que siempre es aconsejable hacer este ajuste lo más pronto posible.

Un  déficit externo también señala que el país está gastando por encima de su ingreso. Un déficit de tal magnitud está indicando claramente que el gobierno ha sido negligente en su manejo económico pues no ha tomado las medidas serias que aseguren que los colombianos deben acostumbrarse a vivir dentro de sus posibilidades económicas y financieras.

El presidente Santos y su Ministro de Hacienda en esta ambiente de estanflación, done el país se encuentra con un alto déficit externo, deberían estar cambiando su mensaje de la “Prosperidad para Todos” por el que en su momento  anuncio Juan Manuel Santos cuando se posesionó como Ministerio de Hacienda de Andrés Pastrana: “Sangre, Sudor y Lágrimas para Todos.”


3 comentarios:

  1. PARA DON ALVARO Y SUS LECTORES:Que decepción que estemos en "ranking" de Iberoamérica por debajo de Cuba y Nicaragua, Panamá... en % anual del crecimiento del PIB en el año 2015-- Muy interesante ilustrativas las opiniones de don Alvaro- y nos explica cómo el gobierno o los dirigentes está aplicando al teoría del avestruz-- En todos los noticieros los ministros explican y adjudican toda la improductividad del campo (sector agrícola) al fenómeno del Niño--que se venía venir hace años--pues es un fenómeno climático recurrente-- me gustaría saber por su conducto cómo es o cómo se ve afectado el "ingreso per capita"--en Colombia y en la región en el año-- 2015-???- Aumentó algo??--

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    1. Rene muchas gracias por el comentario. Tanto en Colombia como en américa latina la población creció a una tasa del 1 por ciento en 2015. Por tanto el Pib per cápita en Colombia creció 2,1 por ciento. En América Latina la Cepal calculó una disminución del 0,4% en 2015 por lo tanto el pib per cápita se redujo en América Latina y el Caribe un 1,4%

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