El
Modelo de Desarrollo en que esta empeñado el nuevo gobierno, en donde los
sectores de exportación van a desempeñar un papel protagónico, no tiene todavía
un esquema financiero muy definido.
Como se demostró con la
puesta en Marcha del Plan de Desarrollo de Las Cuatro Estrategias, el éxito de
un plan depende en buena parte en lograr movilizar los recursos para llevarlo a
cabo. El Modelo de Desarrollo en que esta empeñado el nuevo gobierno, en donde
los sectores de exportación van a desempeñar un papel protagónico, no tiene
todavía un esquema financiero muy definido. Si bien se ha hablado de buscar
financiación externa no se ha mencionado la importancia de lograr movilizar
recursos internos para esto.
Uno de los elementos
que se han contemplado es la repatriación de capitales. Para un economista es
fácil pensar que mientras no cambien las condiciones que afectan la decisión de
invertir en el exterior y no en Colombia no va a tener éxito la medida. La
experiencia diaria muestra que algunos de los que han sacado su dinero han
buscado un medio de conservar el poder adquisitivo de sus ahorros. La
devaluación y las tasas de interés pagadas por los bonos del gobierno americano
han hecho muy atractivo el ahorro en dólares. Aún el caso de una cuenta
corriente con intereses es bastante atractivo pues paga la devaluación y algún
pequeño retorno manteniendo una relativa liquidez.
Así como el haber
reconocido la tasa de interés real medida en pesos para financiar bienes
locales como la vivienda fue una medida buena, ahora parecería razonable
establecer esquemas para financiar la apertura con base en tasas de interés en
dólares. No solo la gente desearía tener sus ahorros en Colombia sino que
muchas instituciones que requieren proteger sus reservas técnicas podrían hacer
uso de estos instrumentos.
Las entidades de
previsión social encontrarían muy atractivo colocar sus excedentes en estos
bonos en dólares para contar con unas reservas que mantengan su poder
adquisitivo medido en dólares. La desconfianza natural de los afiliados a las
promesas del gobierno se podría evitar si el garante de estos bonos fuera el
Banco de La República.
Alternativamente, se
podría dar la opción al afiliado del Seguro Social para trasladar sus ahorros a
fondos pensionales privados. El valor de los ahorros en los fondos privados de
pensiones debería estar ligado al dólar. Las nuevas contribuciones de los
trabajadores ya no se harían al Seguro Social sino al fondo de pensiones
privado.
Para incentivar el uso
de estos recursos por los empresarios colombianos, el gobierno debería
incentivar la creación de mecanismos de protección del riesgo cambiario. En el
largo plazo, el éxito del nuevo esquema financiero indudablemente dependería
del logro de un crecimiento acelerado. Si nuestro ingreso percápita crece
rápidamente en dólares y si las
inversiones que se hacen son rentables el sector productivo podrá pagar los
préstamos.
Indudablemente, es
mejor deberle a ahorradores colombianos que a bancos internacionales que muchas
veces exigen cosas que el país no está en posibilidades de cumplir. Es mejor
incentivar a que los colombianos financiemos nuestro déficit fiscal a seguir
contribuyendo con nuestras medidas, a que a través de la fuga de capitales
financiemos el déficit fiscal de los Estados Unidos.
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