Si bien,
las medidas tomadas por el gobierno han sorprendido por su dureza era de
esperarse que si la primera prioridad del Ministro Hommes era cuidar nuestros
billetes, como lo recomienda la propaganda del Banco de la República, algo
drástico había que hacer en el frente monetario.
El
retorno al trabajo al comienzo del año es sin lugar a dudas difícil. Las
vacaciones por cortas que sean tienden a hacer perder el ritmo de trabajo a los
colombianos. Los periodistas en estos días no encuentran muchos temas para
comentar. Las noticias de la televisión y de los periódicos son muy escasas y
muchas veces se concentran en los resúmenes y análisis retrospectivos del año
que terminó. En el campo económico por el contrario los comienzos del año muchas
veces son fértiles en noticias. El Gobierno utiliza estos días de reposo para
realizar alzas en los precios bajo su control. Este año nos recibió con el
aumento en la gasolina y demás derivados del petróleo, en los peajes y en el
transporte público en algunas de las principales ciudades. El hombre de la
calle y las amas de casa no se habían logrado reponer de las noticias sobre la
inflación del noventa que batió las marcas de los últimos años, cuando tuvo que
sufrir el torrente de alzas de comienzo del 91.
La
semana pasada el gobierno sorprendió a empresarios y consumidores con un bomba
económica. El Ministro Hommes en su propósito de controlar la inflación cerró
la llave del crédito imponiendo un encaje marginal del ciento por ciento a los
intermediarios financieros. Esta medida extrema había sido tomada en 1977 por
el gobierno del Presidente López Michelsen, cuando eran su Ministro de
Hacienda, el Doctor Abdón Espinosa Valderrama y Asesor de la Junta Monetaria,
el Doctor Eduardo Sarmiento habitual consejero del Doctor Ernesto Samper actual
Ministro de Desarrollo. Es paradójico que el Ministro de Desarrollo que
probablemente hubiera hecho lo que han recomendado sus asesores y que pusieron
en práctica en el gobierno de López, haya salido a criticar las medidas tomadas
en la semana anterior.
Si
bien, las medidas tomadas por el gobierno han sorprendido por su dureza era de
esperarse que si la primera prioridad del Ministro Hommes era cuidar nuestros
billetes, como lo recomienda la propaganda del Banco de la República, algo
drástico había que hacer en el frente monetario. Sin entrar a pronosticar el
efecto de esta medida, que esperamos sea de carácter temporal, vale la pena
reiterar que los agentes económicos para poder realizar una planeación de sus actividades
requieren de un medio ambiente predecible y que por lo tanto, estos cambios tan
bruscos tienen efectos laterales bastante desfavorables.
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