Los nuevos ministros tienen una tarea pesada. Los Ministros del área social deben hacer m
esfuerzo considerable para mejorar la eficiencia de las entidades de su sector
El viernes de la semana pasada se resolvió la primera
crisis ministerial de la Administración Samper.
Aunque se preveía un fuerte remezón, al final los cambios solo afectaron
las carteras de Educación, Salud, Minas y Agricultura. Los cambios en las carteras de educación, María Emma Mejía por Arturo Sarabia y
salud Augusto Galán Sarmiento por Alonso Gómez Duque muestran un deseo de imprimir una nueva dinámica en el programa bandera
de la Administración Samper y buscan remediar una mala elección hecha al
comienzo de la Administración.
Por el contrario, los cambios en los componentes del
equipo económico son más de carácter cosmético y pretenden mejorar la imagen
del gobierno pues nadie puso en duda la capacidad técnica de los ministros
salientes. Críticos y defensores de los
Ministros Cock y Hernández estuvieron de acuerdo en su profundo conocimiento
del sector y de su capacidad técnica. Su
bajo perfil público y la candidez del Ministro de Minas en sus declaraciones
contribuyeron para su salida del gabinete.
Los nuevos ministros tienen una tarea pesada. Los Ministros del área social deben hacer m
esfuerzo considerable para mejorar la eficiencia de las entidades de su
sector. El aumento de los recursos
contemplado en el Plan de Desarrollo no se traduce necesariamente en una mejora
en el nivel de vida de las clases menos favorecidas. La burocracia busca mejorar sus
remuneraciones sin mejorar su rendimiento.
La experiencia de este año ha mostrado que los aumentos en el
presupuesto se traducen en aumentos en la remuneración del personal vinculado
al sector. Los médicos y los maestros
han tenido considerables aumentos en sus remuneraciones sin que por ello haya
mejorado la prestación de los servicios.
Más aún, la búsqueda de los mayores salarios ha venido acompañada de un
incremento considerable de los conflictos laborales en los sectores de educación
y salud. Los ú1timos doce meses se han
caracterizado por una frecuencia inusitada de paros de los maestros y del
personal de los hospitales.
Los nuevos Ministros del área social tienen que
mostrarle al país que el incremento en los recursos dedicados al salto social
de verdad se convierten en mayores coberturas y servicios de mejor calidad y
que no terminan en una burocracia descontrolada con sueldos cada vez mejores.
Los nuevos encargados de las carteras de Agricultura y
Minas tienen una labor menos complicada pues en líneas generales pueden
continuar con las políticas de sus antecesores.
El Ministro de Agricultura, Gustavo Castro Guerrero, que vuelve a esta cartera puede mejorar
considerablemente la imagen del gobierno.
Sin lugar a dudas, los grandes productores del sector agropecuario
encontraron alguien que entienda sus problemas y que les ayude a salir de la
crisis en que se encuentran. Los
pequeños productores y los consumidores tendrán que pagar el costo de una
política orientada a agradar a las agremiaciones.
El Ministro de Minas y Energía, Rodrigo Villamizar, debe a la mayor
brevedad presentarle al país la verdadera realidad del sector eléctrico. Es necesario que se conozca con absoluta
certeza el estado en que se encuentra el sector eléctrico y la marcha de los
proyectos contemplados en el plan de expansión.
Al país no le conviene mantener una incertidumbre sobre la
vulnerabilidad del sistema eléctrico, como tampoco le conviene que los
organismos de control asuman el papel de Casandras. La fijación de reglas de juegos claras en materia
de tarifas es una condición básica para poder poner en práctica una sana
política de privatización. El Ministro
entrante tiene que liderar un proceso de cambio regulatorio que permita la
participación del capital privado y que incentive la inversión extranjera.
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