lunes, 10 de julio de 1995

En peleas de comadres se conocen las verdades

Si nos atenemos a la opinión de los Doctores Perry y Hommes, la situación financiera del gobierno está bastante complicada.

La pelea entre el Doctor Hommes y el Doctor Perry está para alquilar balcón.  El Exministro de Hacienda en su columna del sábado nos trata de convencer que entregó la economía cero kilómetros el año pasado mientras que al día siguiente, el futuro Exministro y actual titular de la cartera de Hacienda trata de convencemos que le dejaron una economía totalmente descuadernada.  De esta pelea entre destacados exponentes del partido liberal lo único que queda claro es que las dos últimas administraciones han buscado elevar el nivel de gasto público, uno con el propósito de mejorar la justicia y la seguridad nacional y el otro con el deseo de acabar en cuatro años con la pobreza.

Como lo muestra el poco éxito en la lucha inflacionaria las dos administraciones no han logrado manejar realmente el gasto público.  El crecimiento del gasto público ha estado muy por encima del rápido crecimiento de los recursos tributarios y hoy como hace cuatro años nos enfrentamos a la perspectiva de incrementos adicionales en los tributos.  Si nos atenemos a la opinión de los Doctores Perry y  Hommes, la situación financiera del gobierno está bastante complicada.  El país se enfrenta a una situación coyuntural bastante compleja por el bajo crecimiento de los recaudos del impuesto a la renta y a problemas estructurales bien complejos causado por un proceso de descentralización que ha tenido serias implicaciones para las finanzas nacionales.

Como lo demuestra la poca acogida que tuvo la iniciativa de una nueva reforma tributaria en la pasada legislatura, la alternativa de incrementar los recursos del gobierno no parece viable y menos cuando el Presidente está pensando en volver a los gobiernos de partido.  Es muy difícil pensar que una reforma tributaria pueda pasar sin contar con el apoyo de los dos partidos tradicionales.

El gobierno tiene que comenzar a buscar nuevos recursos que le permitan afrontar el faltante presupuestal.  Una de las pocas posibilidades que le quedan es la venta de sus activos.  El gobierno nacional no puede continuar con la práctica perniciosa de pagar favores regalando sus bienes a los que lo apoyan.  Regalar algo tan valioso como las nuevas frecuencias de FM a los periodistas amigos es sin lugar a duda una mala señal en épocas de austeridad.  El proceso de subasta utilizado en la telefonía celular ha demostrado ser no solo una fuente de recursos importantes, sino que también ha logrado impulsar la competencia entre los inversionistas.



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