Hace mucho tiempo descubrí que me daba tanto placer
comprar como leer libros. Uno de mis sitios favoritos era la librería Aldina
situada en la carrera 7ª con calle 70.
Ahí era uno muy bien atendido por María Clara Medina mejor conocida como
Cucuna.
Cuando entraba era recibido con gran amabilidad y
era referido a las últimas novedades en los campos de mi interés, en esa época era
el bridge y la administración. Después de mirar las últimas novedades revisaba las otras secciones de la librería. Además, la Aldina era el sitio en donde se
podían encontrar los best sellers en
Inglés seleccionados por Eva Aldor esposa del caricaturista Peter Aldor[1].
A partir del 16 de julio de 1995 la compra de
libros cambió radicalmente. Ese día Jeff Bezos puso en marcha su venta de
libros a través de Internet y al poco tiempo se convirtió en uno de los más
importantes actores en el mercado del libro.
En mi caso personal prefiero comprar mis libros a
través de Amazon y en lo posible escoger la
versión del Kindle.
Hoy en día, por lo general parto de una
recomendación de mis amigos aficionados a los libros y a partir de la recomendación
trato de determinar si el libro es un buen candidato para agregar a mi colección. Una vez recibida la
recomendación lo primero que hago es entrar a Amazon y buscar el libro en la
tienda del Kindle. A continuación leo lo que dice la editorial y las reseñas de
las revistas y si todavía estoy interesado bajo una muestra del libro para
leerlo en el Kindle o en el iPad. Una vez leída la reseña y si no tengo clara
la decisión busco otras opiniones de gente que considero conocen sobre el tema.
Hace poco un amigo me recomendó el libro “Capitalismo
en el Siglo XXI” de Thomas Piketty. Entré a Amazon, vi las reseñas y procedí a
bajar la muestra tanto en español como en inglés. Me encontré con una crítica a
Simon Kuznets y su trabajo de 1955 sobre crecimiento económico y desigualdad del
Ingreso[2].
En una entrada anterior, La
equidad para Colombia en el siglo XXI traté de explicar cuál es el estado
actual del conocimiento sobre la relación existente entre la desigualdad y
crecimiento. Algo muy distinto a la caricatura que presenta Piketty malinterpretando
el trabajo de Kuznets. Armar un espantapájaros con un trabajo del año 1955 para
destruirlo creyendo que esto acaba con la teoría económica sobre crecimiento
económico y desigualdad es un mal comienzo para un estudio que quiere ser la
pieza fundamental de la economía en este siglo.
En la muestra del libro de Piketty bajada de Amazon
el autor presenta una expresión
matemática que pretende explicar la razón por la que el sistema capitalista va a
colapsar. Según el economista francés, si
la tasa de retorno del capital (r) es mayor que la tasa de crecimiento de la
economía (g) entonces, en el largo plazo,
todo el ingreso va a quedar en manos de los dueños del capital.
En lugar de tratar de establecer si lo que sostiene
Piketty es cierto preferí revisar lo que se dice de el libro en las redes
sociales. Cuál no sería mi sorpresa cuando descubrí que Larry Kotlikoff, una de
las personas que más ha trabajado en el tema, tenía serios cuestionamientos al
trabajo de Piketty y en particular a la validez de la condición r>g para que hubiera una concentración del ingreso.
Adicionalmente, mi amigo Domingo Cavallo en su Blog ha puesto varias referencias a críticas académicas de economistas argentinos cuestionando la famosa desigualdad de Piketty[3]. Los argumentos esgrimidos por los economistas argentinos, por Kotlikoff y otros investigadores, son tan serias que el economista francés ha cambiado su discurso y en su nuevas versiones ya no basa sus argumentos en la desigualdad de marras.
Adicionalmente, mi amigo Domingo Cavallo en su Blog ha puesto varias referencias a críticas académicas de economistas argentinos cuestionando la famosa desigualdad de Piketty[3]. Los argumentos esgrimidos por los economistas argentinos, por Kotlikoff y otros investigadores, son tan serias que el economista francés ha cambiado su discurso y en su nuevas versiones ya no basa sus argumentos en la desigualdad de marras.
El libro de Piketty, además de analizar el tema del
ingreso también aborda el de la distribución de la riqueza. Por lo tanto un buen tratamiento de este
segundo tema podría justificar la adquisición de este best-seller.
Infortunadamente, las mediciones de la riqueza y su
distribución presentadas en el libro de Piketty son imprecisas. En primer lugar,
no en todos los países hay impuestos a
la riqueza y por lo tanto no es posible utilizar información tributaria sobre esta
variable. En segundo lugar, porque la información sobre las herencias utilizadas
por Piketty tiene un cubrimiento menor, pues muchas herencias no se registran o
están exentas del impuesto. En tercer lugar, por su misma naturaleza la
información sobre la herencia solo se conoce en el momento del fallecimiento y no
hay un registro continuo de la evolución de la riqueza en el tiempo.
Las debilidades de medición de la riqueza por parte
de Piketty han sido mencionadas por varios de sus críticos, como también su
concepto de riqueza en la que se excluyen algunas formas de mantener la
riqueza. Sin embargo, en mi opinión lo más grave es que Piketty excluye de su
análisis el capital humano.
Según Dale Jorgenson, en 1984 en los Estados Unidos
el porcentaje de la riqueza humana era del 91,3 por ciento del total de la riqueza
nacional. Esto quiere decir que aún si
la medición de Piketty fuese perfecta solo habría analizado un poco menos del
nueve por ciento de la riqueza nacional y probablemente si hubiera incluido el
cien por ciento de la riqueza, sus conclusiones hubiesen sido muy distintas.
Por todo lo anterior, mi decisión es no comprar el
libro de Piketty, no solo por los 21,99 dólares que le tengo que pagar a Amazon sino porque para
realizar un análisis y crítica más completa tendría que emplear un tiempo considerable con un alto costo de oportunidad
muy superior al precio del libro.
[1]
Eva Aldor murió en el accidente del vuelo 52 de Avianca el 25 de enero de 1990.
[2] El
trabajo de Kuznets fue seleccionado entre los 20 artículos más importantes publicados
en la American Economic Review en los primeros cien años de la revista ver https://www.aeaweb.org/aer/top20/45.1.1-28.pdf
[3] En
Argentina, la Presidenta y el Ministro de Economía han tratado de utilizar el
prestigio del economista francés para justificar las equivocadas políticas
económicas que han venido siguiendo. El sábado 17 de enero de 2015 Cristina
Kirchner recibió a Piketty en su residencia de los Olivos. http://www.minutouno.com/notas/350857-la-presidenta-recibio-al-economista-frances-thomas-piketty
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