lunes, 2 de mayo de 1994

Consolidación de la reforma

Un alto funcionario del Banco Mundial reitera la importancia del crecimiento con equidad dentro de un marco de estabilidad macroeconómica.

El viernes anterior El Espectador con motivo de la celebración del primer aniversario de su Diario Económico organizó un interesante foro en el que Sebastián Edwards hizo una presentación sobre el estado de las economías latino americanas.

El destacado economista ahora funcionario del Banco Mundial destacó entre otras cosas la importancia de consolidar las reformas emprendidas en toda América Latina con el fin de lograr  tres objetivos principales. El primer objetivo que se debe buscar es mantener y reforzar el equilibrio macroeconómico, avanzando en el proceso de estabilización. En segundo lugar, la región como un todo debería crecer a tasas muy superiores a las actuales. Y finalmente, pero por ello no menos importante, la región debería definir un política social que busque disminuir la incidencia de la pobreza y que al mismo tiempo logre una disminución de la desigualdad de ingreso entre los latinoamericanos.

 Las recetas para alcanzar estos tres objetivos deberían resultar familiares a los lectores de esta columna pues en repetidas ocasiones hemos expuesto la importancia de mantener un estricto control del gasto público para poder obtener bajas tasas de inflación. Edwards al igual que el candidato suprapartidista están convencidos que es importante lograr una inflación de un dígito para poder asegurar un entorno económico propicio al crecimiento.
  
El conferencista se mostró preocupado por las bajas tasas de crecimiento logradas en la región. Citó estudios del Banco Mundial que muestran que para lograr avanzar en la guerra contra la pobreza es necesario crecer a tasas que superen el 3.4%. Para lograr tasas cercanas al seis por ciento, Edwards recomienda aumentar el ahorro y fomentar las exportaciones. El ilustre conferencista señaló como los mayores impedimentos para un saludable crecimiento de las exportaciones, la revaluación real de las monedas y el lento crecimiento de la productividad total de los factores.

Para ponerle corazón a las reformas y aliviar la pobreza, Edwards recomienda aumentar las tasas de crecimiento y focalizar la intervención del estado. La inversión en educación es para el funcionario del Banco Mundial uno de los mejores instrumentos para lograr avanzar en la senda de la justicia social. La educación de la mujer y en especial la de las jóvenes de la minorías étnicas puede contribuir de manera especial pues no solo lleva a una mejor distribución del ingreso sino que puede contribuir a unas mejores condiciones de las nuevas familias.  Las mujeres educadas se convierten en mejores miembros de familia pues pueden no solo controlar mejor el número de hijos que deseen tener sino también mantenerlos en buenas condiciones de salud y nutrición.


Adicionalmente, y a manera de postre, el funcionario del Banco Mundial dejó dos temas de reflexión importantes. En primer lugar destacó la importancia para la región de un buen desempeño de la economía brasilera. Puso de presente que el mercado natural para la región debería ser el Brasil y que los esfuerzos de exportación deberían orientarse hacia allí. El segundo tema se relaciona con los flujos de capitales. Según Edwards, los flujos de capital que están entrando a toda la región y que han contribuido a la revaluación de la tasa de cambio no son sostenibles a largo plazo. Esto tendría serias implicaciones para  el manejo macroeconómico y requiere por lo tanto de acción preventiva. En particular, las economías latinoamericanas deben buscar hacer un ajuste en los déficit en cuenta corriente a niveles que sean compatibles con una moderada entrada de capitales. Colombia, México y Argentina entre otros deberán preocuparse por mejorar la situación competitiva del sector de bienes transables. 

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