El análisis de lo ocurrido en los Estados Unidos al terminar la segunda guerra mundial puede ayudar a explicar la disminución del ahorro ocurrida en Colombia después de la apertura.
Uno de los principales problemas de la economía colombiana es la insuficiencia del ahorro privado que ha ocasionado un incremento considerable del endeudamiento externo del sector privado. Los analistas han tratado de encontrar las causas de la disminución significativa del ahorro privado y muchos de ellos se han declarado incapaces de encontrar una explicación satisfactoria.
Con el fin de dar un poco de luz que pueda aclarar este enigma, es conveniente mirar algunos casos en los que se presentó un fenómeno similar. A nivel mundial es famoso lo ocurrido en los Estados Unidos al finalizar la segunda guerra mundial. Como lo enseñan los libros de texto, una vez finalizada la segunda guerra mundial, los Estados Unidos tuvieron un notable auge económico en el que el consumo se disparó de manera notable. Los veteranos no solo volvieron a las universidades en forma masiva, sino que gastaron sus ahorros en los automóviles y viviendas que no habían estado disponibles por mucho tiempo. El aumento de la demanda unido a una recomposición de la oferta de bienes y servicios llevaron a la economía a un período de prosperidad basado en una explosión del consumo de bienes durables.
Para explicar este gran aumento del consumo los investigadores económicos norteamericanos ponen de presente que es necesario distinguir entre las compras de bienes durables y el resto de los bienes. La compra de los bienes de consumo durable debe ser considerado como una inversión de los hogares y por lo tanto sus determinantes tienen que ver con condiciones de más largo plazo. El costo relativo de los bienes durables, las condiciones financieras como la disponibilidad y el costo del crédito, las expectativas económicas tienen que ver con la decisión de si se compra el automóvil hoy o si se espera hasta el año entrante para reemplazarlo.
Al igual que ocurre con la inversión de las empresas, la compra de los bienes durables depende del acervo existente en los hogares. Las familias con fortunas establecidas desde hace tiempo nunca son tan buenos clientes como los nuevos ricos que buscan comprar en muy poco tiempo lo que sus contrapartes han tenido por generaciones. La pobre dotación inicial de los hogares americanos al final de la segunda guerra mundial, debida al desplazamiento de la producción de armamentos, es una de las explicaciones mas plausibles de la bonanza de consumo ocurrida en los Estados Unidos.
A la luz de las observaciones anteriores las explicaciones de la bonanza del consumo ocurrida después de la apertura parecen bastante claras. En primer lugar, el modelo de substitución de importaciones dejó al país con un deseo insatisfecho de bienes durables. Las dotaciones de bienes durables de los hogares colombianos eran muy inferiores a las asociadas con su nivel de ingreso. El boom del consumo se explica entonces en buena parte por el paso de una economía de guerra a una economía normal. Se puede decir entonces que el consumo después de la apertura no debe ser considerado como anormalmente alto sino más bien que el consumo antes de la apertura era anormalmente bajo. Más aún, el fenómeno del auge del consumo se controla a sí mismo pues es de carácter temporal. Los hogares una vez que lleguen a su nivel deseado de existencias dejan de comprar bienes durables y vuelven a contar con excedentes para invertir en los negocios.
En segundo lugar, el cambio en el entorno económico ocasionado por las aperturas influyó de manera positiva en el consumo de bienes durables. La disminución de aranceles, la revaluación de la moneda, el aumento en la liquidez ocasionada por la reforma cambiaria y financiera y la amnistía tributaria que incentivo la traída de dólares, así como el pago de indemnizaciones a los trabajadores impulsan de manera importante la compra de bienes durables. Al igual que lo analizado anteriormente, el impacto favorable del entorno económico originado en la apertura ocurre por una sola vez. Los aranceles no pueden seguir bajando permanentemente, como tampoco la moneda puede seguir revaluándose todos los días. Los que trajeron sus ahorros del exterior no pueden volverlos a traer.
Sin querer decir que esta es la explicación del enigma que ha mantenido desvelados a destacados investigadores, si se puede decir que el problema tiende a resolverse por si solo, pues lo que hemos observado en estos años Post-apertura es el desplazamiento de la economía a una nueva posición de equilibrio. Durante este período de transición el consumo de bienes durables ha sido uno de los principales estimulantes de la economía que ha tenido que pagarse con una disminución temporal del ahorro de la economía.
El tratar de solucionar tardía e innecesariamente el problema del sobreconsumo puede ser peor que la enfermedad. Cuando la finca raíz estaba viviendo una crisis y cuando el sector de bienes durables había llegado a su máximo resulta incoherente dar como argumento para un aumento de impuestos al consumo, la necesidad de ahorrar más. Como todo el mundo sabe dada la incertidumbre política el problema actual no es de gasto excesivo sino, por el contrario, de insuficiencia de demanda.
Esperamos que ahora que se ha vuelto a mencionar al Doctor Perry como causante del apagón por su teoría del sobredimensionamiento, no entremos en un apagón económico por su nueva teoría del sobreconsumo y su receta de aumentar cuatro puntos al IVA.
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