lunes, 25 de agosto de 2014

La equidad para Colombia en el siglo XXI

Se ha avanzado conceptualmente en el tema de la equidad. Hasta 1974, se pensó que si se quería buscar un crecimiento más rápido era necesario aceptar que por un tiempo un deterioro temporal en la distribución del ingreso. Los economistas interesados en el tema del desarrollo económico comenzaron a cambiar de opinión cuando se publico el trabajo de Hollis Chenery y sus colaboradores en un libro titulado "Redistribution with Growth" publicado por el Banco Mundial. Muy pronto se llegó a un consenso de que la equidad no se contrapone con el crecimiento y que más bien  se complementan y una política que privilegie la equidad también va a contribuir a un rápido crecimiento económico.

Hasta los más convencidos por las bondades del mercado comenzaron a aceptar que una política pública activa podría ayudar a solucionar más rápido los problemas de equidad de una sociedad. Teniendo en cuenta los efectos adversos de algunas de las políticas utilizadas para apoyar a los pobres se plantearon serios inconvenientes a la política facilista de fijar precios políticos a los bienes y servicios consumidos más intensivamente por los pobres. La constitución del 91 y su desarrollo a través de la Ley de servicios públicos aceptó como un criterio en la fijación de tarifas la suficiencia financiera de las empresas aceptando el principio de que el servicio más costoso es el que no se presta.
También se aceptó que los subsidios tenían que salir del closet y declararse más bien abiertamente. El abuso de un sistema de tarifas de servicios públicos que subsidiaba a los pobres cobrando más a los ricos se encontró que era inconveniente y que era mejor subsidiar directamente a los pobres. La ley de servicios públicos estableció unos topes para los subsidios y las contribuciones en estos esquemas de subsidios cruzados que buscaba eliminar las mayores distorsiones existentes.
Ante la insuficiencia de los recursos para atender a toda la población se aceptó que la ayuda del estado se concentrara en los más necesitados. Se busco focalizar el gasto social y se diseñaron una serie de mecanismos para llegar a los más necesitados de manera preferente. Se utilizó un indicador de necesidades básicas insatisfechas para identificar, departamentos, municipios o barrios de una sociedad en donde se debería concentrar la acción del estado. También se utilizó la condición de las manzanas en donde vivían los colombianos para identificar por medio de un número que iba de uno a seis a las personas dignas de apoyo.
Estos métodos de focalización presentaron fallas pues había muchos falsos positivos es decir personas de ingreso altos que estaban identificados como personas dignas de ser atendidas. Un ejemplo bastante diciente de un falso positivo es el caso de nuestro presidente recién reelecto que bajo el criterio de adulto mayor tiene derecho a disfrutar a partir del 10 de agosto de 2013 de una tarifa más baja en el SITP bogotano.
Las fallas en la atención a los pobres ha llevado a algunos líderes a encontrar una mejor manera de resolver el problema de equidad. Milton Friedman ha inspirado a líderes de Izquierda como Lula da Silva a ayudar a los pobres y con ello  mejorar la distribución del ingreso en un país que se disputaba con Colombia los últimos lugares en el derby de la equidad.  El notable avance se logró en el momento en que se decidió entregar los apoyos a través de un aumento en el saldo mensual de las cuentas de los pobres permitiéndoles utilizar una tarjeta débito para atender los gastos familiares.
El presidente Santos podría obtener muy buenos resultados si adopta esquemas como los propuestos por Friedman , adoptados por Andrés Pastrana en Familias en acción y  puestos de moda por Lula da Silva. En lugar de prometer gratuidad en la educación, mínimos vitales de consumo de agua, tarifas diferenciales para el transporte público y otras soluciones que quedan en manos de los políticos para mantener una clientela que les asegure el triunfo en las próximas elecciones.
El gobierno debería estar pendiente no solo de implementar mecanismos más eficientes de llegarle a los pobres sino también de impedir que en un descuido se produzca un autogol. En lo que podía ser llamado una autogol de camerino casi en el momento en que el equipo de la equidad se estaba posesionando los medios estaba anunciando que el gobierno permitiría subir las tasas de usura.


Gabinete para la Equidad 

1 comentario:

  1. Desafortunadamente los políticos muchas veces, casi todas, piensan en sus intereses personales y no en los de la comunidad. En eso, el presidente Santos es un maestro en prometer y no cumplir, si sus objetivos personales no coinciden con las promesas de la plaza pública.

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