El presidente Santos comenzó su segundo período a ritmo de
bolero. Su discurso de posesión parece inspirado por el famoso bolero del
compositor cubano Osvaldo Farrés que popularizó
el cantante norteamericano Nat King Cole. El presidente les dijo a los
colombianos “Con tres palabras te diré todas mis cosas”. Y esas palabras son: “Paz,
equidad, educación”.
La esencia del discurso esta resumida en la siguiente frase
del presidente: “A Colombia en paz, con equidad y educada, no la frena
nadie”. Pensando con el deseo el
Presidente espera que con la firma de la paz con las guerrillas va a dar lugar
a una aceleración del crecimiento económico. En su mente debe tener el
argumento de la ilustre decana de economía, Ana María Ibáñez que se transcribe
a continuación[1] “Un estudio de Edgar Villa, Manuel Moscoso y Jorge
Restrepo muestra que hoy debido al conflicto el PIB departamental en Colombia
demora 18.5 años en duplicarse. Sin el conflicto, demoraría en duplicarse 8.5
años, es decir nos ahorraríamos 10 años (una generación)”.
Para entender
mejor el grado de optimismo expresado en el enunciado anterior es bueno aplicar
la famosa regla del setenta que relaciona las tasas de crecimiento con el
período de duplicación. El enunciado se leería entonces así “hoy debido al
conflicto la economía está creciendo a una tasa anual de 3.78 %. Sin el
conflicto crecería a una tasa anual del 8.23
%”. Como dice el adagio popular “de esto
tan bueno no dan tanto” y lo más probable es que el efecto real de la firma de
la paz sea menor de lo mencionado en el artículo de la Universidad Javeriana y
reseñado por la decana de la Facultad de Economía de la Universidad de los
Andes.
Los efectos de la firma de un acuerdo de paz se pueden
estudiar mirando los acontecido en dos países centroamericanos que firmaron
acuerdos de paz en la última década del siglo pasado. Después de un conflicto
intenso El Salvador firmó su acuerdo de paz en 1992 “Los Acuerdos de Paz de
Chapultepec fueron un conjunto de acuerdos firmados el jueves 16 de enero de
1992 entre el Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional (FMLN) en el Castillo de Chapultepec, México, que pusieron
fin a doce años de guerra civil en el país” [2]
y el acuerdo firmado entre el gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca
(URNG) el 29 de diciembre de 1996[3].
El siguiente gráfico presenta información sobre el Ingreso
nacional bruto per cápita para los dos países centroamericanos mencionados,
para Colombia y Costa Rica un país centroamericano que ha vivido en paz y con buenos
indicadores de equidad y educación[4].
Ingreso Nacional Bruto per cápita en cuatro países para el
período 1989-2013
Tanto en El Salvador
como en Guatemala se puede apreciar, a simple vista, el esperado dividendo de
la paz. Sin embargo, es importante anotar
que se necesita de un tiempo para poder disfrutar de ese dividendo de la paz.
En los dos casos el crecimiento acelerado se da después de unos tres años, lo
cual quiere decir que este dividendo no se podrá cobrar durante el segundo
período de Juan Manuel Santos.
Es interesante observar que en el 2002 el Salvador y
Colombia tenían un ingreso nacional prácticamente igual y a partir de esta
fecha Colombia acelera su crecimiento y deja rezagado al país que firmó la paz
en 1992.
La comparación entre Colombia y Costa Rica es bien
interesante. En Costa Rica se aprecia un crecimiento sostenido que puede
interpretarse como la trayectoria de un país en paz, educado y equitativo. Colombia por el contrario muestra una trayectoria
irregular hasta el 2002 y un crecimiento acelerado a partir de este año.
En conclusión podemos decir que Colombia hace doce años
encontró la forma de crecer
aceleradamente y que los beneficios de la paz van a ser muy pocos durante el
segundo gobierno de Juan Manuel Santos.
[4]
Las cifras se han tomado de la base de datos del Banco Mundial. A diferencia
del producto interno bruto que mide los bienes producidos en el país el ingreso
nacional incluye la remuneración de los factores de residentes en el exterior.
Para eliminar los efectos de la inflación los datos se han ajustado con el
deflactor del PIB de los Estados Unidos.
A tu artículo podrías agregarle que si la efectividad del "pilar" de la educación va a ser como la que ha tenido la "locomotora" de la innovación, entonces a Colombia no la podrá parar nadie.... en la caida! Cordial saludo, alberto.
ResponderEliminarNo creo que esta tramoya de la paz que se inventó Santos para hacerse reelegir vaya a terminar en la desmovilización de las FARC. Las FARC están muy bien como están. Tienen sus estructuras intactas y desde La Habana están coordinando sus acciones terroristas en todos los frentes. Tienen un sitio estupendo para adquirir armas de mayor impacto, como cohetes tierra aire, que ahora están cotizadísimos desde el derribo del avión sobre Ucrania. Si Santos no les ofrece medio país, (como bien podría hacerlo dados sus antecedentes maquiavélicos), las FARC no tienen nada que ganar. No van a indemnizar a las víctimas. No van a entregar sus bienes. No van a renunciar al narcotráfico. Podrán desmovilizarse para tomarse una foto con Santos y postularse con él al Nobel de paz?
ResponderEliminarLo del crecimiento en el post conflicto es un sofisma del mismo Santos. No alcanzarían tres reformas tributarias para recaudar los fondos de la indemnización. Les tocxaría apelar a impuestos recesivos que dejarían a la clase media sin capacidad de compra.
Estamos ensillando antes de traer las acémilas. Estamos preparándonos para el post conflicto antes de haber siquiera tocado la posibilidad de que se de. Santos, el Gran Embaucador, ya está empezando a desmontar el ejército y mandando a sus generales a que se vistan de civiles y pongan cara amable ante los verdugos de La Habana.
Es una comparación q no dice mucho. Son economias muy diferentes. Solo falto meter a Irlanda y a la Republica Democrática del Congo para completar la sopa.
ResponderEliminarMuchas gracias por leer la entrada y por escribir un comentario
EliminarMuy interesante el artículo y la "trayectoria" de las economías de El Salvador y de Guatemala y faltaría incluir a Nicaragua que también firmó un acuerdo de paz... En nuestro caso vemos un ascenso del indicador Ingreso per capita tal vez el más anhelado por los economistas y políticos, pero que adolece de una generalización extrema, pues hay en Colombia una población "marginada" que no se beneficia del crecimiento de la economía... El crecimiento notoria de Colombia a partir del año 2003 según la gráfica adjunta difícilmente se podrá superar así se firme una paz, puesto que este incremento se logró con medidas generales de otra índole y ajenas a movimiento sentimental en favor de la paz---La economía local y nacional no se incrementa con medidas románticas o subjetivas impulsadas con "buenas intenciones". La paz anhelada y bienvenida no incrementará la economía nacional "per se" y tal vez contribuirá a que sectores alejados de las urbes mejoren sus economías domésticas en un buen grado y arrastren un poco los indicadores nacionales. buen ejercicio sería evaluarlos en las zonas donde los invasores FARC Y ELN tienen cifradas sus influencias directas que ejercen como un factor retrógrado de las economías locales (siempre y cuando desaparezcan definitivamente lo que es poco probable en el corto plazo). Para mi estas zonas son unas "ínsulas" económicamente activas y eficaces para evitar cualquier sometimiento a corto plazo-- las exigencias de un estado de derecho--
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